martes, 28 de febrero de 2017

Economía del bien común.


La economía real actual mide el éxito económico con valores o indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios. Estas medidas dejan a un lado a los seres humanos y al medio natural. Estos indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, si se vive en una dictadura, si agotamos los recursos del medio natural, si se respetan los derechos humanos, etc. Del mismo modo, que una empresa tenga beneficios no nos dice nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre aquello que produce ni cómo lo hace. 

El balance del bien común mide cómo trabaja una empresa
con respecto la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica, la práctica democrática con los trabajadores, los proveedores y clientes. La evaluación de estos indicadores podrá permitir al consumidor elegir los productos. 
Economía del bien común.
La implantación del modelo teórico empezó en octubre de 2010 con un grupo de empresas de diferentes países que participan activamente aplicándose voluntariamente los parámetros del proyecto de economía del bien común. El grupo se ha transformado en un movimiento político que presiona al gobierno a fin y efecto de que los principios teóricos acaben por desarrollarse definitivamente en leyes. Los salarios allá donde se está implantando esta nueva economía no siguen la filosofía normal del capitalismo, sino que el bien común también se aplica a nivel interno. No existe una normativa general, ya que depende de cada empresa y de cada situación y contexto.

lunes, 27 de febrero de 2017

Derrocar a los tiranos sugiere que el gobernante ha de responder a la confianza que se le tiene.

Tomás  de Aquino
Es evidente que sería un anacronismo el pintar a santo Tomás  de Aquino haciendo declaraciones sobre el totalitarismo del siglo XX. Pero si por totalitarismo entendemos la teoría de un Estado absoluto, fuente de moral y único árbitro de lo bueno y lo malo, de la verdad y la falsedad, debemos decir que el totalitarismo es incompatible con la teoría política de santo Tomás. Es verdad que Santo Tomas a veces habla del individuo como de una “parte” de la comunidad, considerada como un “todo”, y que establece una comparación entre la subordinación de un miembro físico, un brazo, por ejemplo, a todo el cuerpo, y la subordinación de un ciudadano individual al bien de la comunidad toda. Pero ciertamente no consideró que los derechos del Estado sobre sus miembros fueran absolutos. Ya que no por otra causa, su fe en el destino sobrenatural del hombre y en la posición de la Iglesia le hubieran impedido aceptar la noción del poder absoluto del Estado. 

Pero, haciendo a un lado su fe en la misión divina e independiente de la Iglesia, su teoría de la legislación no se presta a ser usada en una teoría política totalitaria. Pues el santo consideraba que la función de la ley humana positiva era, primariamente, definir claramente y apoyar, por medio de sanciones temporales, la ley natural, cuando menos en todos los casos en que es necesario para el bien público. Por ejemplo, si tomamos el precepto del Decálogo, “No matarás”, vemos que es obviamente muy vago. ¿Qué acciones han de ser consideradas como “asesinato” y qué muertes no han de ser clasificadas como tales? Una de las funciones de la ley humana positiva, es decir, de la Ley del Estado, es definir tales conceptos tan claramente como sea posible y decretar las sanciones temporales que la ley natural no proporciona, dice Frederick Copleston. Desde luego, esto no significa que la legislación deba limitarse a definir prohibiciones que pueden ser más o menos claramente deducidas de la ley moral. 

Copleston añade que la legislación debe ser compatible con
Copleston 
la ley moral. Dado que la función de la legislación es promover el bien común, el criterio para distinguir la bondad y la maldad, dentro de la legislación, es su relación,discernida por la razón, con ese fin. Pero no se sigue que todo precepto y toda prohibición de la ley moral deban estar incorporados a la legislación; existen muchos casos en que esto no conduciría al bien público y haría más mal que bien. Empero, el Estado no está autorizado en ningún caso a aprobar una legislación que vaya en contra de la ley natural. “Toda ley humana tendrá carácter de ley en la medida en que se derive de la ley de la naturaleza; y si se aparta en un punto de la ley natural, ya no será ley, sino corrupción de la ley”, dirá Santo Tomas. Y santo Tomás exigía naturalmente de los gobernantes cristianos que respetaran la ley divina positiva, interpretada por la Iglesia. Desde este punto de vista acerca de la relación entre la ley humana positiva y la ley moral natural, se concluye que las leyes justas tienen obligatoriedad para la conciencia. Por otra parte, las leyes injustas no la tienen. 
Legislador


