jueves, 31 de mayo de 2018

Los generales de château.

Motines del ejercito francés en 1917.

Lenin dirigiendose a las tropas rusas. 1917
En mayo de 1917, tras el fracaso de algunos planes de ofensiva particularmente duros, casi la mitad de las divisiones del ejército francés depuso las armas, negándose a volver a atacar a los alemanes hasta que sus quejas fuesen atendidas. En octubre de ese año, el ejército ruso, desilusionado por la inutilidad de sus sufrimientos, se limitó a “votar por la paz con los pies”, como dijo Lenin, permitiéndole a este transformar el vacío de poder que resultó de ello en una revolución política. En noviembre, el ejército italiano abandonó definitivamente la lucha a la que Cadorna lo había empujado sin descanso, con consecuencias que casi llevaron a Italia a la derrota. En el ejército alemán hubo una crisis de moral en septiembre de 1918, que llevó a Ludendorff a pedirle al gobierno alemán que negociara la paz. Incluso el ejército británico, como secuela de la retirada de marzo de 1918, sufrió una crisis de moral tan aguda que Haig tuvo que subordinar su mando al de los franceses, como única manera de conseguir refuerzos que sostuvieran su castigado frente. 

Ludendorff 
En el trasfondo de todas estas crisis espirituales, cuenta el historiador Sir John Desmond Patrick Keegan, estaba la rebelión psicológica de los soldados combatientes contra las exigencias del riesgo no compartido. Durante dos, tres, o incluso cuatro años, como en el caso del ejército alemán en septiembre de 1918, las órdenes habían emanado de una fuente invisible que les exigía heroísmo a hombres comunes, en tanto que ella misma no mostraba heroísmo alguno. Justo lo contrario, los generales de château habían llevado una vida de caballeros del campo, yendo en caballos bien domados de sus oficinas a sus residencias bien provistas, manteniendo horarios y comidas regulares, durmiendo todas las noches de campaña entre sábanas limpias, y, tras levantarse, calzándose botas limpias y vistiendo uniformes condecorados con las mayores distinciones de los soberanos aliados. Y mientras tanto, aquellos que se hallaban bajo su disciplina, los oficiales jóvenes y los soldados, se habían movido entre barracones con corrientes de aire y peligrosas trincheras, vistiendo ropas llenas de piojos y alimentándose con raciones pasadas, enterrando a sus amigos en rincones del campo cuando lo permitían las condiciones del frente, y jugando al fútbol en patios de granja para relajarse.

¿Acaso el juez de toda la tierra no hará justicia?


Si recordamos Sodoma, el santo patriarca Abraham trata de salvar a la pecadora ciudad de la ira de Dios, que quiere destruirla. Y regatea con Él como un astuto vendedor de coches de segunda mano. Cincuenta hombres rectos, cuarenta hombres rectos, treinta, veinte, tal vez diez. Cuando pierde la discusión vuelve los ojos a lo alto y pronuncia la osadísima sentencia: “¿Acaso el juez de toda la tierra no hará justicia?"

Esto es blasfemo, es osado, implica decirle al propio Dios; puede que seas el jefe ejecutivo pero no estás por encima de la ley. Puede que seas el legislador pero no estás por encima de la ley. Puede que seas la fuente de autoridad pero tendrás que justificarte ante un tribunal supremo de justicia. La justicia está por encima de ti… Una teoría difícilmente concebible en otras religiones. Y no es el único ejemplo. Los profetas solían discutir con Dios y a veces llegaban incluso a la acusación.


miércoles, 30 de mayo de 2018

Moral y política llevan caminos separados.



Moral y política llevan caminos separados. Por eso, siempre se juzgará un acontecimiento desde planos completamente distintos según se valore desde el punto de vista de la humanidad o de la ventaja política. En política no decide la justicia de una medida, sino su éxito.
Stefan Zweig opinaba que siempre se han construido los grandes edificios del Estado con los sillares de la dureza y la injusticia, siempre se han amasado sus cimientos con sangre; en política, los únicos que no tienen razón son los vencidos, y con paso broncíneo la Historia pasa por encima de ellos.

El ADN ha demostrado que todas las personas están estrechamente relacionadas entre sí.

 Origen africano de la humanidad. 
Durante los 50 últimos años, los descubrimientos de fósiles han empezado a señalar el origen africano de la humanidad y, en la actualidad, esta hipótesis ha sido plenamente confirmada a través de la investigación genética. El ADN ha demostrado que todas las personas están estrechamente relacionadas entre sí y que son mucho más parecidas que diferentes; también ha permitido identificar algunos de los aspectos biológicos idiosincrásicos que hacen que seamos humanos.

