lunes, 30 de octubre de 2017

Lo que importa es la tecnología.


Tal como señala Michael Porter, profesor de Harvard, América latina debería ser el primer productor mundial de flores, tiene mano de obra barata, un enorme territorio, mucho sol, grandes reservas de agua y una gran variedad de flora. Y, sin embargo, el primer productor mundial de flores es Holanda, uno de los países con menos sol, territorio más pequeño y mano de obra más cara del mundo. La explicación es muy sencilla, lo que importa hoy en la industria de las flores es la ingeniería genética, la capacidad de distribución y el marketing.

Finlandia, uno de los países más desarrollados del mundo, empezó exportando madera, luego pasó a producir y exportar muebles, más tarde se especializó en el diseño de muebles, y finalmente pasó a concentrarse en el diseño de tecnología, que era mucho más rentable.

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