martes, 3 de diciembre de 2024

Stalin no podía dar pan al pueblo y que, por eso, le daba circo

Isaak Bábel
Isaak Emanuílovich Bábel, escritor y dramaturgo soviético que ganó gran fama internacional durante la década de 1930, comentaba que las farsas judiciales causan una profunda impresión en el pueblo llano. Las denuncias presentadas en tono burlesco, y la consiguiente autohumillación de los acusados que, aparentemente drogados pronuncian las confesiones más “absurdas”, proporcionaban al obrero un enemigo manifiesto,un chivo expiatorio al que se puede responsabilizar de la acuciante escasez de leche, embutido y demás artículos de primera necesidad. Se rumorea que “Stalin no puede dar pan al pueblo y que, por eso, le da circo”.
El 15 de mayo de 1939, Bábel fue arrestado en su dacha de Peredélkino, a las afueras de Moscú,y encarcelado en la prisión de Butyrka, pero no fue llevado ante un tribunal hasta el 26 de enero de 1940; allí fue sometido a un juicio sumario acusado de espionaje y terrorismo contra el gobierno, siendo condenado a muerte y fusilado al día siguiente. Tras el arresto, Bábel y sus obras fueron prohibidas de toda mención pública, sus libros retirados de la circulación y su nombre borrado de todo registro literario de la URSS. Bábel sería rehabilitado en diciembre de 1954, durante el deshielo de Jrushchov, cuando la condena de 1940 fue anulada al considerarse la "ausencia de cualquier crimen" en las actividades del escritor.

No hay salud sin salud mental

Gro Harlem Brundtland
“No hay salud sin salud mental”. Fue la contundente frase que pronunció Gro Harlem Brundtland, exprimera ministra Noruega. El 13 de mayo de 2020, dos meses después de ser declarada la pandemia, Naciones Unidas publicó un informe titulado “La COVID-19 y la necesidad de actuar en salud mental”. Dice textualmente que “aunque la crisis provocada por la COVID-19, en primer lugar, es una crisis de salud física con­tiene también el germen de una importante crisis de salud mental que estallará si no se toman las medidas adecuadas”. En los últimos años ha aumentado la incidencia de los trastornos de ansiedad, la depresión, los trastornos del sue­ño o el trastorno de estrés postraumático. El consumo de psicofármacos, en especial ansiolíticos y antidepresivos, ha aumentado casi un 20% desde 2020 y hasta la actualidad, y de las personas que estaban tomando previamente, la dosis ha aumentado un 30%. Hoy en día se estima que casi un 15% de las mujeres consumen algún ansiolítico antidepre­sivo y un 8% de los varones en España.
La psiquiatra María Inés López-Ibor escribe que “vivimos actualmente en una época conocida como la era digital, inmersos en la era de la información o era infor­mática. Este periodo va ligado a las tecnologías de la in­formación y comunicación, y tiene sus antecedentes en otras como el teléfono, la radio o la televisión.Algunos estudios consideran que aquellas personas que utilizan mucho tiempo estos dispositivos se relacionan peor con sus iguales, perdiendo habilidades sociales y no siendo capaces de identificar de manera adecuada las intencio­nes de los demás, ni las suyas propias; esto genera angus­tia y ansiedad. Han aumentado los casos de acoso y de relaciones tóxicas, ya que los adolescentes están demasiado expuestos. Están en una edad en la que no son capaces de distinguir o de evaluar convenientemente muchas de las informaciones que reciben y el efecto contagio es importante. Se ha demostrado que muchos de ellos tienden incluso a autolesionarse o iniciarse en comportamientos muy restrictivos, por ejemplo, en sus dietas, con el riesgo de que acaben desarrollando un trastorno del comportamiento alimentario u otro trastorno mental”. 

lunes, 2 de diciembre de 2024

Método socrático

El denominado método socrático: Sócrates empezaba presentándose como alguien que no sabía nada y preguntaba a su interlocutor, aparentemente seguro de sí mismo, cosas obvias como “¿No es, Critias, el escultor anterior a la estatua?. Y Critias respondía: Obviamente”, después hacía que su interlocutor se enredara en contradicciones, que resbalara, para acabar mostrándole, cuando éste estaba ya totalmente desorientado y desmoralizado, que la presunta seguridad de sus opiniones no era más que una forma mitigada de ignorancia. Este principio de esta autodestrucción dirigida se conoce por el nombre de ironía socrática. Se trata de un método muy espectacular y que deja profundas huellas en quien lo sufre. Pero también muestra claramente en qué consiste la filosofía; en convertir en un problema lo que parece obvio y en romper el automatismo de las propias percepciones; y, de esta manera, desmontar el mundo para volver a construirlo bajo el control de la lógica (como más tarde hará Descartes con su duda metódica). La filosofía ayuda a dar a luz al pensamiento independiente.

Cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas

Para el papa Francisco “cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas y llevarlas a metas más altas aún. Es el camino. El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día.”


domingo, 1 de diciembre de 2024

Memoria histórica: Represión

Escribe el historiador Angel David Martín Rubio que “lo que suele definirse como “represión” es algo que se dio en ambas retaguardias durante la Guerra Civil y que se ha definido como “el conjunto de actos coercitivos, emanados de la instancia que ejerce el poder, sobre la población no adicta o neutral, con la finalidad última de evitar y castigar posturas o actuaciones político-sociales y/o de respaldar la implantación de un orden de cosas distinto”. Pero sólo en una de las zonas, la llamada “republicana”, se encontraban razones de tipo religioso entre las motivaciones de esa persecución a los disidentes.Los edificios destinados al culto (iglesias, ermitas y conventos) fueron por regla general convertidos en cárceles, casas del pueblo, almacenes, garajes, cuadras, etc. y sufrieron daños de diversa consideración, aunque en su mayoría reparables. El contenido de esos templos fue saqueado y quemado entre escenas sacrílegas, burlas, profanaciones, parodias de las ceremonias religiosas y realización de hechos incalificables con las imágenes y hasta los cadáveres enterrados.”
“Hubo situaciones tan dramáticas como la que se vivió en el Hospital-Asilo de San José de Carabanchel Alto (Madrid) regido por los Hermanos de San Juan de Dios. El 1 de septiembre de 1936, guardias de asalto y milicias interrumpieron a los religiosos en su tarea de servir la comida a los enfermos y detuvieron a doce de ellos, que fueron inmediatamente asesinados en Boadilla del Monte (Madrid). El asilo quedó incautado y en los primeros días de noviembre, ante el avance de las fuerzas llamadas nacionales, las milicias abandonaron el edificio, pero antes resolvieron asesinar a los epilépticos asilados. Cuando trataban éstos de esconderse en los refugios, los milicianos dispararon sobre ellos, matando a trece de estos enfermos, cuyos cadáveres quedaron tendidos en las aceras y paseos del establecimiento.”

El cine y la literatura se completan

David Cronenberg, director de cine y guionista canadiense, cuenta que “aunque he recibido muchas ofertas, nunca he querido enseñar cine. La razón es porque, en mi opinión, el cine puede aprenderse, pero no enseñarse. Se trata de un arte donde la técnica es menos importante que el planteamiento. Es una forma totalmente personal de expresión. Puedes pedir a cualquier técnico que te enseñe la manera convencional de filmar una determinada escena, pero si la filmas siguiendo esas instrucciones, siempre acabará faltando algo. Y eso que falta eres tú, tu punto de vista, tu medio de expresión. La dirección es una experiencia puramente personal, por eso creo que el lenguaje cinematográfico ha de descubrirlo uno mismo, y uno debe descubrirse a sí mismo mediante ese lenguaje.”
David Cronenberg
“Siempre pensé, dice Cronenberg, que mi carrera “seria” sería como escritor y creo que, por eso, aún sigo considerando la literatura como una forma de arte más elevada que el cine. Por muy sorprendente que parezca, cuando en una ocasión se lo comenté a Salman Rushdie, al que considero uno de los escritores más interesantes de su generación, me miró como si estuviera loco. Él pensaba exactamente lo contrario. Al haberse criado en la India, donde se tiene un gran concepto del cine, me dijo que daría cualquier cosa por tener la oportunidad de hacer una película algún día. Se convirtió en un debate complejo. Le di ejemplos de cosas que había escrito que nunca podrían transcribirse bien en imágenes y él me dio ejemplos de películas con las que ningún libro podía competir. Al final, acabamos estando de acuerdo en que, hoy en día, el cine y la literatura no sólo se alimentan de forma mutua, sino que se completan. Ya no pueden compararse. A pesar de todo, sí creo que existe una gran diferencia entre los directores que escriben y los que no. Estoy convencido de que, para ser un cineasta completo, tienes que escribir tus propios guiones. En el pasado, llegué a sostener que el cineasta tenía que ser el autor de la idea original en que se basaba la película. Sin embargo, luego hice La zona muerta, que era una adaptación de una novela de Stephen King, y perdí un poco de aquella arrogancia.”

La vida es hermosa cuando se sabe aguzar el oído para escuchar sus ingeniosidad y su música

Una vez en la vida,hay un momento en el que una experiencia y una elección amorosas determinan el propio destino y el propio carácter más que nunca, pues al amar a una mujer se está amando algo más que solo a ella misma; todo un aspecto del mundo,toda una concepción de la vida,si se quiere un ideal, pero un ideal hecho realidad, ambulante, de carne y hueso. Es un privilegio de los veinteañeros, y no de todos, poder apreciar alguna vez en una mujer lo que más adelante será la estrella que guíe al hombre.
Nos damos cuenta que la vida es hermosa cuando se vive con valor e inteligencia, con gracia y libertad, cuando se sabe aguzar el oído para escuchar sus ingeniosidad y su música.
Referencia: Historia de un alemán. Sebastian Haffner.