Santo Tomás afirma que una ley es injusta cuando impone cargas a los ciudadanos, no para el bien común, sino para satisfacer la avaricia o la ambición del legislador; si al establecer la ley, el legislador va más allá de sus poderes; o si se imponen cargas (impuestos, por ejemplo) en forma injusta y desproporcionada. “Tales leyes son más bien violencias por eso no obligan en el foro de la conciencia, si no es para evitar el escándalo y el desorden” manifiesta Santo Tomas. Las leyes también pueden ser injustas por contravenir la ley divina positiva, y “nunca es lícito observar estas leyes”. Por lo que respecta a aquellos que persisten en promulgar leyes injustas, se trata de “tiranos”, y los gobernantes de este tipo pueden ser legítimamente derrocados, ya que son culpables de abusar
Tiranos del siglo XX
de su posición y de su poder, a menos que haya razón para creer que la rebelión daría como resultado un estado de cosas tan malo como el que se trataba de remediar. La opinión de que es legítimo derrocar a los tiranos sugiere que el gobernante ha de responder a la confianza que se le tiene y no puede abusar de ella.

las leyes justas tienen obligatoriedad para la conciencia. Por otra parte, las leyes injustas no la tienen. 

una ley es injusta cuando impone cargas a los ciudadanos, no para el bien común, sino para satisfacer la avaricia o la ambición del legislador

Las leyes también pueden ser injustas por contravenir la ley divina positiva, y “nunca es lícito observar estas leyes”.

Distintas razones por las que llorar.

Estuve leyendo el libro de Julio Llamazares titulado “Distintas formas de mirar el agua”.En la pagina 30 se lee el pensamiento de la nieta. 
Dice el libro: 
…..yo también lloro con facilidad y soy joven todavía. Y, si estoy sola, es porque quiero estarlo (ya tendré tiempo de complicarme la vida como mi hermana cuando me parezca). 
Pero yo lloro por cosas muy diferentes: por una puesta de sol, por una escena de una película, por la música que suena en un bar de copas y que me recuerda a alguien… 
Mi abuela, en cambio, como mi madre, como la mayoría de las mujeres a las que conozco, con excepción de algunas de mis amigas, lloran siempre por sus hijos, por sus padres, por sus hermanos, siempre por otras personas, nunca por ellas. 
Mi abuela, por ejemplo, lleva llorando dos días por su marido (y mi madre por su padre igual), pero ninguna de las dos llora por ellas, cuando deberían hacerlo, pues son las que se quedan huérfanas.


domingo, 26 de febrero de 2017

A las cajas de ahorros se las llevó la corrupción.

Durante mucho tiempo, hasta que la corrupción se instaló en España, las cajas de ahorros fueron un invento formidable que garantizaba que los beneficios del sector financiero revirtiesen en la sociedad que los generaba. Pero ya sabemos que la ambición personal, el egoísmo, la corrupción y los intereses particulares tergiversan y corrompen los instrumentos económicos. 
corrupción
A las cajas de ahorros no se las llevó por delante la crisis inmobiliaria; se las llevó por delante la dejación de funciones de sus órganos de poder, solo interesados en que los aparentes beneficios que reportara la burbuja inmobiliaria sirvieran para financiar los partidos políticos, sindicatos y grupos de poder a los que rendían pleitesía y, de paso, alimentar la corrupción de la que ha sido víctima nuestro país.

la corrupción y los intereses particulares tergiversan y corrompen los instrumentos económicos. 



Economistas.

Fernando Trías cuenta la siguiente anécdota, un economista vuelve al cabo de varios años a su universidad para dar una conferencia, y decide aprovechar para saludar a un antiguo profesor. Va a su despacho, y tras charlar un rato ve un examen sobre la mesa, así que lo coge, lo mira, y le dice al profesor: —Oye, ¡pero si este examen es el mismo que nos pusiste a nosotros hace 12 años! —Sí. Tengo solo tres exámenes, y los voy repitiendo cíclicamente. —¿Y no tienes miedo de que alguien lo descubra y lo copie? —¡Qué dices! ¿No ves que las respuestas cambian de año en año? De hecho, se dice que el de la economía es el único campo en el que dos personas pueden obtener el premio Nobel por decir uno exactamente lo contrario del otro.

sábado, 25 de febrero de 2017

El crimen político.


