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lunes, 18 de noviembre de 2024

La desnudez de algunas iglesias

¿Tendría sentido que hubiera medios económicos para construir lugares de diversión y de recreo con buenos materiales, incluso lujosos, y que para el culto divino sólo se encontraran lugares, no pobres, sino pobretones, fríos, desangelados? Entonces tendría razón el poeta francés Paul Claudel,cuando dice que la desnudez de algunas iglesias es “la manifestación al exterior de nuestros pecados y defectos: debilidad, indigencia, timidez en la fe y en el sentimiento, sequedad del corazón, falta de gusto por lo sobrenatural…”.

sábado, 22 de junio de 2024

Si no hay piedad en el alma del político, lo único que puede moverle es el medro personal, el peor egoísmo


La piedad no goza de una fama inmejorable, se suele presentar como un sentimiento de sumisión, como algo cercano a la hipocresía, hasta el punto de que medio ha desaparecido del lenguaje común. Preferimos caso siempre de hablar de empatía, porque muchos de los términos morales se han visto reducidos a pura emotividad, pero el lenguaje propio de la piedad, en especial en política, es el que habla de sentimiento ante el dolor, el error y la injusticia, ante la fragilidad y la debilidad de la vida de tantas personas, muy en especial cuando su desgracia dependa con claridad de errores y carencias que no les son imputables y sean consecuencia de decisiones de orden político. Y, si no hay piedad en el alma del político, lo único que puede moverle a ocuparse de asuntos generales es el medro personal, el peor egoísmo.
La piedad es la virtud que llega a sentir con el prójimo, a dolerse con él y también a alegrarse de su bien. Se trata de una emoción que se ha de colocar en la base de cualquier vocación política, eso deseo de ayudar de hacer algo que debiera ser hecho en beneficio de la comunidad.No existiría la política si no hubiese males y remedios, si no fuese posible imaginar y discutir con otros, pero eso debe hacerse bajo la inspiración de conseguir un bien general, y el impulso sentimental que siempre necesitan las acciones humanas viene dado por el amor y la piedad que se profesa hacia la comunidad de pertenencia. Todas las cualidades y virtudes de la acción política se inspiran en esa pareja de ideas y de ella dependen. Cuando no hay libertad hay sumisión y necesidad, no hay política, solo resignación. Cuando no hay piedad solo hay codicia, mentira y corrupción.
Referencia: La virtud de la política de José Luis Gonzalez Quirós.

martes, 28 de mayo de 2024

Honrar a quien nos ha precedido

“En la común experiencia humana, el amor es descendiente. No vuelve sobre la vida que está detrás de las espaldas con la misma fuerza con la que se derrama sobre la vida que está todavía delante. La gratuidad del amor aparece también en esto, los padres lo saben desde siempre, los ancianos lo aprenden pronto. A pesar de eso, la revelación abre un camino para una restitución diferente del amor, es el camino de honrar a quien nos ha precedido. El camino de honrar a las personas que nos han precedido empieza aquí, honrar a los ancianos. Este amor especial que se abre el camino en la forma del honor,es decir, ternura y respeto al mismo tiempo, destinado a la edad anciana está sellado por el mandamiento de Dios. “Honrar al padre y a la madre” es un compromiso solemne. …Se trata de la generación y de las generaciones que preceden, cuya despedida también puede ser lenta y prolongada, creando un tiempo y un espacio de convivencia de larga duración con las otras edades de la vida. En otras palabras, se trata de la vejez de la vida”, manifiesta el papa Francisco.
“Pensemos, añade Francisco en la audiencia del 20 de Abril de 2022, bien en esta bonita declinación del amor que es el honor. El cuidado mismo del enfermo, el apoyo a quien no es autosuficiente, la garantía del sustento, pueden carecer de honor. El honor desaparece cuando el exceso de confianza, en vez de declinarse como delicadeza y afecto, ternura y respeto, se convierte en rudeza y prevaricación. Cuando la debilidad es reprochada, e incluso castigada, como si fuera una culpa. Cuando el desconcierto y la confusión se convierten en un resquicio para la burla y la agresividad. Puede suceder incluso entre las paredes domésticas, en las residencias, como también en las oficinas o en los espacios abiertos de la ciudad. Fomentar en los jóvenes, también indirectamente, una actitud de suficiencia,e incluso de desprecio, hacia la edad anciana, sus debilidades y su precariedad, produce cosas horribles. Abre el camino a excesos inimaginables. Los chicos que queman la manta de un vagabundo, porque lo ven como un desecho humano, son la punta del iceberg, es decir, del desprecio por una vida que, lejos de las atracciones y de las pulsiones de la juventud, aparece ya como una vida de descarte. Muchas veces pensamos que los ancianos son el descarte o los ponemos nosotros en el descarte; se desprecia a los ancianos y se descartan de la vida, dejándoles de lado. Este desprecio, que deshonra al anciano, en realidad nos deshonra a todos. El Libro del Eclesiástico es justamente duro en relación con este deshonor, que clama venganza a los ojos de Dios. Existe un pasaje, en la historia de Noé, muy expresivo en relación con esto. El viejo Noé, héroe del diluvio y todavía gran trabajador, yace descompuesto después de haber bebido algún vaso de más. Ya es anciano, pero ha bebido demasiado. Los hijos, por no hacerle despertar en la vergüenza, lo cubren con delicadeza, con la mirada baja, con gran respeto. Este texto es muy bonito y dice todo del honor debido al anciano; cubrir las debilidades del anciano, para no avergonzarlo.”  