ADN humano.
El lugar que ocupa el hombre de Neandertal en nuestro árbol familiar ha generado una gran controversia. ¿Murieron estos antiguos habitantes de Europa cuando el Homo sapiens alcanzó el continente, o bien fueron asimilados al menos parcialmente a través de los cruzamientos? Mark Henderson contesta que en la actualidad, se ha conseguido recuperar una cantidad suficiente de material genético de fósiles de Neandertal como para secuenciar el genoma de la especie y resolver esta controversia. El ser humano moderno no parece tener nada del ADN del hombre de Neandertal. Si alguno de nuestros ancestros se apareó con neandertales, su descendencia no sobrevivió lo suficiente como para contribuir al genoma humano, tal como lo conocemos hoy día. Otro dato sorprendente que ha surgido del conocimiento del genoma del hombre de Neandertal es el hecho de que esta especie presentaba una versión del gen FOXP2 idéntica a la del ser humano moderno. Esto podría significar que los neandertales fueron capaces de desarrollar el lenguaje y que no eran los brutos que solamente emitían gruñidos como tan a menudo se les retrata en la cultura popular.

martes, 29 de mayo de 2018

Cuando el impresionismo era una nueva tendencia.


 Claude Monet
Al principio, cuando alguien decía que el impresionismo era la nueva tendencia artística, se mofaba la mayor parte del mundo del arte, compuesto por académicos, aún inmersos en el Renacimiento, dedicados al dibujo y el modelado. Al servicio de la hegemonía comercial del Salón, decían que las nuevas obras eran crímenes, absurdos y manchas de barro y acusaban a radicales como Claude Monet de hacer la guerra a la belleza. En los indignados editoriales de las revistas se comparaban estas nuevas obras con las realizadas por un mono al que se suministran pinturas; las calificaban de mera locura y, según Le Figaro, eran un espectáculo aterrador. 

Retrato de Charles y Georges Durand-Ruel,
La tormenta estalló en marzo de 1875. Un grupo de pintores, con una urgente necesidad de dinero (entre ellos Monet y Renoir), vendieron algunas de sus controvertidas obras a la mayor casa de subastas de la ciudad, el Hôtel Drouot. El suceso casi suscita un levantamiento. Los espectadores insultaban a los nuevos artistas y sus cuadros, burlándose de cada obra que se subastaba. Cuando se vendía alguna por poco dinero (cincuenta francos se pagaron por un paisaje de Monet) gritaban escarnios. “Pujo por el marco”, gritaba uno. El subastador temía acabar en un manicomio por culpa de la multitud desenfrenada. “Nos trataron como a imbéciles”, recordaba. Las cosas se pusieron tan feas que los organizadores tuvieron que llamar a la policía para evitar que el acto se convirtiera en una batalla campal.

Envidia.

Tocante al sentimiento de la envidia, de todos los sentimientos es el más inoportuno y constante; pues otros sentimientos se dan en ocasiones, por lo cual se dijo acertadamente: Invidia festos dies non agit, pues siempre actúa sobre uno u otros, manifiesta Francis Bacon. Y también es de notar, dice el filósofo, que la envidia abate al hombre, lo cual no hacen otros sentimientos porque no son tan constantes. Es también el más vil de los sentimientos y el más depravado; por esa causa es el atributo más apropiado del demonio, del cual se dice que durmiendo los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo; y siempre ocurre que la envidia opera sutilmente, en la sombra y en perjuicio de las cosas buenas, opina Bacon. 

lunes, 28 de mayo de 2018

Crisis.


A lo largo de la historia, los auges y crisis se han asociado a veces con la sobreinversión en nuevas tecnologías. La burbuja de las telecomunicaciones en los años noventa guarda un estrecho paralelismo con la experiencia del telégrafo y el teléfono, o las industrias del ferrocarril en sus días tempranos, y anárquicos, antes de convertirse en monopolios regulados. Los auges y las crisis también han estado asociados a menudo con iniciativas desreguladoras, sobre todo en el sector de las finanzas. La debacle de las cajas de ahorro es un ejemplo.

Una realidad construida.


Aunque los documentales y los informativos dan la impresión de reflejar la realidad, se trata, como cualquier periodista sabe, de una realidad construida. Más o menos manipulada, con mejores o peores intenciones, pero construida. 

