Cuando hay elecciones se vota. Y las elecciones expresan, en su conjunto, la opinión pública. Se dice que las elecciones deben ser libres. Pero también las opiniones deben ser libres, es decir, libremente formadas. Si las opiniones se imponen, las elecciones no pueden ser libres. Un pueblo soberano,decía el profesor Giovanni Sartori, que no tiene nada que decir de sí mismo, un pueblo sin opiniones propias, cuenta menos que el dos de copas. Las opiniones sobre el fútbol, sobre lo bello, sobre lo bueno, son también opiniones públicas, pero cuando se dice opinión pública a secas hay que entender que tiene como objeto la res publica, el interés colectivo, el bien público.
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