jueves, 18 de agosto de 2016

El genocidio armenio.

Comité de los Jóvenes Turcos
Los Jóvenes Turcos soñaban con una nación unida y fuerte equiparable a cualquier Estado europeo. Ya basta de que Turquía sea «el enfermo de Europa». Para conseguirlo se propusieron homogeneizar el país: una buena poda de excrecencias raras que deje un tronco vigoroso, de raza turca pura y de religión islámica. 

Tirídates III
Una de las comunidades racial y culturalmente distintas que los Jóvenes Turcos se propusieron aniquilar es la armenia, que tiene su propia historia (más antigua que la turca), su propio idioma y su propia religión, la cristiana (que profesan desde que en 315 su rey Tirídates III se convirtió al cristianismo). Los armenios formaban un pueblo aparte, instalado en la meseta Armenia, entre el Cáucaso y el río Éufrates, en torno a los lagos Seván y Van, mucho antes de la constitución del Imperio otomano. El reino armenio se sometió a los conquistadores árabes en 661 a cambio de que éstos respetaran su religión y su autonomía política.
Los armenios con el Papa Francisco.
En el siglo XIX, Rusia se autoproclamó protectora de los armenios alegando que eran cristianos (un pretexto para inmiscuirse en la política turca). A cambio de esa protección, los armenios respaldaron a Rusia en sus ambiciones, especialmente en el Cáucaso. Esa relación conflictiva explica que, entre 1.894 y 1.896, el sultán turco Abdul Hamid II azuzara contra ellos a las tribus kurdas, que perpetraron una matanza de unos trescientos mil armenios, primer
Abdul Hamid II 
capítulo del genocidio.
 

En 1.914 Turquía estaba en guerra contra Rusia, la amiga de los armenios. ¿Qué mejor ocasión para exterminarlos acusándolos de connivencia con el enemigo? Los Jóvenes Turcos desarrollaron su plan en tres fases: primero arrestaron y eliminaron a los dirigentes armenios (líderes políticos o religiosos, intelectuales y potentados); después, alegando razones de defensa nacional, desarmaron e internaron en campos de concentración a la población masculina en edad de portar armas; finalmente, deportaron a los desiertos de Siria y Mesopotamia al resto de la población (niños, mujeres, ancianos) con el deliberado propósito de que durante el traslado, que se hizo a pie, perecieran de hambre, agotamiento y enfermedades. 

Eliminaron a un millón de armenios
En tres años eliminaron a un millón de personas, el grueso de la población armenia (y, de paso, también a la minoritaria facción cristiana de los asirio-caldeos). Otra comunidad numerosa en el Imperio otomano, la griega, se salvó del exterminio porque emigró a Grecia en los años veinte, al tiempo que los turcos que habitaban Grecia se mudaban a Turquía. Los restos de las iglesias griegas de Capadocia, excavadas en la roca y cubiertas de frescos coloristas, se han convertido hoy en una poderosa atracción turística.

Una de las comunidades racial y culturalmente distintas que los Jóvenes Turcos se propusieron aniquilar es la armenia

eliminaron a un millón de personas, el grueso de la población armenia 

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