Cuenta el profesor Daniel Tubau que en primer lugar hay que seleccionar entre lo que se tiene; ya esa selección refleja los gustos y a menudo la ideología del seleccionador. En segundo lugar, las imágenes son reales y el sonido es real, pero la mezcla quizá no lo sea. Si a las imágenes de una partida de cartas les añadimos un off, como la voz de alguien que recuerda "su última partida de cartas", estamos mostrando juntas dos cosas que hasta entonces habían estado separadas y, por tanto, establecemos una relación de causa y efecto muy poderosa. El siguiente paso manipulador es el orden en el que se coloca el material seleccionado. En los documentales dedicados a la vida salvaje casi nunca han sucedido las cosas como nos las muestran. Vemos a un
león mirando, después a unas gacelas pastando, tras esto a un león corriendo y, finalmente, un  león comiéndose a una gacela, pero lo más probable es que todo eso haya sucedido en días diferentes, o que ni siquiera haya sucedido. Cuando el león miraba, miraba a otro sitio, cuando corría lo hacía persiguiendo a un vulgar ratón, y la gacela que devoraba era un trozo de carne de vaca. En ocasiones ni siquiera es el mismo león el que hace todas esas cosas. Rodar documentales con animales salvajes es tan difícil como trabajar con niños, así que hay que buscar maneras de conseguir buenas imágenes y después unirlas, de tal modo que parezca una narración continua y causal.

domingo, 27 de mayo de 2018

¿Podía Dios ir más allá?

¿Podía Dios ir más allá en Su condescendencia, en Su acercamiento al hombre, conforme a sus posibilidades cognoscitivas? A esta pregunta, que nos solemos hacer con frecuencia, San Juan Pablo II contesta:

El hombre conoce no sólo los colores, los sonidos o las formas, sino que conoce los objetos globalmente; por ejemplo, no conoce sólo un conjunto de cualidades referentes al objeto hombre, sino que también conoce al hombre en sí mismo (sí, al hombre como persona). Conoce, por tanto, verdades extrasensoriales o, en otras palabras, transempíricas. No se puede tampoco afirmar que lo que es transempírico deje de ser empírico. De este modo, puede hablarse con todo fundamento de experiencia humana, de experiencia moral, o bien de experiencia religiosa. Y si es posible hablar de tales experiencias, es difícil negar que, en la órbita de las experiencias humanas, se encuentren asimismo el bien y el mal, se encuentren la verdad y la belleza, se encuentre también Dios. En Sí mismo, Dios ciertamente no es objeto empírico, no cae bajo la experiencia sensible humana; es lo que, a su modo, subraya la misma Sagrada Escritura: “a Dios nadie lo ha visto nunca ni lo puede ver” (cfr. Juan 1,18). Si Dios es objeto de conocimiento, lo es, como enseñan concordemente el Libro de la Sabiduría y la Carta a los Romanos, sobre la base de la experiencia que el hombre tiene, sea del mundo visible sea del mundo interior.

El hombre se reconoce a sí mismo como un ser ético, capaz de actuar según los criterios del bien y del mal, y no solamente según la utilidad y el placer. Se reconoce también a sí mismo como un ser religioso, capaz de ponerse en contacto con Dios.



¿Podía Dios ir más allá en Su condescendencia, en Su acercamiento al hombre, conforme a sus posibilidades cognoscitivas? Verdaderamente, parece que haya ido todo lo lejos que era posible. Más allá no podía ir. En cierto sentido, ¡Dios ha ido demasiado lejos! ¿Cristo no fue acaso “escándalo para los judíos, y necedad para los paganos”? (1 Corintios 1,23). Precisamente porque llamaba a Dios Padre suyo, porque lo manifestaba tan abiertamente en Sí mismo, no podía dejar de causar la impresión de que era demasiado. El hombre ya no estaba en condiciones de soportar tal cercanía, y comenzaron las protestas. Esta gran protesta tiene nombres concretos: primero se llama Sinagoga, y después Islam. Ninguno de los dos puede aceptar un Dios así de humano. “Esto no conviene a Dios, protestan. Debe permanecer absolutamente trascendente, debe permanecer como pura Majestad. Por supuesto, Majestad llena de misericordia, pero no hasta el punto de pagar las culpas de la propia criatura, sus pecados”.

En la Segunda Guerra Mundial murieron cuarenta millones de personas.


La cantidad de gente que murió como consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial en Europa es verdaderamente impresionante. Entre 35 y 40 millones de personas en total. Es decir, el equivalente entre la población total antes de la guerra de Polonia (35 millones) y la de Francia (42 millones). El mayor número absoluto de muertos en la guerra corresponde a la Unión Soviética, aproximadamente 27 millones de personas.

Casi todos los que sobrevivieron a la guerra habían perdido amigos y familiares en ella. En efecto, pueblos enteros, localidades enteras y hasta ciudades enteras habían sido borrados, y con ellos sus poblaciones.

sábado, 26 de mayo de 2018

La crisis de la socialdemocracia.


La crisis de la socialdemocracia no es solo española. “La socialdemocracia tiembla en Europa”, escribieron en el diario El País los periodistas Jordi Pérez Colomé y Kiko Llaneras. Casi todos los partidos socialdemócratas empezaron una caída en el año 2005 y no dejaron de precipitarse. A su cabeza figura el griego PASOK, que no es que haya caído, es que se ha derrumbado. Hasta ahora, los partidos socialistas europeos se alternaban en el poder con los conservadores con absoluta normalidad. 

