jueves, 12 de mayo de 2022

Las leyes deben darse a conocer al pueblo del modo más público y claro

Stephen Holmes

Cuenta Stephen Holmes, profesor de derecho en la Universidad de Nueva York, que el principio que afirma que los jueces no podrán obtener beneficios pecuniarios de una condena o una absolución se erigió deliberadamente en contra de ese anhelo de ganancias encubiertas que está tan igualmente repartido entre quienes son funcionarios y quienes no lo son. Algo parecido puede decirse de la norma que establece que sólo las acciones son punibles, no los propios pensamientos. Si los delitos han de haber sido vistos por terceras personas, los mentirosos vengativos tendrán menos oportunidades de acusar a sus enemigos personales de actos que resulta abominable por ir contra la moral y la ética. Según Montesquieu, el mejor modo de impedir que facciones particulares hagan un uso abusivo de la ley es despenalizar cuantas acciones se penen con la hoguera y que resulten extraordinariamente difíciles de probar, por ejemplo el sacrilegio, la herejía, la brujería y la homosexualidad.


Las leyes deben “promulgarse y darse a conocer al público”, deben “notificarse al pueblo” “del modo más público y claro”, deben divulgarse adecuadamente a todos los “súbditos”. En segundo lugar, los juicios deben ser públicos, en particular los juicios penales. Montesquieu lanzó un ataque demoledor contra las acusaciones secretas, contra las denuncias anónimas. Las acusaciones deben hacerse públicamente, dando plena ocasión a la explicación y la refutación.

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