miércoles, 25 de mayo de 2022

Líderes catalanes corruptos desencadenaran el desafío separatista

Es difícil no sospechar que tapar la corrupción pudo ser un móvil poderoso para que los líderes catalanes corruptos desencadenaran el desafío separatista. Tras una larguísima investigación fiscal y policial, Jordi Pujol confesó que mientras gobernó Cataluña durante tres décadas había amasado una fortuna. Su numerosa familia participó en la tarea como una organización. El procés cap a la independencia dificultó la investigación y persecución de la corrupción. El procés corrompió a la política, sociedad y economía catalanas. Naturalmente, el despilfarro, la malversación y la corrupción tienen un coste. El coste total tiene dos componentes: 1) el coste formal, de descomposición del Estado de derecho; y 2) el coste material, los recursos sustraídos a competencias legales y al servicio de los ciudadanos. El coste en recursos puede estimarse en su vertiente microeconómica (contando cada componente del presupuesto desviado de su uso legítimo) y en su vertiente macroeconómica. Los recuentos del fraude separatista en los presupuestos públicos cifran la cantidad sustraída cada año en unos 6.300 M €. Desde la vertiente macroeconómica, el coste del despilfarro, subvenciones ideológicas,competencias impropias, corrupción y malversación puede cifrarse en un 15 % del presupuesto total de la Generalitat, aun cuando suponer que el 85 % se gasta adecuadamente sea muy dudoso, escribe Ferran Brunet i Cid que es profesor de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona, docente e investigador en Economía Europea.

Añade Ferran que la quiebra del Estado de derecho en Cataluña ha dado lugar a un período de grave inestabilidad, que dura ya más de una década, que ha afectado a la competitividad de la región y al atractivo y papel de Barcelona como gran ciudad europea. En el otoño de 2017, la “llei de desconexió”, el “referéndum”, la “declaració d’independència” y la “proclamació de la república catalana” agudizaron la huida de empresas, depósitos y bancos, la zozobra de la inversión, particularmente de la inversión extranjera, la contracción del comercio con el resto de España, contracción del turismo y la caída en el empleo. En lugar de Espanya ens roba, lema adaptado y explotado por el separatismo, ahora es meridiano que El procés ens roba el entendimiento, la convivencia, el trabajo, las inversiones, la libertad y el futuro de los catalanes. La profunda inestabilidad política en la que está inmersa Cataluña desde hace más de una década tiene, sin duda, efectos graves, profundos y duraderos.Un indicador podría ser el siguiente, en el ranking europeo de competitividad, entre 281 regiones, Cataluña está hoy en la posición 161, mientras que Madrid está en la posición 98; en 2010, Cataluña estaba en la posición 103.


Además de la acción de partidos separatistas, de las administraciones públicas catalanas que trabajan al servicio de los objetivos separatistas y de la influencia social de los medios de comunicación que actúan a la orden del gobierno catalán dominado por el separatismo, se dan otras circunstancias que contribuyen a los objetivos del separatismo, movidas o estimuladas por las propias administraciones públicas y los medios de comunicación que controlan. Hay dos elementos que pueden destacarse: la promoción del catalán con el objetivo de que se convierta en la única lengua hablada en Cataluña y empleada por sus instituciones; y la internacionalización del “conflicto”. El procés ha traído también el hundimiento de la inversión extranjera en Cataluña. La inversión extranjera recibida por Madrid entre 2010 y 2019 fue cuatro veces la que recibió Cataluña. Y tras el intento de golpe separatista de octubre de 2017, Cataluña está recibiendo quince veces menos inversiones extranjeras que Madrid.

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