sábado, 27 de abril de 2024

La construcción moral del hombre y la esperanza de un futuro mejor no se logran con dinero


La clave de todo está en la relación entre el amor y la razón. Incluso a nivel personal nos ocurre lo mismo que a nivel institucional. Lo principal y la fuente están en el amor, que es el que marca la finalidad y guía los pasos intermedios. Este amor es una luz que requiere un orden racional para llegar a su propio fin. La razón no puede imponer sus normas al amor, sino que el amor hace crecer la razón, la purifica y le da su máxima grandeza. En una institución social, lo primero es la caridad, y ella misma sugerirá las estructuras racionales para tal fin. No se puede imponer una mentalidad empresarial a una entidad caritativa. La lógica del amor abrirá caminos para la lógica organizativa y no al revés. Qué pena da cuando alguna actividad social ha perdido su manantial de caridad y solamente se dedica a ser una gestora de recursos sociales. Seguro que consigue subvenciones, pero no conseguirá levantar el corazón de nadie……El corazón humano también necesita el ímpetu del amor. Sin afecto a nada, la vida languidece y se apaga la ilusión. Las sombras crecen y la debilidad aumenta.

La miseria del hombre no está en la carencia económica. Esto solo es la consecuencia, pero rara vez la causa. El problema de los pobres no se cifra tanto en lo económico, sino en las enfermedades interiores que van destruyendo el tejido familiar y, por lo tanto, la estructura emocional y de capacidades que permiten llevar una vida digna. La degradación moral no se logra sanear con dinero. La construcción moral del hombre y la esperanza de un futuro mejor no se logran con dinero. Es la red de vínculos fundamentados en el amor, en las virtudes morales y en la fidelidad, la que permite ser más, tener más. La miseria y la indignidad humana no se arreglan con recursos económicos, sino con atención, paciencia y amor.
Referencia:Al cruzar el puente de José Manuel Horcajo Lucas.

domingo, 24 de diciembre de 2023

El siglo actual solo se salvará si vuelve de nuevo a la religión

Escribe Charles Moeller en su libro Sabiduría griega y paradoja cristiana que no hay más que una Sabiduría, la que procede de Dios. Todas las demás son parciales. Estimo que la única sabiduría capaz de impresionar a la juventud moderna, ya sea cristiana, ya crea no serlo, es la paradoja en el que sufrimiento y la dicha, la debilidad y la fuerza, la muerte y la resurrección, se unen en un maridaje misterioso. Lo que necesitan los hombres modernos es el “Mensaje Pascual”. 
El siglo actual solo se salvará si vuelve de nuevo a la religión. Tal dicen autores diversos como Kanters, Lecomte de Noüy, Koestler, Moeller…… Moeller se pregunta ¿Por que no advierten que puede responder a lo que buscan es el cristianismo?….¿por que, teniendo ojos, no ven? ¿Por que quieren ser cruzados sin cruz?

