jueves, 1 de junio de 2017

Algunas veces el sistema político parece animar a los que especulan.


El Papa Francisco en su visita a Genova el 27 de Mayo de este año ha ensalzado las virtudes del "buen empresario", "la creatividad, el amor por su propio negocio, la pasión y el orgullo por el trabajo de sus manos y de su inteligencia y de los trabajadores" la ""capacidad de crear, crear puestos de trabajo, crear “productos”. Están también las virtudes del trabajador: "A veces se piensa que un trabajador trabaja bien sólo porque se le paga, esto es un grave desprecio a los trabajadores y la mano de obra, ya que niega la dignidad del trabajo que comienza justamente en el trabajar bien por la dignidad, por el honor”.

Por la dignidad del trabajo y del trabajador el Papa rechaza "la marca de ciudadanía o de desempleo" que algunos partidos políticos parecen sugerir para abordar el desempleo. El pontífice pidió "no ceder a la ideología que se afianza e imagina un mundo en el que sólo la mitad trabajan y los demás serán mantenidos por un subsidio social, debe quedar claro que el objetivo que se persigue no es el ingreso para todos, pero si el trabajo para todos, porque sin trabajo para todos no habrá dignidad para todos”.

El Papa Francisco también declaró que "una enfermedad de la economía es la transformación gradual de los empresarios en especuladores. El empresario no debe confundirse con el especulador, son dos tipos diferentes. El especulador es una figura similar a la que Jesús en el Evangelio llama 'mercenario', en oposición al Buen Pastor. El especulador no ama a su empresa, no ama a los trabajadores, pero ve a los trabajadores y la empresa sólo como un medio para obtener beneficios. Utiliza la empresa y los trabajadores para obtener beneficios. Despedir, cerrar, mover la compañía no le crea ningún problema porque el especulador utiliza, explota, come personas y medios para sus objetivos de beneficios".
burocracia y controles

"Sin embargo, paradójicamente, algunas veces el sistema político parece animar a los que especulan con el trabajo y no invierten y creen en el trabajo. ¿Por qué? Porque crea burocracia y controles, en el supuesto de que los actores económicos son los especuladores, y así quienes no lo son quedan en desventaja y quienes lo son les es posible encontrar los medios para evadir los controles y lograr sus objetivos. Se sabe que las regulaciones y leyes diseñadas para los deshonestos terminan penalizando al honesto. Y hoy hay tantos verdaderos empresarios,  empresarios honestos que aman a sus trabajadores, que aman la compañía, trabajando junto a ellos para llevar adelante la empresa, y estos son los más desfavorecidos por estas políticas que fomentan a los especuladores. Sin embargo, los empresarios honestos y virtuosos se están moviendo hacia adelante, al final, a pesar de todo."

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