miércoles, 31 de agosto de 2016

La interpretación marxistas de la historia.

La interpretación marxista
La interpretación marxista de la historia se encuentra desfasada.Hoy en día la mayoría de los historiadores son escépticos respecto a las interpretaciones marxistas del pasado.

John Elliott.
John H. Elliott opina que no ve ningún buen motivo por el cual las circunstancias sociales y económicas deberían considerarse como más fundamentales que las actitudes y conducta humanas y el condicionamiento cultural.

Harold Macmillan
Nunca tuve dudas,dice John Elliott, de que en cualquier estudio del pasado debería encontrarse espacio para el agente humano, la personalidad y lo que es fama, que Harold Macmillan llamó «events, dear boy, events»(los acontecimientos, muchacho, los acontecimientos). La contingencia (una muerte inesperada, la llegada o no de una carta importante) nunca se debe dejar de tener en cuenta en la reconstrucción y explicación del pasado. 

El reto al que se enfrenta cualquier historiador es aprehender las características de una época de modo que las acciones y comportamientos humanos resulten comprensibles.
Motivaciones y la conducta.
Y sigue diciendo John H. Elliott con respecto a la forma de investigar y escribir la historia que para comprender las motivaciones y la conducta de un Napoleón o un Felipe II es esencial penetrar en la medida de lo posible en sus modos de pensar. Estos se hallarán condicionados por una amplia gama de influencias: orígenes familiares y entorno social, crianza y educación, personalidad y temperamento, y todas las experiencias de la vida diaria. 

La única manera para un biógrafo de aproximarse a un modo de pensar es vivir mentalmente en compañía de sus sujetos, empapándose de sus cartas y papeles y todas las pizcas de información que arrojen luz sobre sus vidas.

La única manera para un biógrafo de aproximarse a un modo de pensar es vivir mentalmente en compañía de sus sujetos

en cualquier estudio del pasado debería encontrarse espacio para el agente humano, la personalidad y lo que es fama

Manifiestan que realizan su barbarie en nombre de Dios, pero es falso, no están diciendo la verdad.

Este pequeño dialogo, sacado del libro “La espada y el bisturí” de  Frank G. Slaughter, lo he traído ante la situación en que nos encontramos en estos momento. Incluso algunos la califican de guerra. Es bueno pararse y pensar para no perder la razón ante tanta barbarie.

Recuerda que no se necesita sino un instante para eliminar la vida, y que requiere toda una existencia para tener el derecho a llamarse a sí mismo un hombre.

una cultura sin Dios
Debemos considerar esta lucha tal cual es realmente: como algo situado en el marco de una cultura sin Dios. Hasta el enemigo tiene su lugar en la historia cuando es juzgado con perspectiva.

Yo creía que usted carecía de enemigos, Padre. El demonio es mi eterno enemigo. Si la guerra no es nada más que eso, pasará a la historia como un símbolo. Aquí en estas montañas, el mundo libre ha establecido una línea a través de la cual el demonio no ha podido pasar. Ni siquiera poniéndose su más antiguo disfraz: la armadura de Marte.

parábola del Buen Samaritano
Por contraste, con el ejemplo del médico que ha permanecido fiel al precepto que Cristo ha expresado tan hermosamente en la parábola del Buen Samaritano. Con su acción, el médico ha reafirmado un credo que no puede ser honestamente discutido si nuestra fe ha de perdurar. Ningún hombre tiene derecho a dejar morir a otro hombre cuando está en su poder salvarlo… aunque el hombre que muere sea un enemigo. Si el medico hubiera seguido otro camino, se hubiese colocado en el mismo nivel que ellos. Ningún cristiano de verdad luchará contra el mal con el mal.


Estos enemigos manifiestan que realizan su barbarie en nombre de Dios, pero es falso, no están diciendo la verdad. El odio hacia nuestra cultura y forma de vida occidental les domina. Cuando el odio impera en el alma, no queda lugar para Dios.

martes, 23 de agosto de 2016

Mediterraneo.

Costa Brava
Unos días de playa a orillas del Mediterráneo.Este mar ha sido cuna de grandes civilizaciones.

Antes de la aparición de los seres humanos en este planeta,cuenta José Luis Comellas, el Mediterráneo fue agonizando lentamente, hasta convertirse en una serie de lagos cada vez más salados. Si entonces hubiéramos existido, no se nos hubiera ocurrido ir a bañarse en las playas mediterráneas, porque hubieran tenido que atravesar desiertos calcinados y grandes saladares, para llegar a un mar tan salino que tal vez les hubiera dañado la piel. 

 El mar Mediterráneo desde la órbita terrestre.
Se extinguieron todos los géneros de peces propios de la zona, y ni los animales terrestres se atrevían a llegar a las orillas fangosas e insanas. Hoy, las prospecciones submarinas, realizadas a fines del siglo XX y comienzos del XXI, descubren depósitos enormes de sal, muy difíciles de explicar si no suponemos varios procesos de desecación sucesivos: y la verdad es que aún tal acumulación de sal sigue siendo un misterio. Los ríos, entre ellos, que se sepa, el Nilo y el Ródano, excavaban grandes cañones para llegar a los lagos mediterráneos, pero su caudal se evaporaba en gran parte durante el camino, de suerte que no bastaba su aporte para moderar el fortísimo nivel de salinidad de las aguas.
La entrada de aguas atlánticas actualmente es crucial para compensar ese régimen hídrico negativo del Mediterráneo 
Las fosas de agua salada que quedaban en las ruinas del Mediterráneo estaban unos 1.500 metros por debajo del nivel del Atlántico. Hasta que, de pronto, el gran arco Penibético-Atlas se quebró justo por su mitad, como una vara que hemos doblado demasiado, hasta que se partió. En los labios de aquella tremenda sutura quedaron las dos famosas columnas de Hércules, los peñones de Gibraltar y Djebel Moussa, testigos para muchos siglos de aquella brecha que se abrió para que por ella se abalanzara el agua limpia del Atlántico. 

Mar de Alborán
El desnivel entre el océano y lo que quedaba del Mediterráneo era de más de kilómetro y medio. Durante un tiempo se imaginó una inmensa cascada de más de un kilómetro de altura, en que millones de toneladas de agua se precipitaban del Atlántico a las resecas fosas mediterráneas. Las prospecciones que en 1.983 realizaron geólogos españoles en la zona del mar de Alborán, pensando en la posibilidad de construir un túnel bajo el Estrecho permitieron conocer la verdadera historia. Gibraltar no fue una inmensa cascada, sino un canal que en gran parte se conserva en el fondo marino, de unos ocho kilómetros de ancho, y más de 200 de largo. Todavía aquel monstruoso surco abierto por las aguas tiene una profundidad de 500 metros. Por aquella brecha, que no fue una cascada, pero sí tal vez el mayor torrente que ha existido en muchos millones de años, discurrieron las aguas a una velocidad de cien kilómetros por hora. Uno de los técnicos que ha estudiado aquella corriente impresionante, Daniel García Castellanos, piensa que “fue la mayor inundación que hubo jamás en la Tierra”. 

El nivel del Mediterráneo, inundado de aguas atlánticas, fue subiendo a razón de unos diez metros por día. Si fue así, el Mediterráneo se llenó en un año o dos, tan rápido fue el proceso. También se batió otra marca geológica: un mar enorme, recompuesto en menos de dos años. El Mediterráneo fue desde entonces, a través de todos los cambios climáticos, un mar luminoso y soleado, de aguas azules y lleno de vida, rico en costas recortadas, islas y penínsulas de gran variedad que facilitarían los contactos entre tierras y aguas… y escenario más tarde de grandes civilizaciones.


La pobreza ha dejado de ser patrimonio de menesterosos.

