lunes, 28 de octubre de 2024

El clientelismo

El clientelismo es un sistema caracterizado por unos políticos o dirigentes que otorgan favores, dádivas o privilegios a ciertas personas, o grupos concretos, a cambio de apoyo para obtener el poder o mantenerse en él. Este intercambio de favores necesita mecanismos que permitan una elevada dosis de discrecionalidad y arbitrariedad en las decisiones públicas para poder beneficiar a algunos grupos a costa de otros como normas complejas cuya puesta en práctica resulte discutible, leyes que no se apliquen generalmente pero puedan usarse a voluntad, a modo de chantaje o extorsión, etc. En este contexto de favoritismo desaparece la teórica igualdad de los ciudadanos ante las decisiones del poder. 
En las sociedades sometidas al Estado, la vigencia de los valores queda a expensas de los incentivos que dimanan de las instituciones, sea formalmente como leyes, sea informalmente como la cultura y los hábitos promovidos por la clase dirigente y asimilados por el resto. Si los dirigentes trasladan a la opinión pública la idea de que la Justicia es intencionadamente arbitraria, que las relaciones personalistas o los privilegios están por encima de los conocimientos, el mérito y el esfuerzo, que el engaño y la mentira son recursos legítimos y que la corrupción o el latrocinio, lejos de ser perseguidos, pueden proporcionar suculentos réditos, los valores éticos se convierten en una pesada carga. Pero no desaparecen, pues, por grave que sea la degradación, la gente aún distingue el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto.
Referencia: Catarsis (Javier Benegas;Juan M. Blanco)

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