jueves, 5 de mayo de 2022

La curva de Laffer

Arthur Laffer

Arthur Laffer, asesor del concejo de política económica del gobierno del presidente Ronald Reagan, propuso a finales de la década de 1970 que cuanto más tenga que pagar la gente en impuestos más incentivos tendrá para evitar pagarlos o para menos. Laffer argumentaba que si un gobierno no imponía gravámenes de ningún tipo, su recaudación sería inexistente; no obstante, el resultado sería el mismo si estableciera un impuesto del 100 por 100, porque nadie tendría incentivos para trabajar. A partir de esta idea, bosquejó una curva en forma de campana que mostraba que, en algún lugar entre el 0 y el 100 por 100, había un punto en el que la recaudación del gobierno era la máxima posible.


Cuando el Tesoro británico se propuso en 2008 elevar el tipo impositivo más alto, se dispuso que el tipo impositivo para cualquier renta por encima de ciento cincuenta mil libras esterlinas fuera del 45 por 100, en lugar del 40 por 100 como había sido hasta entonces. Sin embargo, destacados expertos fiscales calcularon que esto no produciría en absoluto ninguna recaudación extra para el Estado, pues el incremento disuadiría a la gente de trabajar más horas. Los mismos expertos advirtieron de que una medida semejante podía reducir con facilidad la recaudación. El problema no es sólo que la gente buscará formas de evitar pagar impuestos más cuantiosos, por ejemplo, marchándose a paraísos fiscales, sino que unos tipos impositivos marginales elevados pueden perjudicar la economía en general. Al desalentar a los trabajadores que generan más dinero, se los impulsa a dejar el país o abandonar sus empleos, lo que reduce la creación de riqueza de la economía en general. La curva de Laffer demuestra que el gobierno debe hallar un equilibrio entre los dos factores, con lo que da expresión científica a la verdad contenida en la famosa sentencia del ministro de Finanzas de Luis XIV, Jean-Baptiste Colbert, según la cual la tributación era el arte de “desplumar al ganso consiguiendo la mayor cantidad de plumas con el menor número de graznidos”. Es importante señalar que hay pocas dudas de que unos impuestos excesivamente altos pueden frenar el crecimiento económico.



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