viernes, 7 de julio de 2017

Lo que hace a una novela atractiva o repulsiva es el estilo y la capacidad expresiva del autor.


La opinión de lo que resulta aburrido en una novela cambia de lector a lector. Unos empiezan a bostezar con las largas descripciones de la Naturaleza, otros se aburren con los detalles de la ceremonia de la boda, algunos porque no hay suficientes escenas de sexo, otros porque las hay, a algunos les enfurecen las habilidades de los ilustradores de libros y a otros los colores de las relaciones entre los miembros de una familia compleja. De hecho, no es nada de eso lo que hace a una novela atractiva o repulsiva, sino el estilo y la capacidad expresiva del autor, dice Orhan Pamuk.

Y aclara Pamuk: Puede que todo lo que un escritor pone en
su libro pueda formar parte del tema, pero el certero instinto de lectores que poseemos nos indica uno a uno mediante el aburrimiento y la impaciencia los alargamientos, las digresiones y los fragmentos innecesarios.

Algunos autores nos gustan por sus maravillosas obras. Ésa es la más perfecta y pura de las relaciones autor-lector. Otros nos influyen por sus biografías, por su actitud como escritores o por el lugar que ocupan en la historia.

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