martes, 19 de diciembre de 2017

La historiografía cristiana aspira a hacer Historia universal.

Robin George Collingwood
Collingwood, filósofo e historiador británico, señala como de origen cristiano medieval tres fundamentos bastante esenciales del historicismo moderno: 
1. El acontecer histórico no es ni el resultado de un ciclo sin sentido ni la realización de los propósitos del hombre; es el desarrollo del plan de Dios. Pero Dios cumple todo el proceso histórico a través del hombre, dirigiendo y aprovechando su voluntad.

2. En este entendimiento de la historia importan no sólo las acciones sino también los agentes, puesto que éstos ya no son concebidos como sustancias previas. El Imperio romano pasa a ser la resultante de un proceso histórico que “fue así” pero hubiera podido ser de otra manera.

3. El cristianismo es universal. Todas las ideas que de él emanan se ven afectadas por este adjetivo de la universalidad. Repugna a su concepto la afirmación de que un pueblo, una sociedad o una clase puedan ser superiores a los demás, porque los hombres y los pueblos son iguales ante Dios. A priori la historiografía cristiana aspira a hacer Historia universal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario