sábado, 3 de septiembre de 2016

El arma de destrucción masiva que España no quiso emplear.

Guerra de los Ochenta Años 
Acostumbrados como estamos en las guerras actuales al empleo de armas que pueden dar lugar al exterminio masivo de población civil, es bueno saber que España tenía un arma durante la primera fase de la guerra de los Ochenta Años  o Guerra de Flandes (1.568-1.648), que pudo haber empleado y hubiese provocado una victoria rápida contra los “rebeldes” pero que no quiso utilizar. 

Diques holandeses.
Me explico, puesto que los centros de la revuelta, Holanda y Zelanda, eran regiones bajas, muchas de ellas más bajas que el nivel del mar, hubiera sido posible poner fin a su resistencia abriendo los diques del mar e inundándolas hasta someterlas. 

Los gobernantes españoles consideraron en 1.574-1.575 seriamente esta posibilidad como solución general a la revuelta, pero acabaron por desecharla, basándose en que después hubiera sido imposible remediar lo hecho, estimaron que inundar Holanda y Zelanda habría representado graves problemas para regiones leales al rey, y que la hazaña habría hecho a España acreedora a una fama poco envidiable de crueldad.

Se renunciaba a esta solución extrema al problema holandés, pero España tenía que resignarse al sometimiento sistemático por los medios convencionales de todas las ciudades rebeldes. Dada la naturaleza de la guerra entonces y la geografía de las provincias rebeldes, éste era un porvenir desalentador. 

Luis de Requesens, gobernados de los Paises Bajos (1.573-1.576)
Ya en 1.574 el capitán general se lamentaba ante el rey manifestando que reducir por fuerza 24 villas que hay rebeladas en Holanda, "tardandose en cada una dellas lo que hasta aqui se ha tardado en las que por este camino se han reducido, no hay tiempo, ni hacienda en el mundo que lo soporte".

la guerra de los Ochenta Años  o Guerra de Flandes (1.568-1.648)



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