miércoles, 8 de febrero de 2017

La humanidad está dividida en dos grandes grupos.

Cain y Abel.
San Agustín ve un sentido profundo en el hecho de que Caín naciese antes que Abel: “He dividido la humanidad, escribe, en dos grandes grupos: uno, el de aquellos que viven según el hombre; y otro, el de los que viven según Dios. Místicamente damos a estos dos grupos el nombre de ciudades, que es decir sociedades de hombres. 

El primer hijo de los dos primeros padres del género
San Agustín.
humano fue Caín, que pertenece a la ciudad de los hombres, y el segundo Abel, que forma parte de la ciudad de Dios, dice San Agustín. En cada hombre comprobamos la verdad de estas palabras del Apóstol: “No es primero lo espiritual, sino lo natural; después lo espiritual” (1 Co 15,46). De donde se sigue que cada cual, por descender de un tronco dañado, necesariamente es primero malo y carnal, y será luego espiritual si, renaciendo en Cristo, adelantare en la virtud (De civitate Dei 15,1). 


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