sábado, 30 de diciembre de 2023

Nuestra suerte transcurre en ese alternarse de esperanzas y nostalgias

Existe una cierta uniformidad monótona en los destinos de los hombres. Nuestra existencia se desarrolla según leyes antiguas e inmutables, según una cadencia propia, uniforme y antigua. Los sueños no se hacen nunca realidad, y en cuanto los vemos rotos, comprendemos de repente que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. En cuanto vemos rotos nuestros sueños, nos consume la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en ese alternarse de esperanzas y nostalgias, escribe Natalia Ginzburg en Las pequeñas virtudes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario