sábado, 24 de diciembre de 2016

El polo islamo-izquierdista va a contribuir a la división aún mayor de la izquierda y a destrozarla.

Gilles Kepel (París, 1955), profesor del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po) y uno de los islamólogos más influyentes de Europa, alerta de una posible guerra civil en Europa protagonizada por musulmanes de tercera generación.A continuación reproduzco parte de una entrevista que le hizo el periódico ABC

¿A qué se refiere cuando habla de guerra civil en Francia y Europa?
Gilles Kepel
Setmarian defendía que el objetivo de los atentados era provocar a la sociedad europea para que se enfrentara a los musulmanes. Que los europeos crearan sus nuevos pogromos. Frente a ello, los musulmanes se reagruparían en una comunidad a imagen y semejanza de los islamistas radicales y yihadistas. Se dan tres etapas: la guerra de provocación, después la guerra de enclaves, en la que desde su hermetismo atacan al resto de la sociedad, y por último la guerra total para implantar un califato. Así y todo, creo que gracias a la sociedad francesa, que no ha querido entrar en ese juego provocador tras los atentados y defiende a los musulmanes que conocen del día a día y que llevan una vida normal, se ha evitado de momento esa guerra civil.

¿Jóvenes radicalizados y guiados por control remoto o simplemente “lobos solitarios amateurs”?
No existen esos “lobos solitarios”, que forman parte de redes conectadas por internet. El asesino del sacerdote y el del policía han pasado un año o dos años en prisión por yihadismo. En la cárcel reforzaron sus vínculos con el yihadismo antes de lograr la libertad. Adel Kermiche, de 19 años, uno de los dos asesinos del párroco Jacques Hamel, no tenía a nadie en su familia que hablara árabe. Durante su estancia en prisión se arabizó en su celda por un ideólogo que ha reforzado su convicción. Él aparecía hablando un muy buen árabe en el vídeo de juramento de lealtad al califa Abu Bakr al Bagdadi. Para la predicación, estuvo todo el año aprendiendo la lengua.

Fachada de la Iglesia en donde se atacó al sacerdote Hamel.

Que sean François Fillon, de Los Republicanos, y Marine Le Pen, del Frente Nacional, los dos grandes favoritos se debe, en parte, por la antipatía de ambos hacia el islam. ¿Supone la victoria de Setmarian y su intento de dividir a la población europea? ¿Parte de la izquierda va estrechar lazos con el islamismo para no perderse en el eje identitario?
Una parte de la izquierda ha tratado de acercarse a los islamistas para llegar a la gente de los suburbios
(Ríe) Sí, si gana cualquiera de los dos, puede ser una victoria de la idea de Setmarian. Lo que ha hecho bien Fillon frente a Juppé es haber tomado conciencia de que el electorado francés, principalmente de derechas, sufre un trauma por los 239 muertos y que el último haya sido un cura. El hecho de que un sacerdote haya sido asesinado, incluso para mí, que soy ateo, ha despertado un sentimiento reactivo de defensa del catolicismo. A la izquierda también la campaña de las primarias ha girado en torno a este tema, Valls ha destacado la lucha antiterrorista en su campaña. En cambio, una parte de la izquierda se ha movido en una lógica de buscar acomodo a los islamistas. La tendencia conocida como islamo-izquierda, que considera que para llegar a la gente de los suburbios hay que hacer una alianza con los Hermanos Musulmanes. Sigue un poco la tendencia del famoso periodista Edwy Plenel, de pasado trotskista y que dirigió «Le Monde» y hoy «Mediapart», que está tratando de establecer ese polo islamo-izquierdista y que va a contribuir a la división aún mayor de la izquierda y a destrozarla.
De hecho, no solo pasa en Francia, en Inglaterra, en Bélgica, en Países Bajos, tanto en Italia como en España la izquierda clásica ha explotado, porque el eje izquierda-derecha fundado sobre la lucha contra la explotación de la burguesía al proletariado, ya no tiene hoy pertenencia ideológica porque una gran parte de los jóvenes no están explotados porque no tienen trabajo, les gustaría estarlo para al menos estar trabajando. El vocabulario social ha sido sustituido por el identitario. Se ve por ejemplo con la explosión de la izquierda italiana y el surgimiento del Movimiento Cinco Estrellas que absorbe el voto de Renzi, y en España, el hundimiento del PSOE y la subida de Podemos o Ciudadanos. El problema de la izquierda viene del hecho de que la clase obrera francesa vote mayoritariamente al Frente Nacional de Marine Le Pen, y que algunos han pasado de considerar al proletariado como el futuro, a creer que ahora esa figura la simboliza el musulmán como redentor de los oprimidos.


¿Islamización del radicalismo o radicalismo del islam?
No se trata de criminalizar el islam, sino de ver que hay una guerra en el seno de la religión.
Es un debate en el que los periodistas franceses me han situado frente a Olivier Roy, que niega el estudio de la evolución ideológica del islam para analizar el fenómeno yihadismo. Para él, todo tiene que ver más con el nihilismo de la juventud, antes con las Brigadas Rojas en Italia, o la Facción del Ejército Rojo, en Alemania, y ahora con estas “brigadas verdes”. Yo lo creo al contrario. Considero que para comprender el fenómeno actual en Francia hay que analizar la dimensión social, el hecho de que en los barrios menos favorecidos hay un 40% de paro juvenil, gente que ha nacido y ha sido educada en Francia. La crisis de nuestro modelo económico y educativo. También se debe tener en cuenta los problemas psicológicos, en muchas familias de jóvenes que han viajado a Siria el padre estaba ausente. Este fue sustituido por sus camaradas, quienes ofrecen un mundo alternativo, al margen de la sociedad, que consiste en luchar por la sharia. Y en tercer lugar, la yihad. Para comprender el fenómeno hay que tener en cuenta estos tres factores. Olivier Roy considera que la ideología no tiene ninguna importancia. No digo solo que sea únicamente la radicalización del islam, hay que tener en cuenta los factores sociales, pero él exonera el islam de todo. No se trata de criminalizar el islam, sino de ver que hay una guerra en el seno de la religión para lograr la hegemonía.

El islam es la primera religión de las prisiones. ¿La yihad se nutre también del fracaso del sistema penal francés?

Yo lo llamo la “incubadora carcelaria”. Hoy se han dado cuenta del problema pero no saben aún cómo afrontarlo. Al separar a los yihadistas del resto, ha creado un submundo aún más radical dentro de prisión. También debemos afrontar el retorno de una gran cantidad de terroristas franceses en Siria e Irak, de los cuales muchos pasaron a ser asesinos tras su estancia en prisión. La tendencia ahora es alargar las penas para no volver a sufrir este fenómeno de inmediato. Sin duda, hemos sufrido el gran fracaso del sistema penitenciario francés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario