jueves, 26 de mayo de 2022

La política interior y la exterior no se rigen por los mismos principios

Todos los Estados conocen este doble rasero, según el cual la política interior y la exterior no se rigen por los mismos principios. Para el filósofo Tzvetan Todorov “en el interior, la fuerza está sometida al derecho, el Ejército está a las órdenes del Gobierno y la policía garantiza el funcionamiento de la justicia. En el exterior, la fuerza rige las relaciones entre países, y solo se ve limitada por los contratos que tales países establecen por su propia voluntad, pero que pueden romper en cualquier momento. El derecho internacional, que no cuenta con un brazo armado, no tiene la misma eficacia que el derecho nacional, a menos que los Estados lo acaten voluntariamente. Las relaciones entre países no están sometidas al derecho sino que forman parte de un orden internacional hecho de tratados, convenios y organismos internacionales; pero este orden no está garantizado por una policía mundial, ya que el Estado universal tampoco existe. Por ello, hablar de “guerra ilegal "es un poco fútil”.

“La guerra, toda guerra, dice Todorov, es una ruptura del orden internacional preexistente, que sin embargo nunca ha tenido la potencia de una ley. Por ello no tiene sentido invocar en este contexto la “primacía del derecho”, el “respeto a las leyes” o las “normas colectivas”, ya que los contratos vigentes entre países, que siempre es posible romper unilateralmente, no son leyes. Sencillamente, lo que conocemos como derecho internacional no se incluye en la misma categoría que el poder militar. Es cierto que este razonamiento no se aplica a las relaciones entre los países miembros de la Unión Europea, ya que estos han renunciado a emplear la fuerza armada entre sí. Pero esta renuncia no traspasa las fronteras de la Unión. Es posible imaginar una guerra con un país ajeno, y ninguna ley la prohibiría.” 

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