Alejo Schapire (Buenos Aires, 1973), periodista especializado en cultura y política exterior, escribe en La traición progresista que en su día “el sorpresivo triunfo de Trump fue precedido por la victoria, tampoco anticipada, del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Una vez más, los medios conducidos y localizados en los centros urbanos que se habían beneficiado con la globalización se veían sorprendidos por una opinión de la periferia recelosa del mundo sin fronteras que le proponían, infrarrepresentada en la prensa. “No conozco a nadie que haya votado por el Brexit”, decían sorprendidos los periodistas londinenses. Por la misma época, la falsa representación de la unanimidad era desmentida en Colombia, con la victoria del No en el referéndum sobre los acuerdos de paz del presidente Juan Manuel Santos con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No importa, hagamos como si no se hubiesen pronunciado, se dijo el entonces presidente Juan Manuel Santos, y lo firmó igual. El resultado fue que le siguió una campaña presidencial donde la frustración por el mandato de las urnas traicionado se volcó al candidato de la derecha dura uribista encarnada por Iván Duque, que había prometido modificar el acuerdo firmado a espaldas de la voluntad popular.”
“La frustración de las élites progresistas frente al desaire de las urnas no produjo un autoexamen sincero del modo de producción de la información, sino que está conduciendo a un cuestionamiento mismo del sistema representativo. Si el pueblo vota “mal”, incluso cuando se le explica cómo votar “bien”, tal vez habría que restringir el sufragio sólo a los que piensan adecuadamente. Si votaron a favor del Brexit, no sabían lo que hacían los muy tontos, hagamos que voten de nuevo hasta que lo hagan bien, o si no, digamos que hacemos el Brexit sin que este en realidad se materialice.”
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