La decadencia de la socialdemocracia a mitad de la década de 2010 fue analizada por The Economist en un informe que Felipe Sahagún resumió en estos términos: “Buena parte del voto socialista se ha ido a los populistas antimercado en el sur de Europa y antiinmigración en el norte, pero también a partidos de la izquierda alternativa (feministas, verdes, piratas…), a liberales, al centro-derecha, y al partido de los que se quedan en el sofá”.

El amor humano tiene la capacidad de llevar al hombre y a la mujer a la plenitud de humanidad.

*No hay que olvidar que el amor, como todo lo que es humano, está también hecho de polvo y barro. Una vez establecida esta premisa hay que decir que el amor humano, vivido como donación total, tiene la capacidad de llevar al hombre y a la mujer a la plenitud de humanidad. De ahí que posea una energía que es menor en otras relaciones humanas; y que pueda afirmarse que el enamoramiento es una característica del amor, más que una de sus fases. Hace, en efecto, descubrir al ser humano su vocación al amor esponsal más allá de los límites espacio temporales. Esta es la razón por la que no se reduce a mera caducidad, como el nacimiento, no pierde importancia frente a la vida entera, sino que se abre a ella.

El enamoramiento no es separable del amor que hace sabia a la razón, duradero al sentimiento, fuerte y decidida a la voluntad. La energía implicada en el enamoramiento, unida al amor y cuidada día tras día, hace posible afrontar las dificultades, superar el dolor, practicar la paciencia y mantener viva la esperanza. Porque el amor es una energía constructiva y el ser humano ha sido hecho para amar.


La paz conyugal debe ser el ambiente de la familia, porque es la condición necesaria para una educación honda y eficaz. San Josemaría Escrivá de Balaguer decía que los niños vean en sus padres un ejemplo de entrega, de amor sincero, de ayuda mutua, de comprensión; y que las pequeñeces de la vida diaria no les oculten la realidad de un cariño, que es capaz de superar cualquier cosa” (CONV, 108). En ocasiones, cuando hablaba, dice San Josemaría, a novios y a esposos, les decía que tenían que quererse, también con sus defectos (cfr. CONV 108). “Querer a alguien con sus defectos” conduce al conocimiento de que el amor no puede autolimitarse; está llamado a superar dificultades y crisis, e incluso errores, sin dejarse dominar por ellos, sino al contrario dominándolos para crecer en el amor y en la entrega.

*Fuente: Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer

viernes, 25 de mayo de 2018

Hay muchas mujeres que tienden a ocultar cuanto haya en ella de personal.

Hoy en día hay muchas mujeres que tienden a ocultar con todo cuidado cuanto haya en ella de personal para no agobiar con ello al hombre, para no ser para el hombre más de lo que este busca en ella, el tipo por el preferido.

Ese tipo de mujer, dice Viktor Frankl, quiere que los hombres se fijen en ella simplemente como un ser genérico; de aquí que se preocupe siempre de destacar en primer plano su corporalidad, lo que tiene de no específico; de ser impersonal y de presentar un tipo cualquiera, el que está de moda, el que más alto se cotiza en la feria de las vanidades eróticas. Trata de imitarlo con la mayor fidelidad posible aun a trueque de ser, con ello, infiel a sí misma, a su propio yo. No experimenta siquiera la ambición de crear por sí misma un nuevo tipo de mujer, de “marcar” la moda. Se contenta con representarlo. Gusta de presentar al hombre, espontáneamente, el “tipo” que él prefiere. Jamás se da a sí misma, jamás entrega amorosamente su propio yo. Por ese camino falso, la mujer va desviándose cada vez más de la auténtica vivencia amorosa, de la realización del verdadero amor.
Viktor Frankl

En vez de buscarse el uno al otro, añade Viktor Frankl, se repelen en realidad, pues para poder encontrarse es necesario que cada cual busque en el otro lo que tiene de único, lo que sólo se da una vez en la vida, es decir, lo que verdaderamente puede hacer de él un ser digno de ser amado, lo que hace digna de ser amada la vida propia.

Educando.


No se educa el paladar de nadie diciéndole que lo que está acostumbrado a comer, una col blanda y demasiado hervida, por ejemplo, es decididamente asqueroso, sino persuadiéndolo de que pruebe un plato de verduras bien preparadas. Es verdad que, en el caso de algunas personas, parece más efectivo decirles: “Solo a la gente vulgar le gusta la col demasiado hervida, la gente fina la prefiere al estilo chino”, pero los resultados suelen ser menos duraderos.

jueves, 24 de mayo de 2018

El autentico genio de Steve Jobs fue incrementar la eficacia de los productos de su empresa.