Crímenes políticos.
El valor de una vida humana no es absoluto en las diferentes épocas y los diferentes espacios, cada época lo mide de otro modo, la moral siempre es relativa, cuenta Stefan Zweig. Nuestro mundo es mucho más indulgente con el crimen político de lo que lo fue el siglo XIX, y del mismo modo el siglo XVI no fue una época de grandes reparos. Los escrúpulos de conciencia eran completamente ajenos a una época que no extraía su moral de las Sagradas Escrituras, sino de Maquiavelo: quien quería un trono no solía agobiarse
Maquiavelo.
mucho con consideraciones sentimentales y fijarse en si sus peldaños aún estaban mojados con sangre derramada. Al fin y al cabo, la escena de Ricardo III en la que la reina tiende la mano al hombre que sabe un asesino es obra de un contemporáneo, y a los espectadores no les parecía en absoluto inverosímil. Para ser rey, uno asesinaba, envenenaba a su padre, a su hermano, se lanzaba a la guerra a miles de inocentes, se arrebataba, se eliminaba sin preguntar por el derecho, y casi no se encuentra una sola casa real en la Europa de entonces en la que no se cometieran abiertamente tales crímenes.
Stefan Zweig
Cuando había una corona en juego, niños de catorce años se casaban con matronas de cincuenta y muchachas impúberes con ancianos que podían ser sus abuelos, no se preguntaba demasiado por la virtud, la belleza, la dignidad y la moral, se contraía matrimonio con imbéciles, jorobados y paralíticos, sifilíticos, lisiados y criminales.

viernes, 24 de febrero de 2017

Modernidad.

Pío Collivadino plasmó el paisaje de una Buenos Aires que vivía una transición a la modernidad.
Octavio Paz en el discurso que pronuncio al recibir el Premio Nobel manifestaba que “en la búsqueda de la modernidad nos llevó a descubrir nuestra antigüedad, el rostro oculto de la nación. Inesperada lección histórica que no sé si todos han aprendido. Entre tradición y modernidad hay un puente. Aisladas, las tradiciones se petrifican y las modernidades se volatilizan; en conjunción, una anima a la otra y la otra le responde dándole peso”. 

La guerra en Oriente Medio.

Golda Meir
Golda Meir opinaba que la guerra en Oriente Medio duraría aún muchos, muchos años. “Y le diré por qué, añadía, por la indiferencia con que los dirigentes árabes envían a morir a
su propia gente, por lo poco que cuenta para ellos la vida humana, por la incapacidad de los pueblos árabes para rebelarse y decir basta. ¿Recuerda cuando Kruschev denunció los delitos de Stalin durante el vigésimo congreso del partido comunista? Se alzó una voz del fondo de la sala que dijo: “Compañero Kruschev, ¿y tú dónde estabas?”. Kruschev escrutó a los asistentes en busca de su rostro, no lo encontró y preguntó: “¿Quién ha hablado?”. Nadie contestó. “¿Quién ha hablado?”, preguntó de nuevo
Kruschev
Kruschev. Y tampoco esta vez nadie contestó. Entonces Kruschev exclamó: “Compañero, yo estaba donde tú estás ahora”. Pues bien, el pueblo árabe está precisamente donde estaba Kruschev, donde estaba el que lo acusaba sin atreverse a mostrar la cara. A la paz con los árabes sólo se podría llegar a través de una evolución por su parte, que incluyera la democracia. Pero vuelva a donde vuelva los ojos, no veo ni sombra de democracia. Veo solamente regímenes dictatoriales. Y un dictador no tiene por qué dar cuentas a su pueblo de una paz que no hace. Ni siquiera tiene por qué rendir cuentas de los muertos. ¿Quién ha sabido jamás cuántos soldados egipcios han muerto en las dos últimas guerras? Sólo las madres, las hermanas, las esposas, los parientes que no les han visto volver. Los dirigentes no se preocupan ni de saber dónde están sepultados, ni si están sepultados. Nosotros, en cambio…
Soldados egipcios en el Sinaí 
Cada muerte, para nosotros, es una tragedia. A nosotros no nos gusta hacer la guerra, ni siquiera cuando la ganamos. Después de la última no había alegría en nuestras calles. No había bailes, ni cantos, ni fiestas. Y hubiera tenido que ver a nuestros soldados que regresaban victoriosos. Eran, cada uno de ellos, el vivo retrato de la tristeza. No sólo porque habían visto morir a sus hermanos sino porque habían tenido que matar a sus enemigos. Muchos se encerraban en su habitación y no volvían a hablar. O, a veces, abrían la boca para repetir como una cantinela: “He tenido que disparar. He matado”. Precisamente lo contrario que los árabes. Después de la guerra ofrecimos a los egipcios un intercambio de prisioneros. Setenta de los suyos por diez de los nuestros. Contestaron: “Pero los vuestros son oficiales, los nuestros son fellahin. Imposible”. Fellahin, campesinos. Temo…”


