La historia, incluida la historia personal de cada uno de nosotros, por lo general no es un círculo, sino una línea. Es una línea retorcida, es cierto, una línea que retrocede y se curva, que a veces gira y se cruza consigo misma, que a veces dibuja bucles, pero, a pesar de todo, es una línea y no un círculo, escribe Amos Oz, considerado como uno de los más importantes escritores contemporáneos en hebreo.
En el capítulo 31 de Avot de Rabbi Natan, Rabí Nehemías expresa en pocas palabras la idea nuclear del humanismo. “Una sola persona es equivalente a todas las obras de la creación”. El humanismo implica pluralismo, es decir, el reconocimiento del derecho de las personas a ser diferentes, y de que cada individuo es un mundo que merece existir con dignidad.
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