domingo, 10 de diciembre de 2017

La moral del cristianismo es inconciliable con la moral del éxito.


Ama a tu prójimo, ama al extranjero, dice el Antiguo Testamento. Dale al pobre tu última camisa, claro, si uno tomara en serio tales indicaciones, ¿cómo podría llegar un hombre a triunfar en nuestra sociedad? Sería un idiota, no ascendería de nivel, sino que bajaría. La ética de la Biblia se predica, pero no se practica. Estamos moviéndonos por dos carriles. Se elogia el altruismo, hay que amar a los hombres, pero al mismo tiempo la compulsión al éxito obstaculiza la práctica de estas virtudes.
Es un hecho, dice Erich Fromm, que la moral del cristianismo o del judaísmo es inconciliable con la moral del éxito, de la falta de escrúpulos, del lucro egoísta, del no brindarse, del no compartir.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por la información, muchas veces el cristianismo se ve envuelto en muchas críticas por el actuar de los gobernantes, por otro lado no olvidemos que rezar todos los días y mantener la fe en Dios sin importar la religión es lo primordial.

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