Steve Jobs
En noviembre de 2011, cuando se dedicaban toda clase de tributos póstumos al genio y líder de Apple, Steve Jobs, apareció un artículo en el semanario New Yorker. Su autor, Malcolm Gladwell, argumentaba que Jobs no fue el inventor de una máquina o de una idea que cambió el mundo; pocos seres humanos llegan a serlo. Lejos de ello, fue un brillante adaptador de anteriores inventos más burdos e ideas parciales de otras personas, que aprovechó, modificó y mejoró constantemente. Es decir, fue lo que en la jerga informática actual se conoce como tweaker, y su auténtico genio consistió en esforzarse en incrementar cada vez más la eficacia de los productos de su empresa.

¿Qué es lo que haría verdaderamente libre a una sociedad?


Si las democracias, sin dejar de serlo, pueden suprimir la libertad, al menos en el sentido en el que los liberales usaron esta palabra, ¿qué es lo que haría verdaderamente libre a una sociedad? Para Constant, Mill, Tocqueville y la tradición liberal a la que ellos pertenecen, una sociedad no es libre a no ser que esté gobernada por dos principios que guardan relación entre sí. Primero, que solamente los derechos, y no el poder, pueden ser considerados cómo absolutos, de manera que todos los hombres, cualquiera que sea el poder que les gobierne, tienen el derecho absoluto de negarse a comportarse de una manera que no es humana, y segundo,
Tocqueville
que hay fronteras, trazadas no artificialmente, dentro de las cuales los hombres deben ser inviolables, siendo definidas estas fronteras en función de normas aceptadas por tantos hombres y por tanto tiempo que su observancia ha entrado a formar parte de la concepción misma de lo que es un ser humano normal y, por tanto, de lo que es obrar de manera inhumana o insensata; normas de las que sería absurdo decir, por ejemplo, que podrían ser derogadas por algún procedimiento formal por parte de algún tribunal o de alguna entidad soberana. 

Cuando se habla de un hombre que es normal, dice Isaiah
Isaiah Berlin
Berlin, es que no se puede violar fácilmente las normas sin una desagradable sensación de revulsión. Tales normas son las que se violan cuando a un hombre se le declara culpable sin juicio o se le castiga con arreglo a una ley retroactiva; cuando se les ordena a los niños denunciar a sus padres, a los amigos, traicionarse uno al otro, o a los soldados, utilizar métodos bárbaros; cuando los hombres son torturados o asesinados, o cuando se hace una matanza con las minorías porque irritan a una mayoría o a un tirano. Tales actos, aunque sean legalizados por el soberano, causas horror incluso en estos días.

miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Los americanos se han dejado convencer por el tuit de un desconocido?


El presidente estadounidense, Donald Trump, exige parar la investigación rusa del fiscal especial Robert Mueller y citó su presunto coste de 20 millones de dólares como una de las razones para hacerlo, abriendo una nueva línea de ataque a la pesquisa que afecta a su entorno. El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani manifestó en una entrevista que "van a tener que explicar cómo demonios han derrochado 20 millones de dólares en una investigación que comienza sin ninguna prueba y acaba sin ninguna prueba”.

Los grandes medios y los políticos alegan que todas esas votaciones en las que el pueblo ‘ha votado mal’ han sido producto de la manipulación de las redes por parte de los rusos, que han esparcido las famosas ‘fake news’. ¿En serio? ¿De verdad? ¿Tan estúpidos nos creen? Es decir, escribe la periodista Candela Sande, que los americanos han descreído lo que les decían a todas horas la CBS, la ABC, el New York Times, el Washington Post o la CNN sobre lo terriblemente terrible que era Trump, pero se han dejado convencer por el tuit de un desconocido redactado en un mal inglés. Sí, seguro, suena súper verosímil, dice la periodista.

No hay más que un modo de gobernar a los hombres y es el de respetar sus costumbres, sus leyes y sus libertades.


Una de las grandes tonterías, mezcla de tontería y vileza, entre las muchas que han ido circulando por ahí estos últimos años es la de creer que pueden inventarse de la noche a la mañana nuevos sistemas de gobernar a los hombres y dirigirles, nuevos sistemas económicos o nuevos sistemas sociales, lo cual es como si se quisiera inventar de repente una nueva flora o una nueva fauna. No hay más que un modo de gobernar a los hombres con éxito, por lo menos desde que existe memoria histórica, es el de respetar sus costumbres, sus leyes y sus libertades.

