domingo, 17 de diciembre de 2017

¿Por qué ser moral?

Platón.
*Si tuviéramos el poder para actuar como quisiéramos sin miedo al castigo, nadie sería moralmente bueno. La pregunta ¿por qué ser moral? recibe entonces la respuesta cínica del inmoral, la vida moral es la vida que eligen los débiles. Platón busca refutar esta conclusión cínica y justificar el valor de la vida moral. La discusión es extensa, pero el argumento esencial de su respuesta es sencillo, la vida inmoral es peor que la vida moral y virtuosa porque, en última instancia, la vida inmoral corrompe el alma. La vida inmoral conduce básicamente a la infelicidad, la angustia mental, la pérdida del afecto de amigos y seres queridos, la bancarrota emocional. Todo el poder del mundo no basta para compensar el vacío psicológico de una vida inmoral. La persona moral, en cambio, vive una vida de integridad y realización personal, incluso cuando su poder, riqueza y fama son limitados. La persona moral está en paz consigo misma.
 Tolkien en el Merton College de la Universidad de Oxford
¿Se dejaría corromper una persona justa por la posibilidad de un poder casi ilimitado? A través de esas distintas respuestas, Tolkien nos muestra, no mediante una argumentación filosófica sino con los pensamientos y acciones de personajes vivos, por qué debemos ser sujetos morales, por qué debemos llevar una vida virtuosa. Pero, además, las historias de Tolkien sobre el Anillo Único mejoran y amplían el argumento platónico, pues su anillo explícitamente tiene la capacidad de corromper el alma de quien lo posee. El uso del Anillo Único corrompe los deseos, intereses y creencias de quienes lo utilizan. Platón argumenta que tal corrupción se producirá; Tolkien, en cambio, nos muestra esa corrupción a través de los pensamientos y acciones de sus personajes. Más aún, Tolkien nos muestra también las dificultades que conlleva una vida virtuosa, si se quiere cumplir con las exigencias de la vida moral es necesario asumir ciertas responsabilidades y realizar ciertos sacrificios. El personaje que ilustra de forma más evidente el argumento de Platón de que una vida
Gollum
injusta no conduce a otra cosa que a la infelicidad es Gollum, a quien invariablemente se describe como una criatura miserable, llena de temores, sin amigos ni hogar, siempre en búsqueda de su “tesoro”, el anillo. Gollum es la criatura mortal que posee el anillo durante el período de tiempo más largo, y el deseo de poseerlo parece haberlo corrompido prácticamente por completo, cada acción que realiza en el libro El Señor de los Anillos, incluso cuando guía a Frodo y Sam en su viaje hasta Mordor, tiene como fin recuperar el preciado objeto. Es durante este largo viaje a través de las tierras estériles que rodean Mordor cuando somos testigos de la auténtica desintegración de la personalidad de Gollum, un proceso causado por su deseo del anillo. Gollum está constantemente hablando consigo mismo, pues su alma se encuentra dividida en dos, una parte es Sméagol, el hobbit que era antes de poseer el anillo, y la otra es Gollum, la criatura que sólo desea recuperar el anillo. La única razón por la que Gollum coopera con Frodo y Sam es porque las dos mitades, a las que Sam llama el Adulón y el Bribón, han hecho una tregua: “ninguno de los dos quería que el Anillo fuese a parar a manos del Enemigo” .

 Frodo, Sam y Gollum
Para Platón, así como para Tolkien, el momento crucial de la historia de cada personaje es aquel en el que siente la tentación de usar el anillo. Es ese momento decisivo el que determina el destino de cada personaje, un momento que guarda una similitud extraordinaria con la historia del pastor Giges y su decisión de usar el anillo que otorga la invisibilidad en el diálogo platónico.En el personaje de Gollum sencillamente conocemos el resultado final de una vida dedicada a la búsqueda del poder, una vida de miseria y corrupción. Elrond (al igual que el resto de los participantes en el concilio) rechaza la propuesta de usar el anillo en términos que recuerdan la argumentación de Platón en la República: “No podemos utilizar el Anillo Soberano es completamente maléfico. Basta desear el Anillo para que el corazón se corrompa”. Usar el poder del mal destruye el alma (corrompe el corazón).

Para Platón el individuo moral está en condiciones de entender que una vida de poder inmoral corromperá su corazón y su alma. El poder sin amor, sin amistad y sin realización personal sólo conduce a la infelicidad, una infelicidad esencial que es imposible aliviar.


*El Señor de los Anillos y la filosofía (AA. VV.)

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