martes, 5 de julio de 2016

Maquiavelo y el hombre.


Me escribe un amigo manifestando que dentro de los filósofos,Maquiavelo tal vez fue el humanista que mejor conocía a la especie humana, y que sus escritos fueron una inspiración para los defensores de la filosofía política  moderna.

Los hombres son ingratos, veleidosos, cobardes, avariciosos y envidiosos. 

Maquiavelo,no era una persona que confiase demasiado en el ser humano, se mueve dentro de una visión pesimista de la naturaleza humana. Escribía que “los hombres son ingratos, veleidosos, cobardes, avariciosos y envidiosos. Estarán contigo mientras tengas éxitos; te ofrecerán su alma, su propiedad, hasta su familia. Pero tan pronto como no les des nada que calme sus deseos se volverán contra ti”. 

Los deseos de los hombres son insaciables.
Da una explicación psicológica: “Los deseos de los hombres son insaciables. Su naturaleza les inclina a desearlo todo, pero el destino sólo permite que disfruten de pocas cosas y el resultado es un permanente estado de insatisfacción que hace que desprecien lo que poseen”. 

Ya los primeros filósofos; de Platón a San Agustín, tenían una triste opinión sobre la naturaleza humana, pero su pesimismo se veía atemperado por la posibilidad de redención a través del idealismo o del cristianismo.


También aconsejaba este humanista que antes de involucrarse en una guerra había que pensárselo dos veces ya que “las guerras comienzan cuando se desea, pero no terminan cuando se quiere”. Este es un buen consejo que parece que aun no hemos sido capaces de tomarlo en cuenta.


Los deseos de los hombres son insaciables. Su naturaleza les inclina a desearlo todo

las guerras comienzan cuando se desea, pero no terminan cuando se quiere

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