Sir William Gladstone
Gladstone ante el discurso de un diputado conservador dijo: “Odio cada uno de los conceptos que está usted expresando, pero daría mi vida porque pueda expresarlos usted”. “Si todos los hombres menos uno fueran de la misma opinión y solo uno tuviera la opinión contraria, toda la humanidad no tendría más derecho a hacerle callar del que tendría la persona disidente a hacer callar a la humanidad”. Nadie ha citado más veces esta frase de John Stuart Mill que Churchill.

Hyde Park Corner 
"Un amigo mío americano, llegado recientemente a Inglaterra, paseaba el otro día por Hyde Park, cuenta Augusto Assía, cuando entre el tumulto de los oradores espontáneos salió una voz diciendo: La corrupta y brutal policía metropolitana. Mi amigo detuvo su coche y se puso a escuchar lo que el tribuno tenía que decir contra la policía, pero apenas había pasado un minuto cuando uno de los miembros de la corrupta y brutal policía metropolitana encargados de mantener el orden en Hyde Park Corner acercóse al coche y, con una amable sonrisa, pero sin el menor rictus irónico, rogole: “¿Quiere usted hacer el favor de apagar el motor? El ruido no deja oír bien al público lo que el caballero está diciendo”.

martes, 22 de mayo de 2018

Gregoriano.


El gregoriano se concibe en una sociedad religiosa y el músico actúa movido por sentimientos religiosos. Implica una mística sin la cual desaparecería la esencia de este canto. Sirve a un rito ordenado, la liturgia de la Iglesia.El gregoriano es como el instrumento vital de la plegaria. Por ello lo vital del gregoriano es el texto y los saltos de notas. No suele utilizar los contrastes porque pretende reflejar el concepto de “paz turbada”. A veces da el sentido de preguntas y respuestas con ecos melódicos. Actúa de manera sobria. No se puede concebir sin ligarlo al texto religioso. Es un canto latino cristiano que se combina para asegurar la paz. Prescinde de todo lo que pueda excitar los nervios. Es un canto unísono, a capella, sin instrumentos. Es reflejo de un espíritu emocional.
La cualidad característica del gregoriano es la falta de puntos de tensión que representa al resto de la música occidental. Cada nota de la melodía es independiente y tónica; cada punto tiene una dignidad y se impone al resto. Es la música de una sociedad que canta coralmente, como si cantaran al unísono todos los fieles. Es música para una comunidad en la que no existe diferenciación entre música popular y música culta. Se convertirá en la única música del occidente cristiano, que surgió de tradiciones romano bizantinas y se mantendrá mientras predomine el románico y lo impongan las condiciones sociales.



Carlos Javier Taranilla pone de manifiesto que el instinto de galos y francos termina provocando la aparición de dos ramas del gregoriano hacia nuevas formas musicales, los tropos y las secuencias. Los primeros surgieron en la abadía de Saint-Gall, basándose en comentarios intercalados en un texto litúrgico aplicando una sílaba a cada nota que desemboca en un diálogo, perdiéndose la monodia gregoriana. Las secuencias son parecidas a los tropos, pero más creativas, formadas por una estrofa cantada por un coro seguida de otras dos a cargo de un solista, añadiendo textos libres con una carga poética. Ambas formas musicales alcanzan su mayor difusión al ser acogidas por los seglares. Se inicia la polifonía, es decir, el canto a varias voces.

Para medir la desigualdad hay que medir la diferencia en cómo vive una persona de de menores ingresos respecto de una de mayores ingresos.

Si de medir desigualdad se trata, en lugar de medir las diferencias de ingresos, lo que debemos medir es qué diferencia existe en cómo realmente vive una persona del segmento de menores ingresos en la población respecto de una de mayores ingresos. Y ahí lo que importa son cosas como, por ejemplo, las diferencias de acceso a agua potable, alcantarillado, refrigeradores, televisores, electricidad, vestimenta, nutrición, salud y educación, las diferencias en la mortalidad infantil, en las expectativas de vida y vivienda, entre otras. Este hecho es de vital importancia porque resulta que una persona que gana cien millones de dólares al año, en realidad, no vive mucho mejor, en términos absolutos, que una que gana cincuenta mil dólares al año. También el millonario sólo puede usar un automóvil al mismo tiempo, comerse un plato de comida y vivir en una casa. Claro, él tendrá un Ferrari y el otro tendrá un Mazda, uno 
una mansión y el otro un apartamento más modesto, y suma y sigue. Pero ahí no hay una diferencia en términos absolutos. No ocurre que uno tenga coche y el otro no, que uno tenga agua potable y el otro no, que uno tenga una casa y el otro viva bajo un puente. Ambos se van al Caribe a veranear en el mismo avión. Uno se irá a un hotel de cinco estrellas y viajará en clase ejecutiva, y el otro irá en económica y a un hotel de tres o cuatro estrellas que, finalmente, no es tan distinto al de cinco. La calidad de vida es muy similar aunque la desigualdad de ingresos es gigantesca, escribe Axel Kaiser. Específicamente uno tiene un ingreso dos mil veces superior al otro, pero sería absurdo decir que tiene una calidad de vida real dos mil veces superior. Pero, además, el rico tampoco tiene el dinero como el tío Gilito en una bóveda en su casa donde se lanza a nadar todos los días. La tiene invertida en empresas, máquinas e instrumentos financieros que generan trabajo y productos para todos nosotros.