A la paz con los árabes sólo se podría llegar a través de una evolución por su parte, que incluyera la democracia

¿Quién ha sabido jamás cuántos soldados egipcios han muerto en las dos últimas guerras? Sólo las madres, las hermanas, las esposas, los parientes que no les han visto volver

jueves, 23 de febrero de 2017

Golda Meir siempre decía que si le daban un vaso de agua, el agua tiene que estar limpia.

Golda Meir
Golda Meir siempre decía que si le daban un vaso de agua, el agua tiene que estar limpia, y añadía: “Si no, no la bebo. Soy así, me gustan las cosas limpias. Un querido amigo mío me dijo una vez: “Golda, no seas tan rígida. No hay cosas morales e inmorales. Hay cosas bellas y cosas feas”. Supongo que tenía razón. Incluso supongo más: que la misma cosa puede ser hermosa y fea. Porque a algunos les parece bella y a otros fea. No obstante… No sé cómo explicarme… Tal vez así: el amor siempre es bello, pero el acto de amor con una prostituta es feo”.


el amor siempre es bello, pero el acto de amor con una prostituta es feo

Datos salvajes.

La razón por la que el sistema de traducción de Google funciona bien no es porque disponga de un algoritmo más inteligente. Funciona bien porque sus creadores, como hicieron Banko y Brill en Microsoft, lo abastecieron de más datos, y no sólo de alta calidad. Google fue capaz de usar un conjunto de datos decenas de miles de veces mayor que el del Candide de IBM porque aceptó la confusión. El corpus de un billón de palabras que Google dio a conocer en 2006 se recopiló a partir de todo el aluvión de contenido de internet; “datos salvajes”, por así decir. Ese fue el “conjunto de datos de entrenamiento” mediante el cual el sistema pudo calcular la probabilidad, por ejemplo, de que una palabra siguiese a otra en inglés. Era muy distinto de su abuelo en este campo, el célebre corpus de Brown de la década de 1960, que suponía un total de un millón de palabras inglesas. 

Peter Norvig
El usar el conjunto de datos más amplio permitió grandes avances en el procesamiento de lenguajes naturales, sobre el que se basan los sistemas para tareas como el reconocimiento de voz y la traducción por ordenador. “Los modelos simples y con un montón de datos vencen a los sistemas más elaborados basados en menos datos”, escribió Peter Norvig, gurú de la inteligencia artificial de Google, junto con unos colaboradores en un artículo titulado “La efectividad irrazonable de los datos”. Como explicaron Norvig y sus coautores, la clave estaba en la confusión: “De alguna forma, este corpus supone un paso atrás respecto al corpus de Brown: procede de páginas web sin depurar, por lo que contiene oraciones truncadas, errores ortográficos, gramaticales y de todo tipo. No se ha anotado, etiquetado ni corregido cuidadosamente a mano las distintas partes de la oración. Aun así, el hecho de ser un millón de veces más amplio que el corpus de Brown compensa.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Luis guárdanos un sitio en la casa del Amigo.

Santa María de Leyre.
En el evangelio de san Juan se encuentran afirmaciones de Jesucristo bien explícitas: “A vosotros os he llamado amigos” (Jn 15, 15), y refiriéndose a sí mismo: “nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13). El llanto por la muerte de su amigo Lázaro, la tristeza ante la deserción del joven rico, el diálogo con Judas en el huerto de los olivos, son sin duda muestras de la amistad de Jesús, de la intimidad con sus amigos.
Luis guárdanos un sitio en la casa del Amigo.

