viernes, 3 de agosto de 2018

No hay que invertir en una empresa antes de investigar sus perspectivas.


No hay que invertir en una empresa antes de investigar sus perspectivas de beneficios, su situación financiera, su posición frente a la competencia, sus planes de expansión, etcétera. Otro factor clave en el análisis consiste en determinar si la empresa se encuentra cerca del final de su fase de expansión. Debemos tener claro de dónde va a proceder el crecimiento futuro y cuándo es probable que empiece a perder fuelle.

Hoy en día existe un amplio repertorio de informes de analistas disponible en internet. Se puede recibir en el correo electrónico alertas de noticias relacionadas con las empresas que interesan. Podemos enterarnos de si los poseedores de información privilegiada están comprando o vendiendo, o de si las agencias de bolsa han mejorado o rebajado su calificación de un determinado activo. Podemos usar filtros personalizados para buscar acciones con ciertas características. Podemos seguir la pista de toda clase de fondos de inversión, comparar sus resultados, saber los nombres de sus diez primeras posiciones. Podemos obtener las calificaciones de todos los analistas que siguen un determinado activo. Asimismo, gracias a internet el coste de comprar y vender acciones se ha reducido drásticamente para el pequeño inversor, en la línea de la reducción que experimentaron los inversores institucionales en 1975. La negociación online ha obligado a las agencias de bolsa tradicionales a reducir sus comisiones y tarifas de transacción.


No hace falta ganar dinero con todas las acciones que
compras. Una proporción de seis acciones ganadoras de cada diez basta para obtener unos resultados satisfactorios. Detrás de cada acción hay una empresa. Si una empresa empeora sus resultados, sus acciones bajan. Si una empresa los mejora, sus acciones suben.

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