Hagopian y Ohanian advierten: “No conocemos evidencia persuasiva de que reducir la desigualdad de ingresos aumente el bienestar económico de la mayoría de los ciudadanos. De hecho, el estándar superior de calidad de vida en América y el crecimiento económico comparado con otras naciones avanzadas es evidencia de lo contrario. Aumentar impuestos a los americanos más productivos, aquellos que crean más trabajo en nuestra economía va a deprimir el crecimiento económico y a reducir oportunidades para los más desafortunados”. La redistribución estatal no mejora necesariamente los niveles de desigualdad en los ingresos y afecta las verdaderas oportunidades de conseguir estos ingresos de la gente más desfavorecida, dice Kaiser.

lunes, 21 de mayo de 2018

En el mercado ambas partes de un intercambio se benefician. Por tanto, en el mercado no puede haber explotación.


Antes del desarrollo de la ciencia económica, se pensaba que el intercambio y el mercado siempre beneficiaban a una parte a expensas de la otra. Esta es la raíz de la versión mercantilista del mercado. La economía ha demostrado que esto es una falacia, pues en el mercado ambas partes de un intercambio se benefician. Por tanto, en el mercado no puede haber explotación. Pero la tesis de un conflicto de
intereses sí es cierta siempre que el Estado o la administración intervengan en el mercado. Pues en este caso el interviniente gana solo a expensas de sujetos que pierden en utilidad. En el mercado todo es armónico. Pero tan pronto como aparece y se establece la intervención, se crea un conflicto en el que cada uno puede participar en la pelea por ser un ganador neto en lugar de un perdedor neto; por ser parte del equipo invasor, en lugar de una de las víctimas.

Esta coerción, dice Murray Rothbard, existe incluso en las
Murray Rothbard
democracias más directas, pero está doblemente presente en las repúblicas representativas, donde el pueblo nunca tiene la oportunidad de votar sobre asuntos, sino solo sobre los gobernantes. Solo pueden rechazar personas (y eso a largos intervalos) y si los candidatos tienen los mismos puntos de vista sobre los asuntos, el público no puede efectuar ningún tipo de cambio fundamental.

El tiempo.

Retrato del tiempo de Jorge Gallego.
El tiempo pasa, pero no es pasado. Viene, pero no está por venir. Sólo pasa, viene y llega el presente. Pero este presente sólo llega, como presente, en el instante mismo en que cesa. Intenta atraparlo, ya habrá pasado. Si el presente fuera siempre presente, señala san Agustín de Hipona, si no se convirtiera en pasado, “no sería tiempo, sería la eternidad”. Pero entonces, sigue diciendo San Agustín, “si el presente, para ser tiempo, ha de convertirse en pasado, ¿cómo podemos decir que es si sólo puede ser cesando de ser?”. La conclusión toma forma de paradoja: “Lo que nos permite afirmar que el tiempo es, es que tiende a cesar de ser”.

domingo, 20 de mayo de 2018

El corazón tiene razones que la razón no conoce.


“El corazón tiene razones que la razón no conoce” (Pascal. Pensamientos, 277). El “espíritu de geometría” utiliza la razón, mientras que el “espíritu de finura” usa el corazón. Cuando Pascal habla de corazón se está refiriendo a la inteligencia no reducida a la razón, no constreñida por las reglas lógicas y por el razonamiento hipotético, sino a la capacidad que tiene la inteligencia humana de penetrar en la esencia de lo real y de captar los principios que rigen la realidad. El “espíritu de finura” hace que se vea la cosa de golpe, de una vez y no mediante un razonamiento progresivo; es la intuición contra el razonamiento, lo infinito contra lo finito, lo inefable contra lo formulable. “Conocemos la verdad no sólo por la razón, dice, sino también por el corazón. De esta última manera conocemos los primeros principios, y es en vano que el razonamiento, que no tiene parte en ellos, trate de combatirlos” (Pascal. Pensamientos, 282). 


