viernes, 13 de abril de 2018

Es un deber grave del periodista documentarse bien, y tener su información al día.


San Josemaría Escrivá de Balaguer tenía el convencimiento que sobre la misión y la formación profesional y ética de los periodistas destacan dos aspectos, el aprecio por la libertad y la responsabilidad personales, y el amor a la verdad, unido al deseo de contribuir a una convivencia libre, pacífica y solidaria entre los ciudadanos. Sin verdad y sin libertad no hay auténtica comunicación, sino apariencia de comunicación, y por tanto injusticia.   

“Considero que es un deber grave del periodista
documentarse bien, y tener su información al día aunque a veces eso suponga cambiar los juicios hechos con anterioridad”, dice San Josemaría. Y lo mismo vale para los demás medios de comunicación social, aunque aquí el marco se amplía, porque no se trata sólo de informar con rigor, sino también de fomentar todo lo que promueva la dignidad de la persona, la formación de la conciencia moral, el sentido de la vida y, desde otra perspectiva, la convivencia.

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