martes, 19 de abril de 2016

Beruf.

Templo calvinista.
Juan Calvino (1.509-1.564) es el fundador de la segunda gran corriente de la Reforma, desde su autocracia ginebrina. Al contrario que Lutero, los calvinistas (más que Calvino) proclamaron la resistencia al poder, sobre todo en Francia y en Escocia. Fundado en una rígida doctrina sobre la predestinación, con escaso resquicio para la esperanza fuera del núcleo de los elegidos, el calvinismo se impuso mediante una dura represión, el fundador dictó cincuenta y ocho penas de muerte entre ellas la del famoso médico español Miguel Servet. También propuso el éxito en esta vida como signo de predestinación a la vez que como efugio para la angustia del hombre, según Max Weber en su famoso ensayo de 1.901 “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. 

Weber refleja adecuadamente el recelo de la tradición doctrinal católica sobre el dinero y el ánimo de lucro, aunque tolere la ganancia lícita al condenar tajantemente la usura; y marca como predominantemente calvinistas dos características del capitalismo naciente, la organización racional del trabajo incesante y planificado así como el término “Beruf”, significado intermedio entre la profesión y la vocación, acuñado por la Reforma y en concreto por Lutero que si bien no era afín al capitalismo aportó a éste una intensa valoración ética en la vida profesional que luego el calvinismo y sus derivaciones, como el puritanismo en Inglaterra y América, ampliaron a la identificación del trabajo productivo con la seguridad de la salvación.



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