miércoles, 21 de marzo de 2018

La cultura de Dante era la de Europa.

Dante.
En su ensayo sobre Dante de 1929 escribe Eliot que “Dante es el poeta más universal que ha escrito en una lengua moderna. Dante, aun siendo italiano y un hombre de partido, es ante todo un europeo”. Dante, precisa Eliot, “pensaba igual que cualquier otra persona de su misma cultura en Europa”. Leía y expresaba las ideas de los pensadores que formaban la cultura europea, Tomás de Aquino, italiano; Alberto Magno, alemán; Abelardo, francés, Hugo y Ricardo de San Víctor, escoceses. Por consiguiente, “la cultura de Dante no era la de un país europeo, sino la de Europa”. En un ensayo de 1950, Eliot afirma que Dante es sin duda el mayor poeta religioso, aunque esto no limita su “universalidad, sino que más bien la refuerza”. “La Divina Comedia expresa en el ámbito de la emoción todo aquello que, entre la desesperación de la depravación y la visión de la beatitud, el hombre es capaz de experimentar”; y, precisamente debido a esta universalidad, “Dante es con
mucho el más europeo de todos los poetas de nuestro continente”. Y sigue diciendo, “el italiano de Dante se convierte en cierto modo en nuestra lengua desde el momento en que comenzamos a esforzarnos por leerlo; y las lecciones de experiencia, de lenguaje y de exploración de la sensibilidad son lecciones que todo europeo puede hacer suyas e intentar aplicarlas a su propia lengua”.

Son afirmaciones que dan mucho que pensar, sobre todo en un momento en que la escuela apenas se estudia a Dante, porque se considera que ya no conmueve a la juventud de hoy.

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