sábado, 31 de octubre de 2020

Las leyes de Newton introducen inestabilidades que dan lugar a un comportamiento caótico


El hombre del tiempo forma parte de nuestra cultura televisiva y, aunque muy a menudo oímos aquello de que nunca acierta, lo cierto es que la predicción del tiempo es una de las más fiables, mucho más desde luego que la de cualquier otra disciplina. Su capacidad se basa en el empleo de las ecuaciones, tomando el estado del clima actual como entrada y simulando lo que ocurrirá en los próximos días. Pero también es cierto que, aunque conocemos bien la teoría y podemos estar bastante seguros de lo que esperamos observar, las predicciones se hacen menos fiables cuando cruzamos el umbral de una semana. Con toda la física de la que disponemos, este horizonte es una barrera infranqueable. Contra todo pronóstico, las leyes de Newton introducen inestabilidades que dan lugar a un comportamiento complejo y que denominamos caótico. Aquí el término caos no debe entenderse como algún tipo de azar. Por el contrario, pese a que conocemos las leyes del sistema y que éstas son estrictas, el resultado de aplicarlas es la inestabilidad.

Mediante ordenadores ha sido posible comprobar que la presencia de caos es muy general y que detrás de un comportamiento aparentemente muy complejo puede ocultarse una ley que seamos capaces de comprender y, con suerte, escribir mediante unas pocas ecuaciones. Pese a las apariencias, dice el profesor Ricard Solé, podemos comprender el mundo mediante modelos simples, aunque tal vez no podamos predecir su futuro exacto.


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