viernes, 10 de agosto de 2018

Los anarquistas contribuyeron en gran parte al fracaso de la Segunda República Española.

Casas Viejas.
Para el historiador Fernando Díaz-Plaja, los anarquistas contribuyeron en gran parte al fracaso de la República al sentirse desilusionados por ella, hablaban ya el 14 de abril de 1933 de la traición del nuevo régimen, e intentaron varias veces la revolución social. En julio del 31 en Sevilla, en la cuenca del Llobregat en enero de 1932, en febrero de 1933 en Casas Viejas, aparte actos esporádicos como el de Castilblanco. 


El tiempo triunfal del anarquismo fue de julio de 1936 a mayo de 1937, en la España republicana, especialmente en Levante. Destruyeron las iglesias, colectivizaron, formaron comités independientes en cada pueblo, de acuerdo con su teoría de usar del mínimo gobierno posible, ya que “el poder corrompe”. Intentaron, incluso, la abolición de la moneda, usando del intercambio de productos o acuñando diversa moneda en pueblos distintos. Su teoría era que jamás tendría el proletariado una ocasión parecida de llevar a cabo su revolución y, en contra del deseo social comunista de presentar una apariencia republicana que no asustase demasiado a las burguesías europeas y norteamericanas, sostenían que el pueblo en armas no encontraría jamás apoyo en esas sociedades y lo que había que hacer era llevar a término la revolución, al mismo tiempo que la guerra, para que el obrero supiese por qué luchaba.

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