Holanda tenía una sociedad abierta y tolerante, sin embargo actualmente numerosos musulmanes holandeses se mantienen a distancia de esta sociedad.Tanto los dirigentes holandeses como sus políticamente correctos homólogos del resto de Europa respondieron a el exhibiendo una vacua retórica sobre la diversidad multicultural y el respeto mutuo, para rápidamente cambiar de tema.No parecen darse cuenta que la sociedad de Europa occidental en general, es una casa de divisiones internas.No todos los musulmanes europeos comparten los objetivos y lealtades terroristas, puede parecer que muchos están satisfechos de vivir en democracia.Sin embargo, manifiesta Bruce Bawer, parece que todos abrazan el principio de lealtad a la “umma” ( la comunidad islámica repartida por el mundo) está por encima de cualquier obligación cívica para con sus vecinos “kaffir” (infieles)….Esta la practica(dumping) de mandar a los niños musulmanes europeos al país de origen para que allí asistan a las escuelas coránicas. El objetivo es impedir que se integren en la democracia occidental reeducándolos en los valores del Corán. Los gastos de esta reeducación suelen financiarlos las mezquitas europeas que reciben fondos de los gobiernos musulmanes y europeos. Cuenta Richard Bernstein, periodista de The New York Times, citando un informe de la televisión alemana, que los libros de texto musulmanes utilizados en Alemania enseñan que “la existencia del pueblo musulmán ha sido amenazada por judíos y cristianos desde los tiempos de las Cruzadas, y es el deber de cada musulmán prepararse para luchar contra estos enemigos”.
“Los musulmanes tienen el sueño de vivir en una sociedad islámica”. En Francia, una funcionaria publica se reunió con un imán en el límite del distrito musulmán de Roubaix por respeto a su declaración de que el barrio era territorio islámico, al cual ella no tenía derecho a acceder. En el Reino Unido, los imanes han presionado al gobierno para que designe algunas áreas de Bradford bajo la jurisdicción de la ley musulmana. En Dinamarca, dirigentes musulmanes han buscado conseguir el mismo tipo de control sobre zonas de Copenhague. En Bélgica, los musulmanes que viven en el barrio de Sint-Jans-Molenbeek de Bruselas ya no lo consideran como parte de Bélgica, sino como una zona bajo jurisdicción islámica.Hoy en día Paris es cada vez más una ciudad musulmana. De los más de cinco millones de musulmanes que viven en Francia, cerca de millón y medio vive en Paris.En las zonas frecuentadas por turistas siguen viviendo los franceses “típicos”, más allá de estas zonas se extienden deprimentes barrios llenos de viviendas de protección oficial habitadas por magrebíes. Estas zonas se conocen como cités. Para estos beurs, que no se consideran parte de la sociedad ni sujetos a sus leyes, representan un desafío para la prosperidad, la estabilidad y la democracia del siglo XXI, cuenta el periodista Bruce Bawer.
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