Estamos en una Unión Europea cuyo control es transferido desde los gobiernos electos a instituciones supranacionales que no son responsables ante nadie.
¿Alguien podría defender que las instituciones de la Unión Europea actúan por una autoridad fundamentada en los principios democráticos?
La “Declaración universal de derechos humanos” de las Naciones Unidas, en 1948, confirma y hace explícito en el artículo 21: “La voluntad del pueblo es el fundamento de la autoridad de los poderes públicos. Esta voluntad tiene su expresión en elecciones honestas que deben realizarse periódicamente, con sufragio universal igual y voto secreto”.
Se considera ilegítima y arbitraria cualquier autoridad que no derive expresamente del pueblo a través del voto. La “Declaración universal de derechos humanos”rechaza cualquier autoridad que no sea legitimada por elecciones libres, periódicas, universales, manifiesta el periodista Vittorio Messori.
No hay comentarios:
Publicar un comentario