Las empresas y los grupos financieros transnacionales que controlan los sistemas financieros especulativos y los sistemas económicos productivos a escala mundial realizan mayoritariamente sus volúmenes de negocios, inversiones y tomas de ganancias en dólares, por lo cual un colapso terminal de la moneda estadounidense produciría una parálisis de la actividad económica mundial en cuestión de horas.
Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el departamento de Comercio estadounidense.
Los Estados Unidos dependen de que el dólar siga funcionando como moneda de referencia global. Estados Unidos directamente o por medio de organizaciones internacionales realiza prestamos en dólares a distintos países con la plena conciencia de que no van a poder devolverlos.La deuda es la que asegura la influencia de los Estados Unidos.
USA imprime billetes que no están respaldados por ningunas reservas de oro. O para ser más exactos, no están respaldados por nada, salvo la confianza generalizada a nivel mundial.
La capacidad para imprimir billetes confiere a los Estados Unidos de América un poder inmenso. Significa, entre otras cosas, que puede seguir concediendo empréstitos que no se devolverán nunca y que son capaces de acumular un gran endeudamiento.
A comienzos de 2003, la deuda nacional estadounidense sobrepasaba la estremecedora cifra de 6 billones de dólares y amenazaba con alcanzar los 7 billones antes de que acabase el mismo año: una deuda de 24.000 dólares por ciudadano estadounidense, poco más o menos. Muchos de los acreedores son países asiáticos, en especial Japón y China, que compran títulos del Tesoro estadounidense (pagarés del Tesoro principalmente) con el producto de sus ventas de artículos de consumo,aparatos electrónicos, ordenadores, automóviles, electrodomésticos y prendas de vestir, sobre todo,a Estados Unidos y en el mercado mundial(John Perkins).
Mientras el mundo siga aceptando el dólar como divisa de referencia, ese endeudamiento excesivo no será un gran obstáculo para los Estados Unidos. Pero si el dólar fuese reemplazado por otra moneda, y si algunos de los países acreedores, Japón o China por ejemplo, decidiesen reclamar, el cambio de la situación sería drástico, y Estados Unidos se hallaría de pronto en una situación bastante precaria.
La existencia de otra moneda que pudiese sustituir al dólar ha dejado de ser hipotética. Desde el 1 de enero de 2002 existe el euro en el panorama financiero internacional, con fuerza y prestigio crecientes mes a mes. El euro le ofrece una oportunidad extraordinaria a la OPEP, si se le ocurriese aplicar represalias por la invasión de Iraq o por algún otro motivo decidiese intentar la prueba de fuerza con Estados Unidos. Si la OPEP tomase la decisión de reemplazar el dólar por el euro como unidad monetaria de las transacciones, el imperio se conmovería hasta los mismísimos fundamentos. Si eso ocurriese, y si uno o dos de nuestros grandes acreedores reclamasen la devolución de lo adeudado, el impacto sería enorme.(John Perkins).
Los Estados Unidos tomara las medidas necesarias para impedir que el dólar sea sustituido por otra moneda en el mercado internacional. Ha habido algunos países que han intentado bajar el nivel de influencia del dólar en el mercado globalizado y han fracasado. Han pagado o siguen pagando un coste enormemente elevado por realizar el intento. Libia intento que su petróleo se pudiese pagar en euros y Muamar el Gadafi perdió. Rusia lo ha intentado y ha salido muy chamuscada. Y se podría continuar.
Ahora bien, a Occidente llegó la crisis y tanto China como India han reducido alarmantemente sus exportaciones. ¿Que pasará si China necesita recuperar el dinero que ha prestado a Estados Unidos y a otros países occidentales?Arrastraría a medio mundo. Su poderío es tal que detentan un buen mordisco de toda la deuda occidental. Es decir, que no comprarán más deuda occidental.
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