La razón profana es impotente para abordar el problema de Dios.

Pascal aconseja a los que no creen en Dios que deben empezar conduciéndose como si Dios existiera, es decir, debe dominar las propias pasiones; pero Pascal espera que si un libertino, a quien él se dirige, cumple los requisitos “externos” de la vida cristiana, pronto adquirirá una fe auténtica y descubrirá que al renunciar a sus pecaminosas costumbres, no ha perdido nada, en realidad, y que el dinero que creía haber perdido era papel sin valor.

El intentaba mostrar, dice el profesor Leszek Kolakowski,que
Leszek Kolakowski
la fe cristiana, aunque arriesgada, lo es mucho menos que su rechazo y que, una vez aceptada por razones prácticas, paso a paso se convertirá en auténtica; un escéptico que haya decidido apostar por Dios pronto advertirá cuánta razón tuvo, no sólo en términos del cálculo de pérdidas y ganancias, sino en términos de conocimiento: todos los desesperados absurdos del destino humano van a adquirir sentido a la luz de la revelación. 
Pascal.
Pascal consideraba que la razón profana es impotente para abordar el “problema de Dios” y que, estrictamente hablando, tal problema no existe, porque Dios no es una cantidad desconocida en una ecuación que tenemos que resolver, sino una realidad que se le aparece al creyente en el acto del culto y ningún invento intelectual, por ingenioso que sea, puede, por su propia fuerza, impulsarnos a realizar esos actos ni otros actos. 


la fe cristiana, aunque arriesgada, lo es mucho menos que su rechazo 

Pascal aconseja a los que no creen en Dios que deben empezar conduciéndose como si Dios existiera

todos los desesperados absurdos del destino humano van a adquirir sentido a la luz de la revelación

martes, 21 de febrero de 2017

Una inmigración islámica importante y sostenida producirá países divididos en colectividades cristianas y musulmanas.

Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS) 
En 1991 el analista inglés Barry Buzan veía muchas razones para afirmar que estaba empezando a manifestarse una guerra fría entre Occidente y el islam, en la que Europa estaría en primera línea. Esta circunstancia tiene que ver en parte con la contraposición entre valores laicos y religiosos, en parte con la rivalidad histórica entre la cristiandad y el islam, en parte con los resentimientos por el dominio occidental de la estructuración política poscolonial de Oriente Próximo y Oriente Medio, y en parte con la amargura y humillación de la comparación odiosa entre los
logros de las civilizaciones islámica y occidental en los últimos dos siglos. Además, señaló, una “guerra fría societal con el islam serviría para fortalecer la identidad europea en conjunto en un momento crucial para el proceso de la unión europea”. De ahí que “pueda muy bien haber en Occidente un grupo numeroso dispuesto, no sólo a apoyar una guerra fría societal con el islam, sino a adoptar posturas que la alienten”. 
Bernard Lewis
En 1990, Bernard Lewis analizaba “Las raíces de la ira musulmana”, y concluía: “Actualmente debemos tener claro que nos enfrentamos a una disposición de ánimo y a un movimiento que trascienden en mucho el plano de los problemas y de las medidas y los gobiernos que las adoptan. Es nada menos que un choque de civilizaciones, esa reacción quizá irracional, pero ciertamente histórica, de un antiguo rival contra nuestra herencia judeo-cristiana, y la expansión de ambos por todo el mundo. Es de importancia crucial que, por nuestra parte, eso no nos mueva a una reacción igualmente histórica, pero también igualmente irracional, contra ese rival.” Observaciones parecidas llegaban del mundo islámico. “Hay signos inequívocos, afirmó un importante periodista egipcio, Mohammed Sid-Ahmed, en el año 1994, de un choque cada vez mayor entre la ética occidental judeo-cristiana y el movimiento de renacimiento islámico, que actualmente se extiende del Atlántico, al oeste, hasta China, al este”. Un destacado musulmán indio predijo en 1992: “Está claro que la siguiente confrontación de Occidente va a producirse con el mundo musulmán. Es en la extensión de las naciones islámicas,desde el Magreb a
Paquistán, donde comenzará la lucha por un nuevo orden mundial”.En los años ochenta y noventa, la tendencia general en el islam ha seguido una dirección anti occidental. En parte, ésta es la consecuencia natural del Resurgimiento islámico y la reacción contra lo que se considera occidentoxicación de las sociedades musulmanas. La “reafirmación del islam, sea cual sea su forma sectaria concreta, supone el repudio de la influencia europea y estadounidense en la sociedad, política y moralidad locales”.

