domingo, 29 de octubre de 2017

La veracidad al final es aceptada incluso por aquellos que se oponen a ella en un principio.

La veracidad es la cualidad de lo que es verdadero o veraz, y está conforme con la verdad y se ajusta a ella. 

Veracidad.
Galileo construyó un potente telescopio a fines de 1609 y lo utilizó para mirar los cielos. Muchas de las nuevas observaciones que hizo durante los tres meses siguientes fueron objeto de controversias muy importantes para el debate de los astrónomos acerca de la validez de la teoría copernicana, de la cual era Galileo un entusiasta campeón. Galileo afirmó, por ejemplo, haber visto cuatro lunas girando en órbita alrededor de Júpiter, pero encontraba difícil convencer a otros de la validez de sus observaciones. El asunto no carecía de importancia. La teoría copernicana conllevaba la polémica afirmación de que la Tierra se mueve, girando sobre su eje una vez por día y en órbita alrededor del Sol una vez al año. La opinión recibida, que Copérnico había desafiado en la primera mitad del siglo anterior, decía que la Tierra es estacionaria, con el Sol y los planetas girando alrededor de ella. Uno de los argumentos, en absoluto trivial, en contra del movimiento de la Tierra era que si se moviera en órbita
alrededor del Sol, la Luna se quedaría detrás. El argumento se desmorona tan pronto como se admite que Júpiter tiene lunas, pues hasta los oponentes de Copérnico estaban de acuerdo en que Júpiter se mueve. Por lo tanto, si tiene lunas, las arrastra consigo, mostrando así justamente el mismo fenómeno que los oponentes de Copérnico suponían imposible en el caso de la Tierra.

La veracidad de lo visto con el telescopio fue pronto aceptada por los observadores competentes contemporáneos de Galileo, incluso por aquellos que se le habían opuesto en un principio, dice el físico y profesor Alan Chalmers.


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