lunes, 11 de septiembre de 2023

Sin el Partido Socialista de Cataluña el independentismo no habría llegado tan lejos

Illa saluda a Aragonès en el Parlament

Sin el PSC, el independentismo no habría llegado tan lejos, ni habría gozado de semejante prestigio. La deriva cogió por sorpresa al viejo PSOE, que además había sido incapaz de prever el grado de adanismo del excéntrico secretario general que habían entronizado las primarias tras Almunia. Si algo caracterizó a Zapatero como líder es su doble condición suicida; sobrevalora sus capacidades e infravalora las dificultades a las que se enfrenta. Se trata de una audacia mal entendida que se resume en el hecho increíble, me hago cargo, de que buena parte de su mandato él creyó en la baraka como garantía del éxito de sus decisiones. He hablado con varios asesores de aquel gobierno y aún hoy se sorprenden de la ligereza con la que se tomaban decisiones trascendentales. En ABC recuerdan, cómo olvidarla, una comida con el staff del periódico en la que, cuestionado por la conveniencia de una determinada medida de política energética (la moratoria nuclear), el presidente Zapatero posó la mano sobre el brazo de su interlocutor y le dijo: “Confía en mí, saldrá bien”. De esa forma chamánica se enfrentó a problemas complicadísimos. Algunos, como la crisis económica, le arrollaron de forma inevitable, nadie habría podido escapar, pero otros salió a buscarlos con un entusiasmo adolescente y otros fueron planteados por personas que conocían su debilidad y pretendían explotarla. La crisis territorial forma parte de esta tercera tipología. Una parte de la dirigencia histórica del PSOE asistía espeluznada a la transformación del partido. Eran socialistas anacrónicos,escribe Rafael Latorre en su libro Habrá que jurar que todo esto ha ocurrido .

domingo, 23 de enero de 2022

El hombre no deja de ser grande ni siquiera en su debilidad

Decía Juan Pablo II que “el hombre no deja de ser grande ni siquiera en su debilidad. No tengáis miedo de ser testigos de la dignidad de toda persona humana, desde el momento de la concepción hasta la hora de su muerte”

domingo, 26 de septiembre de 2021

Sufrir con paciencia los defectos de los demás

La borrachera de Noé

“Sufrir con paciencia los defectos de los demás”. No se trata solo de no poner en evidencia al otro, de no señalarle con el dedo. La misericordia arropa la debilidad del otro, como los hijos de Noé, aunque al arroparle note el “olor” de sus defectos.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Es preciso mantener la calma


Walter Dresel aconseja que no hay que olvidar quiénes están al otro lado de la mesa de negociación. Debemos tratar de ocultar nuestras debilidades, que de otro modo serán utilizadas rápidamente. En la negociación, la inspección será sinónimo de permanecer en silencio el mayor tiempo posible, a fin de no mover las piezas en el tablero apresuradamente dándole la posibilidad a nuestro ocasional adversario de sacar ventaja de nuestros errores. Dicho de otro modo, hablar mucho y antes de tiempo puede estar demostrando nuestra necesidad o nuestra urgencia por llegar a un acuerdo, que en estas condiciones nunca será favorable a nuestros intereses. Callar, escuchar, escudriñar a nuestro interlocutor, hacer el intento de presentir cuál será su próximo movimiento, actúa mucho más a nuestro favor que exponer todo lo que nos sucede en una catarata de palabras, que sólo pone de manifiesto nuestra desesperación y nuestra necesidad de que se nos otorgue por lo menos algo de lo que estamos solicitando.



Hay una diferencia abismal entre necesitar algo y querer algo. En el transcurso de una negociación de cualquier naturaleza, poner de manifiesto nuestra necesidad es ceder totalmente el terreno a nuestro oponente, permitiéndole de ese modo llevar el diálogo hacia donde lo prefiere. Nuestra necesidad de llegar a un acuerdo, que aunque no sea bueno para nosotros por lo menos nos salve transitoriamente, es, en definitiva, una derrota de la cual nos costará mucho recuperarnos. Es preferible que la necesidad la manifieste la otra parte y que nosotros la podamos captar con rapidez. La necesidad debe estar siempre del otro lado de la mesa de negociación, aunque también la tengamos nosotros. Pero pensemos en lo que queremos obtener, e inmediatamente tomaremos conciencia de que no podemos mostrar flaquezas a la hora de sentarnos a negociar. Nuestra atención debe estar firme y nuestros nervios templados para afrontar una situación.



