domingo, 12 de noviembre de 2017

La teoría neoliberal se concentra en el imperio de la ley y en la interpretación estricta de la constitucionalidad.

Escribe el profesor David Harvey que los neoliberales prefieren aislar determinadas instituciones clave, como el banco central, de las presiones de la democracia. Dado que la teoría neoliberal se concentra en el imperio de la ley y en la interpretación estricta de la constitucionalidad, se infiere que el conflicto y la oposición deben ser dirimidos a través de la mediación de los tribunales. Los individuos deben buscar las soluciones y los remedios de todos los problemas a través del sistema legal.

El FMI cubre la exposición al riesgo y la incertidumbre de los mercados financieros internacionales. Esta práctica es difícil de justificar a tenor de las premisas de la teoría neoliberal, ya que los inversores deberían, en principio, asumir la responsabilidad de sus propios errores. Los defensores más fundamentalistas del neoliberalismo creen que el FMI debería ser abolido. Esta opción fue seriamente considerada durante los primeros años de la Administración de Reagan.
Reagan
James Baker, secretario del Departamento del Tesoro durante el mandato de Reagan, infundió nueva vida a la institución cuando en 1982 tuvo que enfrentarse a la potencial quiebra de México y a las graves pérdidas que sufrirían entonces los principales bancos de inversión de la ciudad de Nueva York que sostenían la deuda de aquél país. Baker utilizó el FMI para imponer un ajuste estructural en México y proteger a los banqueros de Nueva York del impago. Esta práctica consistente en priorizar las necesidades de los bancos y de las instituciones financieras mientras se cercena el nivel de vida del país acreedor ya había sido ensayada durante la crisis de endeudamiento de la ciudad de Nueva York. En el contexto internacional, esto suponía extraer excedentes de las empobrecidas poblaciones del Tercer Mundo, con el fin de saldar las deudas con la banca internacional.

Libertad individual. 
El Estado neoliberal es necesariamente hostil a toda forma de solidaridad social que entorpezca la acumulación de capital. Por lo tanto, los sindicatos independientes u otros movimientos sociales tienen que ser disciplinados en nombre de la supuestamente sacrosanta libertad individual del trabajador aislado. La “flexibilidad” se ha convertido en una consigna en lo que se refiere a los mercados laborales. Es difícil sostener que el aumento de la flexibilidad es algo negativo en términos absolutos, en particular ante prácticas sindicales esclerotizadas y sumamente restrictivas. Así pues, hay reformistas con convicciones de izquierdas que afirman de manera contundente que la “especialización flexible” es un avance.

No hay comentarios:

Publicar un comentario