Se habla de solidaridad pero se olvida el significado de esta palabra. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que la solidaridad se manifiesta en primer lugar en la distribución de bienes y la remuneración del trabajo.
Remuneración del trabajo.
La crisis ha llevado a la clase media a la extinción. La pobreza ha dejado de ser patrimonio de menesterosos.Cuenta el periodista Carlos Fonseca en su libro “Tipos infames” que el abismo que siempre ha existido entre la clase dirigente
Ciudadanía
que controla el poder económico, y por extensión el político, y la ciudadanía se ha hecho aún mayor y, sobre todo, se ha hecho visible. Nos hemos quedado sin casa, sin coche y sin vacaciones, mientras la clase acomodada no solo no sufre los rigores de la crisis, sino que hace negocio con ella. Los ricos son cada vez más ricos; la clase media que sustenta la actividad económica de un país es pobre, y los que ya lo eran están condenados a la exclusión social.

En los años setenta del siglo XX, un solo sueldo podía mantener a una familia. Hoy hacen falta dos, y aun así no siempre es suficiente para vivir dignamente.

En España, el SIM en 2.013 era de 645,3 euros mensuales por 14 pagas, 9.034,2 euros al año. Una cifra insignificante si la comparamos con el de Luxemburgo, donde ningún trabajador gana menos de 1758 euros al mes, casi el triple que en nuestro país. En Irlanda, el SIM alcanza los 1462 euros; 1447 en Holanda; 1444 en Bélgica; 1365 en Francia; 1086 en Reino Unido y 877 en Grecia. Solo Bulgaria, con 123 euros al mes, está por debajo, según datos de la oficina de estadística de la UE, Eurostar. 

Luis María Linde
Pues bien, a Luis María Linde, gobernador del Banco de España (BE), le parece que 645,3 euros son demasiados y ha propuesto suprimir directamente el SIM “para evitar que actúe como una restricción”. Una forma de convertir a los trabajadores en esclavos. Linde pretende hacer bueno a su predecesor y propone también más recortes de derechos laborales «para impulsar la creación de empleo», como que los nuevos contratados tengan sueldos por debajo de los establecidos en convenio. 

“Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como “otro yo”, cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente” (GS 27, 1). (Catecismo de la Iglesia Católica). 

lunes, 22 de agosto de 2016

Es importante hacer fiesta.

También en el ambiente del trabajo, a veces,sin dejar de lado los deberes,dice el Papa Francisco, sabemos infiltrar algún toque de fiesta: un cumpleaños, un matrimonio, un nuevo nacimiento, como también una despedida o una nueva llegada…, es importante. 

Es importante hacer fiesta. Son momentos de familiaridad en el engranaje de la máquina productiva.Pero el verdadero tiempo de la fiesta interrumpe el trabajo profesional, y es sagrado, porque recuerda al hombre y a la mujer que están hechos a imagen de Dios, que no es esclavo del trabajo, sino Señor, y, por tanto, tampoco nosotros nunca debemos ser esclavos del trabajo, sino señores. Hay un mandamiento para esto, un mandamiento que es para todos, ¡nadie excluido! Y sin embargo sabemos que hay millones de hombres y mujeres e incluso niños esclavos del trabajo. 

esclavos del trabajo
En este tiempo existen esclavos, son explotados, esclavos del trabajo y ¡esto va contra Dios y contra la dignidad de la persona humana!, dice el Papa Francisco. La obsesión por el beneficio económico y la eficiencia de la técnica amenaza los ritmos humanos de la vida,sigue comentando el Papa Francisco, porque la vida tiene sus ritmos humanos. El tiempo de descanso, sobre todo el del domingo, está destinado a nosotros para que podamos gozar de lo que no se produce ni consume, no se compra ni se vende. Y en lugar de esto vemos que la ideología del beneficio y del consumo quiere comerse también la fiesta: también ésta a veces se reduce a un negocio, a una forma de hacer dinero y gastarlo. Pero, ¿trabajamos para esto? La codicia del consumir, que implica desperdicio, es un virus malo que, entre otras cosas, al final nos hace estar más cansados que antes. Perjudica al verdadero trabajo y consume la vida. Los ritmos desordenados de la fiesta causan víctimas, a menudo jóvenes. 

ideología del beneficio

esclavos del trabajo

El tiempo de descanso, sobre todo el del domingo, está destinado a nosotros para que podamos gozar de lo que no se produce ni consume, no se compra ni se vende.




