sábado, 17 de diciembre de 2016

La religiosidad sólo es auténtica allí donde es existencial.


La religiosidad sólo es auténtica allí donde es existencial, es decir, allí donde el hombre no es de algún modo impulsado a ella, sino que él mismo se decide por ella.

Viktor Frank dice que la verdadera religiosidad, puesto que es existencial, ha de llegar también a un punto en que brote espontáneamente. Jamás un hombre ha de ser apremiado a ello. A una auténtica religiosidad el hombre no puede ni ser impulsado ni apremiado.


Viktor Frank
En el caso de la religiosidad inconsciente sólo puede uno curarse si consigue que esta brote con espontaneidad. Toda manipulación programada fallaría aquí, y aun cualquier intencionalidad de alguna manera consciente podría hacer abortar el efecto pretendido. Incluso los sacerdotes conocen bien todas estas cosas, y ni siquiera ellos estarían dispuestos a renunciar a la espontaneidad de toda verdadera religiosidad, opina Viktor Frank.Por más que la religión sea, según su intencionalidad primordial, ajena a toda curación o profilaxis de tipo médico, sucede que en sus resultados,y no según su intención, produce efectos psicohigiénicos e incluso psicoterapéuticos, al originar en el hombre un sentimiento de alivio y anclarle en algo que no ha podido hallar en otra parte, a saber, en la trascendencia, en el Absoluto.

A una auténtica religiosidad el hombre no puede ni ser impulsado ni apremiado

la verdadera religiosidad, puesto que es existencial, ha de llegar también a un punto en que brote espontáneamente


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