sábado, 25 de junio de 2016

El pudor en la educación sexual.

El pudor.
A la hora de la educación sexual es importante enseñar la importancia del pudor.El pudor posee un valor inestimable, porque supone darse cuenta de que se posee una intimidad y no una mera existencia pública; pero, además, hay una auténtica virtud del pudor que hunde sus raíces en ese sentimiento, y que permite al hombre elegir cuándo y cómo manifestar el propio ser a las personas que pueden acogerlo y comprenderlo como merece.
Educar a los adolescentes en el pudor.
Una educación sexual que cuide un sano pudor tiene un valor inmenso,dice el Papa Francisco, aunque hoy algunos consideren que es una cuestión de otras épocas. Es una defensa natural de la persona que resguarda su interioridad y evita ser convertida en un puro objeto. Sin el pudor, podemos reducir el afecto y la sexualidad a obsesiones que nos concentran sólo en la genitalidad, en morbosidades que desfiguran nuestra capacidad de amar y en diversas formas de violencia sexual que nos llevan a ser tratados de modo inhumano o a dañar a otros.

El pudor se relaciona sobre todo con la manifestación de la intimidad y su educación deba abarcar el campo de los pensamientos, sentimientos o intenciones.

El pudor posee un valor inestimable,supone darse cuenta de que se posee una intimidad y no una mera existencia pública

Una educación sexual que cuide un sano pudor tiene un valor inmenso



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