sábado, 4 de noviembre de 2017

Probabilidad y superstición.

Cicerón fue quizá el mayor campeón antiguo de probabilidad. Lo utilizó para argumentar en contra de la interpretación común de que el éxito en el juego era debido a intervención divina, escribiendo lo siguiente: “El hombre que juega a menudo en algún momento u otro hará una tirada Venus. Es más, de vez en cuando la hará dos veces e incluso tres veces seguidas. ¿Seremos tan débiles de mente entonces para afirmar que tal cosa sucede por la intervención personal de Venus más que por pura suerte?”. Él pensaba que se podía anticipar y predecir un suceso aunque su acontecimiento fuera resultado de suerte ciega. Incluso utilizó un argumento estadístico para ridiculizar la creencia en la astrología. 


Astrología.
Fastidiado Cicerón de que la astrología estuviera tan viva, se dio cuenta de que, el 216 a. C. en Cannas, Aníbal, liderando aproximadamente 50.000 tropas cartaginenses, aplastó el mayor ejército romano, matando 60.000 de sus 80.000 soldados. “¿Todos los romanos que cayeron en Cannas tenían el mismo horóscopo?, preguntó Cicerón. Sin embargo, todos y cada uno tuvieron el mismo final”.

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