El principal problema de la actual generación es que no se ha tomado la molestia de leer las actas de la anterior sesión.

En la medida en que somos animales reflexivos, nuestra única pertenencia es el pasado. El presente es una línea sin anchura, el futuro, tan solo una pantalla en nuestra mente donde proyectamos una combinatoria de recuerdos. En aras del conocimiento nos conviene recordar el pasado tan completamente como podamos y comprender que su permanente presencia en la memoria es un factor determinante de nuestras acciones presentes, explica Richard Weaver.

Se ha dicho, y con razón, que el principal problema de la actual generación es que no se ha tomado la molestia de leer las actas de la anterior sesión. La mayoría de nuestros contemporáneos parecen detestar el pasado y querer negar su existencia.
Ha habido otras generaciones en el pasado. 
La imaginación nos permite comprender que ha habido otras generaciones en el pasado y que sus vidas se desarrollaron en circunstancias exactamente tan reales como las nuestras.

Quienes murieron siendo héroes y mártires, ¿han muerto realmente? No es una pregunta ociosa. Hasta cierto punto, dice Weaver,estos seres siguen vivos como las fuerzas que fueron y son para ayudarnos a dar forma al mundo al que aspiramos. 


Dante en el Inferno.
La conciencia del pasado es un antídoto contra el egoísmo y el superficial optimismo. Permite poner coto al optimismo, ya que enseña a considerar con cautela la perceptibilidad del hombre y a valorar ecuánimemente los proyectos de renovación de la especie. ¿Qué manual práctico sobre la vanidad y la ambición puede compararse con las Vidas de Plutarco? ¿Qué más fundados reproches a la teoría del progreso automático que los que pueden encontrarse en la morosa reflexión del Auge y caída de Gibbon? El lector de historia es un lector escarmentado, y cuando cierra el libro que acaba de leer sabe que puede exclamar, como Dante en el Inferno: “Nunca hubiera creído que la muerte a tantos se llevara”.

En la medida en que somos animales reflexivos, nuestra única pertenencia es el pasado.

La conciencia del pasado es un antídoto contra el egoísmo y el superficial optimismo

siguen vivos como las fuerzas que fueron y son para ayudarnos a dar forma al mundo al que aspiramos. 

domingo, 21 de agosto de 2016

Que la Religión es una cosa privada es una ofensa contra contra la propia razón.

Cardenal Muller.
La divisa más importante del laicismo,la Religión es una cosa privada, es una ofensa brutal contra los derechos del hombre, y, por tanto, contra la propia razón, ya que todos los actos esenciales del hombre han de corresponderse con su naturaleza social, y desde dicha visión nunca son meramente privados, sino que tienen un significado público y social, manifestó el cardenal Muller en una  reciente conferencia.

Mas aún,sobre la base de la Ley natural, la Iglesia, en estrecha unión con otros grupos sociales, debe enfrentarse al Estado o a una determinada ideología totalitaria que quiera suprimir o eliminar la religión o la libertad de conciencia, tal y como el  Concilio Vaticano II ha dejado claro en su Declaración sobre la libertad religiosa Dignitatis Humanae.


El hombre tiene que imitar a Dios tanto trabajando como descansando, dado que Dios mismo ha querido presentarle la propia obra creadora bajo la forma del trabajo y del reposo (Laborem exercens del Papa Juan Pablo II)

todos los actos esenciales del hombre han de corresponderse con su naturaleza social, y desde dicha visión nunca son meramente privados, sino que tienen un significado público y social


La guerra contra el terrorismo está fracasando miserablemente.

