lunes, 17 de octubre de 2016

Lutero y Aristóteles.

Martín Lutero ante Carlos I de España.
La teología personal de Lutero proclama con fuerza que el hombre no puede cumplir el bien. En ellos el agustino se pone en guerra, violentamente, contra ese Aristóteles que enseña una voluntad libre, una virtud en poder del hombre: y detrás de Aristóteles se adivina ya a los humanistas, Erasmo, su libre arbitrio, su moralismo, su cristianismo que es a la vez una filosofía y una amistad…

Lutero proclamaba su odio a Aristóteles, a su metafísica, a su lógica, a su ética: “La execrable ética aristotélica es toda ella enemiga mortal de la gracia.Es falso que la teoría de la felicidad de Aristóteles no esté opuesta radicalmente a la doctrina cristiana. Un teólogo que no es un lógico es un monstruo de herejía: he aquí una proposición que es ella misma monstruosa y herética.”

Las noventa y cinco tesis.
“Hay que exhortar a los cristianos a que sigan a Cristo, su jefe, a través de los tormentos, de la muerte y del infierno, y a entrar en el cielo a través de muchas tribulaciones (Hechos, 14, 22) más bien que a descansar sobre la seguridad de una falsa paz.” Son las dos últimas tesis… Esto enmarca la serie completa de las afirmaciones de Lutero.

El único pecado posible de un sacerdote en tanto que sacerdote, es contra la Palabra de Verdad, escribe Lucien Febvre.

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