El lenguaje anarquista

El lenguaje anarquista abunda en verdades absolutas de base maniquea, subrayadas con la abundancia de conceptos en mayúscula y fundamentadas en la sincera convicción del emisor. Un lenguaje que es “mucho menos un instrumento de intelección que un instrumento de emoción y de acción directa”. La expresión de una mentalidad utópica que sustituye el análisis de la compleja realidad por su mera condena como opresión, con la esperanza mesiánica en la liberación. (SALAÜN, 1995. Lo utópico, en MACARRO).