Assad
Para los Estados Unidos, Inglaterra y las potencias occidentales, el surgimiento de ISIS y del califato es el más grande desastre. Cualesquiera que hayan sido sus intenciones con la invasión de Iraq en 2.003 y con sus esfuerzos de librarse de Assad en Siria desde 2.011, no fueron las de ser testigos de la creación de un Estado yihadista que abarcara la parte norte de Iraq y Siria, y dirigido por un movimiento cien veces mayor y mucho mejor organizado que Al Qaeda de Osama bin Laden.
ISIS:

La guerra contra el terrorismo por la cual se han limitado las libertades civiles y se han gastado cientos de miles de millones de dólares, ha fracasado miserablemente. La creencia de que ISIS está interesado solo en conflictos de musulmanes contra musulmanes es otro ejemplo de pensamiento fantasioso: ISIS ha mostrado que peleará con cualquiera que no se adhiera a su variante intolerante, puritana y violenta del Islam. ISIS difiere de Al Qaeda en que se trata de una organización militar bien dirigida que tiene mucho cuidado al elegir sus objetivos y el momento óptimo para operar.
Yihadistas.
Patrick Cockburn cuenta que en Libia en 2011, se minimizó cualquier similitud entre Al Qaeda y los rebeldes respaldados por la OTAN que luchaban para derrocar al líder libio Muammar Gaddafi. Solo los yihadistas que tenían un lazo operativo directo con el núcleo de Al Qaeda de Osama bin Laden eran considerados peligrosos. La falsedad de la simulación de que los yihadistas contrarios a Gaddafi en Libia eran menos amenazantes que quienes se encontraban en contacto directo con Al Qaeda quedó indefectible aunque trágicamente expuesta cuando el embajador estadounidense Chris Stevens fue asesinado por combatientes yihadistas en Benghazi, en septiembre de 2012. Fueron los mismos combatientes elogiados por los gobiernos y los medios occidentales por su papel en el levantamiento anti Gaddafi.

Patrick Cockburn
La guerra contra el terrorismo ha fracasado porque no se dirigió al movimiento yihadista como un todo y, por encima de todo, no tuvo como objetivo a Arabia Saudita y Paquistán, los dos países que patrocinaron el yihadismo como credo y como movimiento. Los Estados Unidos no lo hicieron porque estos países eran importantes aliados a quienes no deseaba ofender. 
Armas estadounidenses.
Arabia Saudita constituye un mercado enorme para las armas estadounidenses, y los saudíes han cultivado y, en ocasiones, comprado, a miembros influyentes del establishment político estadounidense. Paquistán es una potencia nuclear con una población de 180 millones de habitantes y una milicia con lazos cercanos al Pentágono.

Arabia Saudita.
El papel de Turquía ha sido distinto, pero no menos importante que el de Arabia Saudita en cuanto a brindar ayuda a ISIS y a otros grupos yihadistas. Su acción más importante ha consistido en mantener abierta su frontera de 900 kilómetros con Siria. Esto dio a ISIS, a Al-Nusra y a otros grupos de oposición una base de retaguardia segura a través de la cual ingresar hombres y armas.


Por otro lado, el nombre de Al Qaeda primordialmente ha sido un grito de batalla, una serie de creencias islámicas que se centran en la creación de un Estado islámico, la imposición de la ley sharia, un regreso a las costumbres islámicas, el sometimiento de la mujer, y el hacer la guerra santa en contra de otros musulmanes, particularmente los chiitas, considerados herejes dignos de morir. En el centro de esta doctrina de hacer la guerra se encuentra un énfasis en el autosacrificio y la inmolación como símbolos de fe y compromiso religioso. El resultado ha sido el uso de creyentes no entrenados, pero fanáticos, como hombres-bomba, con un efecto devastador.

