miércoles, 24 de febrero de 2016

Fundamentalismo islámico.

En un reportaje periodístico en donde se hablaba del fundamentalismo islámico,parecía como si este fenómeno hubiese llegado sin motivo ni causa, pero todo tiene su principio.

En primer lugar los proyectos de modernización autoritaria del socialismo árabe fracasaron en sus objetivos.

En segundo lugar la incapacidad para derrotar al gran enemigo regional, el Estado de Israel, desprestigio el componente nacionalista árabes.

La alternativa era el fundamentalismo islámico.

El profesor Núñez Seixas comenta que la irrupción del islamismo se colocaba fuera de la lógica bipolar, y también desorientaba a las élites soviéticas, en cuyos esquemas de análisis marxista el fundamentalismo religioso no encajaba.



Además, la URSS contemplaba con especial preocupación la eventualidad de la propagación de las doctrinas islámicas en Asia Central, un área donde ya desde los inicios del Estado soviético había sido difícil hacer arraigar la doctrina comunista. En diciembre de 1979 la URSS invadió Afganistán, un país tradicionalmente inestable por su extrema heterogeneidad étnica y su pobreza, que había sido mantenido como estado tapón entre las zonas de influencia occidental (británica primero, norteamericana después) y soviética.

En este mismo momento histórico aparece “la doctrina Reagan” que no solo representa una radicalización de la anterior teoría de la contención, sino que contempla además el derecho de los EE. UU. a derribar los regímenes prosoviéticos existentes en cualquier parte del mundo, y a promover la disidencia en los países del bloque del Este.

Una consecuencia de la “doctrina Reagan” fue el decidido apoyo de los Estados Unidos a la oposición islamista al gobierno procomunista afgano, soñando además con extender la agitación a las repúblicas musulmanas del Asia Central soviética.


Lo que estaba haciendo los Estados Unidos, sin vislumbrar sus consecuencias, era ayudar a nacer lo que llamamos fundamentalismo islámico. Sin la aportación de dinero, armas, entrenamiento y logística  de los Estados Unidos a Bin Laden y a otros grupos de parecido pensamiento hoy seguramente no tendríamos este problema.

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