jueves, 14 de abril de 2022

La muerte está pendiente como un límite fatal

El ser humano está determinado por factores de todo tipo (físicos, psicológicos, geográficos…), y por más que su voluntad pueda empeñarse en vencerlos, lo inexorable de la muerte sigue pendiendo sobre sus proyectos y decisiones como un límite fatal. Atendiendo a esto, solo el discurso religioso está en condiciones de prometer una libertad plena, y nada menos que todo un Dios sería necesario para garantizarla. Libera me, Domine, se pide en las oraciones de la misa de difuntos, y en el canto del Te Deum se dice que Cristo vino al mundo “para liberar al hombre rompiendo las cadenas de la muerte”.


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