domingo, 16 de abril de 2017

La religión de Cristo no se propagó mediante argumentos filosóficos.

La matanza de los cristianos en el circo romano
La religión de Cristo no se propagó mediante argumentos filosóficos, sino por impulso de la fe y el amor. Mirad a los primeros mártires, dice Newman, eran muchachos, doncellas, soldados y esclavos corrientes; una multitud de gente joven y tozuda, que habría vivido para hacerse prudente, de no haberse empeñado primero en morir; eran cristianos que rasgaban manifiestos imperiales, desafiaban a sus jueces, no descansaban hasta encontrarse en la jaula de un león, y si eran expulsados de una ciudad comenzaban a predicar en otra.
Cardenal Newman.
Y añade el Cardenal, ningún hombre es mártir por una conclusión. Ningún hombre es mártir por una opinión. Sólo la fe hace mártires.Los hombres de mundo nunca en su vida han creído, nunca han tenido fe, solo opinión, en las realidades invisibles como para plantearse si son falsas o verdaderas, y en consecuencia juzgan extravagante toda actitud de fe absoluta e inconmovible, especialmente cuando se ejercita sobre objetos que ellos no aceptan o rechazan con burla y abominación.

Las opiniones cambian, las conclusiones se debilitan, las investigaciones se agotan, la razón se detiene. Sólo la fe llega hasta el final, sólo la fe permanece.

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