Todo se puede reconstruir, menos a la gente muerta

Sviatoslav Shevchuk con el Papa Francisco

Monseñor Sviatoslav Shevchuk, primado de la Iglesia Greco-Católica ucraniana, denunció que infiltrados rusos preparaban un asalto a la catedral de Kiev, en el que planeaban matarlo. "Tenían, nombres, apellidos y direcciones", afirmó."Nadie está preparado para la guerra, excepto el criminal que la planea y luego la lleva a cabo. Ninguno de nosotros podría imaginar que esto podría suceder. Pero esta invasión fue bien planificada"."Todos nosotros estábamos en una lista de personas a ser eliminadas. Había gente infiltrada, un grupo que preparaba un asalto a la catedral. Tenían nombres, apellidos, direcciones", aseguró."Pero hoy les hablo desde Kiev, es un milagro", prosiguió el religioso, en una reunión online con el Pontificio Instituto Oriental.

Shevchuk, el líder más joven de la Iglesia católica oriental, acaba de cumplir 52 años, pero está al frente de la Iglesia desde que tenía poco más de cuarenta años.Siempre decidido, incansable y en constante contacto con el papa Francisco con quien se conocen desde los tiempos en que ambos estuvieron en Buenos Aires. ”Perdón por las lágrimas, con ustedes puedo permitírmelas, pero con mi gente tengo que ser un predicador de la esperanza", dijo ante la gente que lo escuchaba desde el aula en el Vaticano. "Los atacantes comenzaron a hacer dinero: para salir de la ciudad de Mariupol piden mil dólares para un auto. Si tienes el dinero sales sin necesidad de corredores humanitarios, sin problemas. Los agresores vinieron para despojarnos”. Habló sobre las llamadas telefónicas con el Papa y el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y agradeció a todos por la cercanía, empezando por el Nuncio, Monseñor Visvaldas Kulbokas, único embajador que no salió de Kiev. Dijo que fueron destruidas dos iglesias en un día y "también la catedral de Santa Sofía está en grave peligro”. "Todo se puede reconstruir, menos a la gente muerta. No se va a recuperar tanta sangre inocente".