miércoles, 6 de septiembre de 2017

Un estado democrático nunca será mejor que sus ciudadanos.

Karl Popper.
Si la tarea del Estado consiste en velar por la igualdad de los derechos y deberes de los ciudadanos, el poder del Estado se convierte en un peligro para la libertad. Han sido muchos los pensadores que se percataron del hecho, dice Karl Popper. Y añade, el riesgo puede provenir de la burocracia, que acaba por convertirse en la clase dominante y de ese modo amenaza no sólo la libertad, sino en último término también la igualdad, llegando incluso, en determinadas circunstancias, a hacerlas desaparecer. No sólo podemos ser esclavizados por un dictador, por un Mussolini, un Stalin o un Hitler, sino también  por el propio Estado, por una burocracia anónima.


¿Cómo podemos organizar el Estado y el Gobierno de modo que ni siquiera los malos gobernantes puedan causar unos males excesivamente graves?. La respuesta a este problema es la democracia, que nos permite destituir a un Gobierno sin derramamiento de sangre.

Churchill dijo en una ocasión: “La democracia es la peor 
forma de gobierno que existe, a excepción de todas las demás”. Dicho comentario podría tal vez interpretarse de la siguiente manera, dice Popper, si pretendes conseguir una sociedad perfecta, seguramente estarás en contra de la democracia. Pero no conseguirás nada mejor. La política
Churchill.
consiste en elegir el mal menor. Nuestras democracias occidentales constituyen el ordenamiento social más justo que ha habido a lo largo de la historia; y lo son porque constituyen el ordenamiento social más predispuesto a la reforma y más autocrítico que existe. Por supuesto que todos desearíamos mejorarlas aún más. Los que las consideran algo malo, no saben cómo son las alternativas.


Un estado democrático nunca será mejor que sus ciudadanos. Por eso debemos esperar que los grandes valores de una sociedad abierta, la libertad, la ayuda mutua, la búsqueda de la verdad, la responsabilidad intelectual, la tolerancia, sigan siendo reconocidos como tales en el futuro, concluye Popper.

La democracia es la peor forma de gobierno que existe, a excepción de todas las demás

Nuestras democracias occidentales constituyen el ordenamiento social más justo que ha habido a lo largo de la historia

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