Para los Estados Unidos, Inglaterra y las potencias occidentales, el surgimiento de ISIS y del califato es el más grande desastre. 

La guerra contra el terrorismo ha fracasado porque no se dirigió al movimiento yihadista como un todo y, por encima de todo, no tuvo como objetivo a Arabia Saudita y Paquistán

sábado, 20 de agosto de 2016

La importancia de la equidad a la hora de la retribución salarial.


Los últimos experimentos en teoría económica han confirmado la importancia de la equidad. Un experimento demostraba que subir el sueldo a los trabajadores que sentían que estaban siendo injustamente tratados tenía un efecto sustancial en la productividad y ninguno en los trabajadores que sentían que estaban siendo justamente tratados. O consideremos otra situación, donde un grupo de trabajadores realiza un trabajo similar. Cabría esperar que aumentar el sueldo a algunos y bajárselo a otros incrementara la productividad de los trabajadores con salarios más altos y que redujera la de los trabajadores con salarios más bajos, con lo que los efectos se compensarían. Pero la teoría económica,confirmada por los
Disminución de la productividad.
experimentos,sostiene que la disminución de productividad del trabajador con un sueldo más bajo es mayor que el aumento de productividad del trabajador con un sueldo más alto, de forma que la productividad total disminuye.


Renta en relación con la de los demás
Lo que cuenta (para la sensación de bienestar de un individuo, por ejemplo) no es solo la renta de un individuo en términos absolutos, sino su renta en relación con la de los demás.La enorme brecha entre recompensas privadas y rendimientos sociales que caracteriza a una economía de búsqueda de rentas implica que los incentivos que los individuos tienen ante sí a menudo encauzan sus actos en una dirección equivocada, y que quienes reciben elevadas recompensas no son necesariamente quienes han realizado las mayores aportaciones. En los casos en que las recompensas privadas de los de arriba exceden en una cuantía considerable su contribución social marginal, la redistribución podría al mismo tiempo reducir la desigualdad y aumentar la eficiencia.

subir el sueldo a los trabajadores que sentían que estaban siendo injustamente tratados tenía un efecto sustancial en la productividad y ninguno en los trabajadores que sentían que estaban siendo justamente tratados. 

la disminución de productividad del trabajador con un sueldo más bajo es mayor que el aumento de productividad del trabajador con un sueldo más alto

¿Por que la Iglesia alentó las Cruzadas?

Papa Urbano II
Cuando el Papa Urbano II en el 1.095 encendió el fuego de la cruzada en Clermont, cuando San Bernardo lo atizó en el 1.146 en Vézelay, pensaban transformar la guerra endémica de Occidente en una causa justa, la lucha contra los infieles. Querían purgar a la humanidad del escándalo de los combates entre correligionarios, dar al ardor belicoso del mundo feudal una salida digna, indicar a la cristiandad el gran objetivo, el gran proyecto capaz de forjar la unidad de pensamiento y de acción que le faltaba.
Cruzadas.
La Iglesia y el papado creían que, gracias a la cruzada de la que ellas asumían la dirección espiritual, tenían con ello en la mano el medio de dominar en Occidente incluso esa Respublica Christiana, conquistadora pero turbulenta, dividida interiormente e impotente para encerrar en sus límites su vitalidad. Ese gran proyecto fracasó. Pero la Iglesia había sabido responder a un deseo y logró hacer del espíritu de cruzada el aglutinante de las inquietudes ocultas de Occidente. 


Jerusalén celeste.
Un largo adoctrinamiento de la sensibilidad y de las mentalidades había preparado los corazones occidentales a la búsqueda de la Jerusalén celeste. La Iglesia mostró a los cristianos que esa imagen ideal estaba encarnada en la realidad y que se podía llegar hasta ella a través de la Jerusalén terrestre. La sed de vagabundeo que atenazaba a esos cristianos a quienes las realidades de la tierra no eran capaces de atar al suelo se veía de repente aplacada por una peregrinación de la que se podía esperar de todo: aventura, riqueza, y hasta la salvación eterna. La cruz era aún en Occidente no un símbolo de sufrimiento, sino de triunfo. Al colgarla al pecho de los cruzados, la Iglesia daba al fin a este emblema su verdadero significado y le devolvía la función que había desempeñado para Constantino y para los primeros cristianos.

viernes, 19 de agosto de 2016

Cada palabra tiene su significado.

Palabras.
James Salter pensaba que cada palabra tiene su significado y como tal hay que emplearla.

James Salter
En su libro ”Todo lo que hay” pone en boca de uno de sus personajes el siguiente discurso: No me gusta la palabra “gay”. Hay personas demasiado ilustres para llamarlas gais. Tal vez pueda hacerse en privado, pero los emperadores romanos no eran gais. Se bañaban desnudos en estanques con unos jóvenes entrenados para el placer, pero suena muy raro llamarlos gais. Depravados, voluptuosos, pedófilos, eso sí, pero no gais. El término destruye la dignidad de la perversión.


James Salter fue un escritor y novelista estadounidense. Fue oficial de carrera y piloto en las Fuerzas Aéreas Estadounidenses. Abandonó la profesión militar en 1957 tras publicar su primera novela The Hunters. Era uno de los más grandes escritores americanos de la segunda mitad del siglo XX.

jueves, 18 de agosto de 2016

El genocidio armenio.

Comité de los Jóvenes Turcos
Los Jóvenes Turcos soñaban con una nación unida y fuerte equiparable a cualquier Estado europeo. Ya basta de que Turquía sea «el enfermo de Europa». Para conseguirlo se propusieron homogeneizar el país: una buena poda de excrecencias raras que deje un tronco vigoroso, de raza turca pura y de religión islámica. 

Tirídates III
Una de las comunidades racial y culturalmente distintas que los Jóvenes Turcos se propusieron aniquilar es la armenia, que tiene su propia historia (más antigua que la turca), su propio idioma y su propia religión, la cristiana (que profesan desde que en 315 su rey Tirídates III se convirtió al cristianismo). Los armenios formaban un pueblo aparte, instalado en la meseta Armenia, entre el Cáucaso y el río Éufrates, en torno a los lagos Seván y Van, mucho antes de la constitución del Imperio otomano. El reino armenio se sometió a los conquistadores árabes en 661 a cambio de que éstos respetaran su religión y su autonomía política.
Los armenios con el Papa Francisco.
En el siglo XIX, Rusia se autoproclamó protectora de los armenios alegando que eran cristianos (un pretexto para inmiscuirse en la política turca). A cambio de esa protección, los armenios respaldaron a Rusia en sus ambiciones, especialmente en el Cáucaso. Esa relación conflictiva explica que, entre 1.894 y 1.896, el sultán turco Abdul Hamid II azuzara contra ellos a las tribus kurdas, que perpetraron una matanza de unos trescientos mil armenios, primer
Abdul Hamid II 
capítulo del genocidio.
 

En 1.914 Turquía estaba en guerra contra Rusia, la amiga de los armenios. ¿Qué mejor ocasión para exterminarlos acusándolos de connivencia con el enemigo? Los Jóvenes Turcos desarrollaron su plan en tres fases: primero arrestaron y eliminaron a los dirigentes armenios (líderes políticos o religiosos, intelectuales y potentados); después, alegando razones de defensa nacional, desarmaron e internaron en campos de concentración a la población masculina en edad de portar armas; finalmente, deportaron a los desiertos de Siria y Mesopotamia al resto de la población (niños, mujeres, ancianos) con el deliberado propósito de que durante el traslado, que se hizo a pie, perecieran de hambre, agotamiento y enfermedades. 

