sábado, 4 de agosto de 2018

Francia está imbuida del legado de Bonaparte.

El Emperador francés Napoleón Bonaparte. 
Francia está imbuida del legado de Bonaparte. De los Inválidos al Arco del Triunfo, del Código Civil a los coqueteos periódicos de Francia con generales políticos, de la paralizante desconfianza republicana de un poder ejecutivo fuerte a la organización de archivos departamentales, el espíritu de Napoleón aún sigue con nosotros. De la misma manera, cada visitante moderno de París es beneficiario (o víctima) de las ambiciones de Luis Napoleón y su Segundo Imperio. El Louvre de hoy es el suyo, pese a los esfuerzos de Mitterrand. La red de
Louvre.
carreteras y transporte de París surgió de las ambiciones imperiales, frustradas o no. En el caso de Luis Napoleón, la falta de interés directo en él y en su régimen que evidencia la obra dirigida por Nora puede reflejar una falta de interés más general en las ciudades, su planificación y el urbanismo en general; esto puede ser explicable por un esfuerzo quizá excesivo por registrar el romance de Francia con sus campesinos y su tierra. 

Dice Tony Judt que ningún estudio de lieux de mémoire para Europa en su conjunto podría dejar fuera a Napoleón, sus batallas, sus leyes, sus depredaciones, su imprevisto impacto sobre las resentidas sensibilidades nacionales en los Países Bajos, Italia y Alemania. En muchas partes de Inglaterra y España se amenazaba a los niños desobedientes con Napoleón. Y su ausencia en la obra es un importante recordatorio de hasta qué punto está centrada en Francia, incluso en sus silencios.


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