martes, 31 de diciembre de 2024

Al formar parte de grupos asociativos, los individuos superan su egoísmo miope y aprenden a contribuir al bien colectivo

La conducta altruista entre individuos, como la promoción conjunta de los valores de su comunidad, según Aristóteles, lo motiva las amistades. Tocqueville incluye todas las relaciones personales que forman parte de la empresa colectiva que los individuos inician de forma privada y voluntaria para realizar un bien común. Al formar parte de tales grupos asociativos, los individuos superan su egoísmo miope y aprenden a contribuir al bien colectivo, a confiar unos en otros y a resolver pacíficamente sus problemas de interés común. Según Tocqueville, aunque el grupo se haya constituido para construir un puente, para reunirse y orar o para recolectar dinero para la ópera, todos los grupos ejercerán una influencia beneficiosa sobre su conducta y el carácter de sus miembros al hacer de ellos ciudadanos virtuosos que se sienten responsables del bienestar común. La deliberación informada, la participación activa, la creación y aceptación de decisiones colectivas son tan importantes para el funcionamiento de una asociación privada pequeña como de la totalidad de la democracia. Si no son capaces de superar el problema del oportunismo y de actuar con éxito como colectivo, de ser justas con las minorías y de sentirse comprometidos con las normas del grupo, la mayoría de las empresas conjuntas no despegarán jamás.
La mafia es una forma de capital social, supone una red social altamente eficiente, crea normas fuertes de confianza y reciprocidad, y supera con gran éxito todo tipo de problema que pueda entrañar la acción colectiva. Sin embargo, no es necesario hacer referencia a la mafia para probar que las formas bien desarrolladas de capital social pueden perjudicar la democracia en vez de contribuir a su funcionamiento. El nepotismo, la corrupción, la búsqueda de rentabilidad, el partidismo o el oportunismo son formas de conducta que van en detrimento de la democracia y la destruyen. Y todas ellas son formas de conducta que, normalmente, tienen más éxito si se realizan en grupo, como una empresa colectiva, que como un esfuerzo individual.

Referencia:El buen funcionamiento de la democracia de Michael Baurmann



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