Las colectividades musulmanas, sean turcas en Alemania o argelinas en Francia, no se han integrado en las culturas que las acogen y, para preocupación de los europeos, muestran pocos signos de llegar a hacerlo. “Hay un temor creciente en toda Europa,dijo Jean Marie Domenach en 1991, a una colectividad musulmana que atraviese las líneas europeas, una especie de decimotercera nación de la Comunidad Europea”. Pierre Lellouche en 1991: “La historia, la proximidad y la pobreza aseguran que Europa están destinadas a ser arrolladas por gente procedente de las sociedades fracasadas del sur. El pasado de Europa fue blanco y judeo-cristiano. El futuro no”. 
Musulmanes en el Día de Oración en París.
El grado en que los inmigrantes musulmanes y sus hijos quieren ser asimilados no está nada claro. De ahí que sea probable que una inmigración importante y sostenida produzca países divididos en colectividades cristianas y musulmanas.

La historia, la proximidad y la pobreza aseguran que Europa están destinadas a ser arrolladas por gente procedente de las sociedades fracasadas del sur

Conservadurismo.

Tennyson
A veces se retrata injustamente el conservadurismo como una opción meramente reaccionaria, una forma de obsesión por lo antiguo, fijada en el pasado sin más razón de peso que el que sea pasado. El poeta británico Alfred, lord Tennyson, mostró que entendía mejor el concepto en su poema Hands all Round (1882): “El hombre que es un auténtico conservador / es el que poda la rama podrida”. “Pero, añadió más adelante en una conversación con el filósofo escocés William Angus Knight, la rama debe estar podrida antes de arriesgarnos a podarla”.

El conservadurismo otorga gran valor a la tradición y la sabiduría extraídas de las prácticas y costumbres de las generaciones previas. Esta reserva de conocimiento acumulado, que excede con creces la inteligencia de
G.K. Chesterton
cualquier individuo, es, en opinión de Burke, el valor más preciado de la sociedad, una herencia sagrada que debe ser asumida por una generación y transmitida con reverencia a la siguiente. La tradición, apuntó el escritor inglés G. K. Chesterton, es la “democracia de los muertos”, que implica “conceder el voto a la más oscura de todas las clases, nuestros antepasados”.

La naturaleza conservadora es profundamente suspicaz frente a los planes frívolos de los visionarios y los planificadores políticos,manifiesta Ben Dupré, las utopías, panaceas y fantasías volátiles (en expresión de Burke), que, según muestra la amarga experiencia, convierten los sueños de progreso y mejora social en pesadillas de retroceso o represión.

Edmund Burke
“Existe algo más que la simple alternativa entre la destrucción absoluta y la existencia sin reformar, comentaba Burke,una disposición a preservar y una capacidad para mejorar, tomadas en conjunto, serían mi estándar para un estadista. Todo lo demás es vulgar en su concepción y peligroso en su realización”.

La naturaleza conservadora es profundamente suspicaz frente a los planes frívolos de los visionarios y los planificadores políticos

disposición a preservar y capacidad para mejorar

lunes, 20 de febrero de 2017

En la belleza, Dios y el diablo combaten, y el campo de batalla es el corazón del hombre.

Paisaje de montaña en China.
No sé si vemos la belleza o si la belleza nos llega a través de formas, que pueden ser verbales o escultóricas, o auditivas en el caso de la música, decía Borges. Walter Pater dijo que todas las artes aspiran a la condición de la música. Ahora, Borges  cree que eso puede explicarse porque en la música el fondo y la forma se confunden. Es decir, usted puede contar el argumento, digamos, de un cuento,posiblemente traicionándolo, o el argumento de una novela, pero no puede contar el argumento de una melodía, por sencilla que sea. Stevenson dijo que un personaje literario no es otra cosa que una sarta de palabras. 
Al mismo tiempo, es necesario que lo sintamos como algo que no sea esa mera sarta de palabras, es necesario que creamos en él, me parece, dice Borges. Es necesario
Borges.
 
que de alguna manera sea real. Sí, porque  que si sentimos a un personaje como a una sarta de palabras, ese personaje no ha sido creado felizmente o acertadamente.Por ejemplo, tratándose de una novela, debemos creer que los personajes viven más allá de lo que el autor nos dice de ellos. Por ejemplo, si pensamos en un personaje cualquiera, un personaje de una novela o de un drama, tenemos que pensar que ese personaje,en los momentos en que no lo vemos, duerme, sueña, cumple con diversas funciones. Porque, si no, sería del todo irreal para nosotros. Hay una frase de Dostoyevski que dice acerca de la belleza: “En la belleza, Dios y el diablo combaten, y el campo de batalla es el corazón del hombre”.

