sábado, 18 de agosto de 2018

Enfermos belgas que padecen trastorno mental, reciben la eutanasia sin el consentimiento de la familia.

El suicidio es ya en España la primera causa de muerte por causas externas. En 2016 hubo 3.569 suicidios consumados según las estadísticas, casi el doble que los muertos producidos por accidente de tráfico. La prioridad del Gobierno español pasa por la eutanasia. Por ello médicos y especialistas en salud mental se preguntan si se va a apostar por una asistencia directa al suicidio.En Holanda, y antes en Bélgica, ya se pueden someter a la eutanasia personas que padecen enfermedades mentales, y llegado al caso meramente afectivos.
Universidad de Amberes.
Willem Lemmens, profesor de Filosofía y Ética Moderna de la Universidad de Amberes (Bélgica), alerta de que en Bélgica, y allá donde se aprueba, “la eutanasia es sacralizada, por así decirlo, y cada crítica es considerada inhumana, inmoral. También existe una creciente desconfianza y cultura de ‘omertá’ entre los psiquiatra  algunos de los cuales prefieren no hablar sobre sus preocupaciones”. Este experto avisa de cómo con el paso de los años, la eutanasia fue aprobada en Bélgica en 2002, las solicitudes de eutanasia en el ámbito psiquiátrico “se volvieron cada vez más ‘aceptables’ y comunes, a pesar de que a menudo se decía, también entre los médicos proeutanasia, que la ley estaba destinada a enfermedades terminales somáticas, no al sufrimiento mental causado por enfermedades psiquiátricas”.

Este experto en temas bioéticos habla de “casos preocupantes” y cita “testimonios de familias que testifican que un ser querido, que padece un trastorno mental, recibió la eutanasia sin el consentimiento de la familia o contra el consejo de ciertos médicos”.


A los médicos que se oponen  a la eutanasia les recuerda
que “tienen detrás una tradición hipocrática de 2.000 años de antigüedad. Los médicos deben sanar, no matar a sus pacientes”. “Es posible que al final la ideología de la autonomía y la autodeterminación se imponga y establezca cambios drásticos en la ley, como en Bélgica. Seguid diciendo lo que salió mal en Bélgica; mostrad que hay muchas voces críticas también en estos países. Si una sociedad deja espacio para la eutanasia, deben quedar médicos que testifiquen y demuestren que otra cultura médica es posible; un cuidado del sufrimiento mental, donde la eutanasia no es una opción terapéutica, porque en realidad significa el fin de toda terapia”, concluye el profesor.

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