domingo, 16 de abril de 2017

La violencia doméstica no es una cuestión de sexo.

En un documento de la Comisión para los Derechos de la Mujer y la Igualdad de Oportunidades del año 2002, cuya relatora fue Anne Van Lanker, se evidencia la obsesión por las técnicas anticonceptivas y abortistas como símbolo de emancipación de la mujer y como pretendida solución a la erradicación de la violencia. En el punto 12 recomienda que “debe legalizarse en los Estados el aborto libre” y en el punto 29 recomienda “la necesidad de acceso de las menores a los servicios de salud reproductiva sin el consentimiento de los padres”. Y que el gobierno de ZP se encargó de plasmar en la redacción de la nueva ley del aborto.

Por otro lado, cuenta Erin Pizzey en “La violencia doméstica no es una cuestión de género” a mediados de los años
Violencia doméstica.
noventa por primera vez se hizo el Primer Estudio Británico del Delito (British Crime Survey) y el Ministerio del Interior registró las víctimas masculinas de la violencia doméstica. Lentamente se hizo evidente que los estudios académicos de todo el mundo estaban empezando a refutar los hallazgos de las agencias feministas.La violencia doméstica no era y no ha sido nunca una cuestión de sexo.

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