Probablemente encontraremos una cura para el cáncer, pero no para el crimen.

Probablemente encontraremos una cura para el cáncer, pero no para el crimen.
La guerra civil de An Lushan
Se ha afirmado que el acontecimiento más sangriento en la historia de la humanidad fue la revuelta y la guerra civil de An Lushan en la China del siglo VIII, que según algunos cálculos se saldó con la impresionante cifra de 429 millones de muertos.Se cree que esa catástrofe es responsable de la pérdida de dos tercios de la población del Imperio chino, lo que representaba un sexto de la población mundial en aquel tiempo. Las conquistas de los mongoles en el siglo XIII, con quizá 278 millones de muertos, no están muy a la zaga.
Soldados mongoles de Tamerlán.
Tamerlán pudo ser causante de cinco veces más muertes que Stalin, mientras que la guerra de los Treinta Años duplicó el número de bajas de la Primera Guerra Mundial. La Segunda Guerra Mundial acabó con unos 55 millones de muertos. El exterminio de los indios americanos superó las matanzas de Mao Zedong en una proporción de más de 2 a 1. Durante el siglo XX hubo más de cuarenta millones de bajas en combate.
 

Muchos de nuestros antepasados eran verdaderamente
Eagleton
crueles, como también lo son algunos de nuestros contemporáneos. La Biblia describe un mundo de violaciones, pillaje, tortura, esclavitud y matanzas indiscriminadas, escribe Eagleton. Los antiguos romanos ataban a mujeres desnudas a estacas para ser violadas o devoradas por animales; a san Jorge lo sentaron a horcajadas sobre una hoja afilada con pesos en las piernas, lo tumbaron sobre una hoguera, le perforaron los pies, le aplastaron en una rueda con pinchos, le clavaron sesenta clavos en la cabeza y por último le cortaron por la mitad. 

Muchos de nuestros antepasados eran verdaderamente crueles, como también lo son algunos de nuestros contemporáneos


domingo, 19 de febrero de 2017

Leyendas.

Nadie crea las leyendas. Ellas mismas se crean, porque son historia. Una vez creadas, se cuentan y se transforman según los lugares y las épocas, y también según las razas, las lenguas y las creencias; pero, cualesquiera que sean las transformaciones, subsiste el mismo fondo porque éste es verdadero y porque sigue estando presente, confuso pero real, en la memoria ancestral. 

Las leyendas no se suprimen. Están en el hombre y, a falta de poder o de querer suprimirlas, se las adapta.Y adaptarlas es también, en cierto modo, salvarlas, nos dirá Charpentier. Es guardar en la conciencia del hombre lo que, en caso contrario, permanecería enterrado e inútil  en los subconscientes. ¿Qué quedaría de todas las leyendas celtas, incluso de aquellas que el celtismo había adaptado de épocas anteriores, si no hubiesen sido cristianizadas, es decir, readaptadas en una época en que predominaba el cristianismo?

El destino depende de uno mismo.

Edipo nace con un destino ya marcado. Se sabe lo que le va a ocurrir y, haga lo que haga, le ocurrirá. No tiene posibilidad de salirse de ese camino. Por su parte, Caín no tiene previsto el final de la historia. Caín es advertido, porque se
pone en sus manos la posibilidad de modificar lo que hace. Cuando Caín ,en el Génesis,se enoja porque Dios no recibe su sacrificio y sí el de su hermano, todavía nada ha ocurrido. Y ahí Dios le advierte: cuidado con lo que haces con tu enojo; porque el pecado se agazapa a tu puerta pero tú podrás dominarlo. Es decir que su destino depende de él y de lo que haga con eso, cuenta Diana Sperling.

el pecado se agazapa a tu puerta pero tú podrás dominarlo

sábado, 18 de febrero de 2017

Confianza.

Epístola a los Hebreos.
En la Epístola a los Hebreos se dice que, por la fe, Abraham obedeció al ser llamado sin saber adónde iba, combinando lo determinado con lo impreciso a la manera de san Pablo. De forma similar, Kant escribe en La
religión dentro de los límites de la mera razón sobre “quien confía sin saber cómo sucederá lo que espera”. 



La confianza es inquebrantable, pero la forma de su culminación, no. Hay una diferencia entre dudar si nuestra esperanza se verá satisfecha, como en la expresión “Así lo espero” (con la reserva tácita, “pero no estoy seguro”), y la confianza en un futuro que está más allá de nuestra comprensión. Leibniz habla de una forma de conocimiento no articulado en la que sabemos y no sabemos algo simultáneamente, o lo sabemos potencialmente, más que realmente.

La unidad política bajo los Reyes Católicos hacía absolutamente necesaria la unidad espiritual.

Retratos de Isabel y Fernando de un pintor inglés desconocido (1500-1510). 
Hubo una época en la que se esperó que los miembros de las tres confesiones podrían llegar a constituir una unidad; pero cada vez se fue haciendo más evidente que esto no era posible. La unidad política bajo  los Reyes Católicos, con sus nuevas posibilidades de desunión, hacía absolutamente necesaria la unidad espiritual. La intransigencia y la actitud defensiva de Granada durante sus últimas décadas contribuyó, sin duda, a que Fernando e Isabel tomaran la decisión de lograr una auténtica unidad de credo, cuenta el historiador Montgomery Watt. 
Suleimán I, llamado “El Magnífico” y Sultán del imperio turco-otomano, ataca a la ciudad de Viena en 1529.
Hacia 1525, España, que estaba en camino de convertirse en un poder imperial, tomó conciencia de la amenaza islámica que para Europa representaba el avance turco hacia Viena (sitiada en 1529). Tanto estas empresas como los compromisos al otro lado del Atlántico exigían la utilización al máximo de los recursos humanos españoles; y era de sentido común el limpiar la base social de elementos potencialmente hostiles cuando un número tan considerable de los hombres en edad militar estaban fuera del país. Se ha dicho que quedó sobreentendido que los musulmanes dispondrían de un plazo de cuarenta años para aplicar las medidas de 1525 y 1526. Fuera ello cierto o no, el caso es que en 1566 se produjo una revitalización de la legislación
antimusulmana. Las anteriores medidas no habían sido efectivas. Por un lado, la práctica religiosa islámica, tanto en los centros orientales como en otras partes, permitía y justificaba la taqiyya, esto es, la ocultación de las propias creencias religiosas cuando una proclamación de las mismas pudiera poner en peligro la propia vida; y los moriscos habían obtenido al parecer dictámenes oficiales de juristas musulmanes de fuera de España en el sentido de que, en las circunstancias de la España del siglo XVI, tal ocultamiento de su vinculación al Islam era admisible. Se han conservado manuscritos, denominados aljamiados, escritos en idioma español, pero en caracteres árabes, conteniendo exposiciones de la fe y de la práctica islámica por y para los moriscos. 

Otra razón de la intolerancia fue la tasa de natalidad relativamente más elevada de los musulmanes, que hacía aumentar la proporción de éstos en la población. Por otro lado, en cambio, la importantísima contribución de los moriscos a la vida económica y material de España hizo que tuvieran el apoyo de muchos nobles de Aragón y de Valencia. Así, pues, a partir de 1566 la presión sobre los moriscos aumentó. Algunos de ellos se rebelaron en 1569,
Embarco de moriscos, en el Grao de Valencia 
recibiendo ayuda del gobernador otomano de Argel. Sin embargo, pese a todas las presiones, en las ciudades sus comunidades permanecieron en gran medida intactas gracias al carácter autónomo de su vida. De esta forma los moriscos eran un elemento difícilmente asimilable en la población. Por último, entre 1609 y 1614 se promulgaron edictos de expulsión, como resultado de los cuales alrededor de medio millón de moriscos emigraron al norte de África.


Hubo una época en la que se esperó que los miembros de las tres confesiones podrían llegar a constituir una unidad; pero cada vez se fue haciendo más evidente que esto no era posible