Pascal.
Para Pascal el corazón es ese instinto intelectual que capta los primeros principios, pero también una intuición vital que toca las fibras más íntimas del alma, que comprende la naturaleza de ese ser esencialmente paradójico que es el hombre: “una nada frente al infinito, un todo frente a la nada, un medio entre nada y todo”. Ese ser miserable, “gusano imbécil”, “cloaca de incertidumbre”, “desecho del universo”, desgarrado y paradójico, sólo se comprende a sí mismo en referencia a Dios. Pero Dios permanece oculto a la razón, es un deus absconditus, al que sólo se puede acceder mediante el corazón. El corazón es el que siente a Dios y no la razón, porque “Dios es sensible al corazón”. Por eso, las pruebas racionales para demostrar la existencia de Dios, Pascal está pensando en Descartes, están formuladas para convencer a “ateos endurecidos”, pero son estériles, porque llegan a lo sumo al Dios de los filósofos, a un “Dios sin Cristo”, autor de las verdades geométricas; no al Dios personal que salva al hombre y lo saca de su miseria. Pascal no pretende demostrar si Dios existe, para él es una verdad evidente, sino hasta dónde estamos dispuestos a comprometernos con Él.

La religión levanta al hombre, más allá del tiempo y el espacio, de la vejez y la muerte, a las regiones divinas.

Tiziano, "La bacanal de los andrios", Museo del Prado.
El libertinaje comienza a pulular y las perversiones de los instintos naturales se multiplican. Con la libertad de relaciones sexuales que en convivencia con las relaciones conyugales degenera poco a poco en licencia, encuentran terreno favorable a su difusión las enfermedades venéreas. Se discute todavía si la sífilis existió en Europa en todo tiempo o si fue importada después del descubrimiento de América. Lo cierto es que comenzó a extenderse como verdadera epidemia a principios del siglo XVI. En medio de las miserias que esta enfermedad provoca, el juego de amor del romanticismo caballeresco desaparece.

Ludwig von Mises
Existen muchos caminos que conducen al hombre a someterse a su efímero destino, dice el filósofo Ludwig von Mises. Al creyente la religión le proporciona consuelo y alivio, cuando liga su existencia individual al curso infinito de la vida eterna; ella le asigna un lugar seguro en el plan eterno de Aquél que creó y mantiene a los mundos. Así, la religión lo levanta, más allá del tiempo y el espacio, de la vejez y la muerte, a las regiones divinas.

La gran masa de los hombres, tristes y apáticos, se engolfan en la rutina diaria sin pensar en el mañana, y se convierten en esclavos de sus costumbres y sus pasiones, manifiesta Ludwig von Mises.

sábado, 19 de mayo de 2018

La tasa de suicidios en el mundo desarrollado es mucho más elevada que en las sociedades menos desarrolladas.


A pesar de la mayor prosperidad, confort y seguridad, la tasa de suicidios en el mundo desarrollado es mucho más elevada que en las sociedades menos desarrolladas. En Perú, Guatemala, Filipinas y Albania (países en vías de desarrollo con pobreza e inestabilidad política), cada año se suicida una de cada 100 000 personas. En países ricos y pacíficos como Suiza, Francia, Japón y Nueva Zelanda, anualmente se quitan la vida 25 de cada 100 000 personas. En 1985, la mayoría de los surcoreanos eran pobres, no tenían estudios, estaban apegados a las tradiciones y vivían en una dictadura autoritaria. En la actualidad, Corea del Sur es una potencia económica destacada, sus ciudadanos figuran entre los mejor educados del mundo, y cuenta con un régimen estable y comparativamente democrático y liberal. Pero mientras que en 1985 nueve de cada 100 000 surcoreanos se quitaban la vida, hoy en día la tasa anual de suicidios en el país supera el triple de la de aquel año, 30 de cada 100 000.

Por otro lado, diversos estudios acreditan que la búsqueda de la felicidad mediante la bioquímica es la causa número uno de la criminalidad en el mundo. La mitad de los reclusos de las prisiones federales de Estados Unidos han ingresado en ellas debido a las drogas; el 38 por ciento de los prisioneros italianos cumplían condena por delitos relacionados con drogas; el 55 por ciento de los presos del Reino Unido han cometido sus crímenes en relación con el consumo o con el tráfico de drogas. Un informe indica que el 62 por ciento de los convictos australianos se hallaban bajo la influencia de drogas cuando cometieron el crimen por el que fueron encarcelados. Las personas beben alcohol para olvidar, fuman marihuana para sentirse en paz y consumen cocaína y metanfetaminas para sentirse poderosos y seguros, mientras que el éxtasis les proporciona sensaciones de euforia. Lo que algunas personas esperan obtener estudiando, trabajando o sacando adelante a una familia, otras intentan obtenerlo  mediante la adecuada administración de moléculas. Esto constituye una amenaza existencial al orden social y económico, razón por la que los países libran una guerra tenaz, sangrienta y desesperada contra el crimen bioquímico, escribe el profesor Yuval Noah Harari.