Eliminaron a un millón de armenios
En tres años eliminaron a un millón de personas, el grueso de la población armenia (y, de paso, también a la minoritaria facción cristiana de los asirio-caldeos). Otra comunidad numerosa en el Imperio otomano, la griega, se salvó del exterminio porque emigró a Grecia en los años veinte, al tiempo que los turcos que habitaban Grecia se mudaban a Turquía. Los restos de las iglesias griegas de Capadocia, excavadas en la roca y cubiertas de frescos coloristas, se han convertido hoy en una poderosa atracción turística.

Una de las comunidades racial y culturalmente distintas que los Jóvenes Turcos se propusieron aniquilar es la armenia

eliminaron a un millón de personas, el grueso de la población armenia 

miércoles, 17 de agosto de 2016

La patria primero, después mi negocio.

He sacado unas palabras del discurso del Papa Francisco en su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay que tendrían que ser leídas por los políticos españoles.



Yo les confieso, decía el Papa, que a veces a mí me da un poquito de alergia, o para no decirlo así en términos tan finos, un poquito de “moquillo”, el escuchar discursos grandilocuentes con todas estas palabras y, cuando uno conoce la persona que habla, dice: “Qué mentiroso que sos”. Por eso, palabras solas no sirven. Si vos decís una palabra comprométete con esa palabra, amasá día a día, día a día. ¡Sacrifícate por eso! ¡Comprométete! 


Para que haya diálogo es necesaria esa base fundamental. ¿Y cuál es la identidad en un país? (estamos hablando del diálogo social acá). El amor a la patria. La patria primero, después mi negocio. ¡La patria primero! Esa es la identidad. Entonces, yo, desde esa identidad, voy a dialogar. Si yo voy a dialogar sin esa identidad el diálogo no sirve. Además, el diálogo presupone y nos exige buscar esa cultura del encuentro. Es decir, un encuentro que sabe reconocer que la diversidad no solo es buena, es necesaria. La uniformidad nos anula, nos hace autómatas. La riqueza de la vida está en la diversidad. Por lo que el punto de partida no puede ser: “voy a dialogar pero aquel está equivocado”. No, no, no podemos presumir que el otro está equivocado. Yo voy con lo mío y voy a escuchar qué dice el otro, en qué me enriquece el otro, en qué el otro me hace caer en la cuenta que yo estoy equivocado, y en qué cosas le puedo dar yo al otro. Es un ida y vuelta, ida y vuelta, pero con el corazón abierto. Con presunciones de que el otro está equivocado, mejor irse a casa y no intentar un diálogo, ¿no es cierto? El diálogo es para el bien común, y el bien común se busca, desde nuestras diferencias, dándole posibilidad siempre a nuevas alternativas. 

En ese punto en que nos pusimos de acuerdo, manifiesta el papa Francisco, o en esos puntos en que nos pusimos de acuerdo, nos comprometemos y los defendemos. Es un paso adelante. Esa es la cultura del encuentro. Dialogar no es negociar. Negociar es procurar sacar la propia tajada. A ver cómo saco la mía. No, no dialogues, no pierdas tiempo. Si vas con esa intención no pierdas tiempo. Es buscar el bien común para todos. Discutir juntos, pensar una mejor solución para todos. 


El conflicto existe: hay que asumirlo, hay que procurar resolverlo hasta donde se pueda, pero con miras a lograr una unidad que no es uniformidad, sino que es unidad en la diversidad. Una unidad que no rompe las diferencias, sino que las vive en comunión por medio de la solidaridad y la comprensión. Al tratar de entender las razones del otro, al tratar de escuchar su experiencia, sus anhelos, podemos ver que en gran parte son aspiraciones comunes. 

el diálogo presupone y nos exige buscar esa cultura del encuentro. 

El conflicto existe: hay que asumirlo, hay que procurar resolverlo hasta donde se pueda, pero con miras a lograr una unidad que no es uniformidad, sino que es unidad en la diversidad.

Dialogar no es negociar