Es preciso mantener la calma aun en los momentos más encendidos de la discusión; es una buena señal tomar nota de todo lo que se dice para no olvidar ningún detalle. Mantener la calma es la clave que hará dudar a nuestro adversario, que espera que caigamos de rodillas pidiendo perdón por nuestros errores, pretendiendo que a través de su malhumor y de su agresión nos amedrentemos y aceptemos rápidamente y sin discusión sus propuestas. Tengamos siempre presente que toda cuestión que se dirime a través de una negociación involucra tanto nuestro estado emocional como el de quien está sentado al otro lado de la mesa. El control de nuestras emociones será una herramienta de enorme valor para que no transmitamos nuestra ansiedad o angustia por llegar a un acuerdo rápidamente. Un rostro inexpresivo, un gesto adusto y de seriedad, pero que no deje entrever resentimiento o rencor por todo lo previo a esta instancia, en la que pretendemos llegar a un convenio, será también un apoyo importante a la hora de comunicar lo que queremos como resultado de esta negociación. Negarse a aceptar desde el principio el planteamiento de nuestro adversario nos da tiempo a reflexionar y a realizar una contrapropuesta. Debemos evitar el “posiblemente”, el “si acaso”, porque no sólo no configuran ningún tipo de decisión, sino que le dan a nuestro oponente la sensación de que él está muy cerca de ganar la partida, de que hemos bajado nuestra defensa, y de que atacando nuestros puntos débiles terminará obteniendo una aprobación por nuestra parte. La aprobación debe dejarse para el final, y no dejar traslucir que queremos que de una vez llegue ese final para sentirnos más aliviados. Negarnos a aceptar las condiciones no es una señal de soberbia, sino simplemente la intención de ganar tiempo para poder pensar de qué modo queremos redactar la solución final del desacuerdo. Nosotros necesitamos una solución, pero la otra parte también. La eficacia en la negociación se logra en la medida que sepamos cuáles son nuestros objetivos.

lunes, 23 de marzo de 2020

Cuando se ven a sí mismos como pobres



Para Erich Fromm la cuestión respecto de si lo que se produce no podría llegar a bastar en algún momento, queda sofocada por un aumento verdaderamente arrollador de la producción y del consumo, y aunque la mayoría de los hombres en este sistema económico tienen mucho más de lo que necesitan, se ven a sí mismos como pobres, porque no logran seguir el ritmo y aprovechar la masa de bienes disponibles. De este modo, dice Fromm, se fortalece la pasividad, y también la envidia y la avidez, y finalmente el sentimiento de debilidad íntima, de impotencia, de sumisión. El hombre vive sólo como lo que tiene, no como lo que es.

martes, 7 de enero de 2020

Nuestra sociedad se ha vuelto intolerante con la diversidad

Lawrence Diller, pediatra especializado en psiquiatría infantil desde hace casi treinta años y autor del libro El último niño normal, explica que nuestra sociedad se ha vuelto intolerante con la diversidad humana. Las criaturas que llegan hoy a la consulta son mucho menos “anormales” que las de antes. Sus padres las traen por problemas cada vez más triviales, ellos mismos son menos capaces de tolerar pequeñas debilidades, quieren tener hijos no conflictivos que se ajusten al modelo preestablecido. 



La falta de tiempo, de disponibilidad y de apoyos a las familias, las crecientes exigencias académicas (incluso a edades muy tempranas), la presión escolar para que sigan los programas a un ritmo homogéneo, las dificultades de aprendizaje no diagnosticadas y el desmesurado valor social atribuido al trabajo intelectual y académico, que hace sentir inferiores a las personas dotadas con otro tipo de capacidades (talentos artísticos, kinestésicos, manuales, etc.) son algunos de los factores que explican, según Diller, esta situación. “Lo cierto es que todas las personas somos distintas… Los padres deberían aceptar que ninguno de sus hijos se parece a otro, y que no han venido al mundo a cumplir sus expectativas. Tal vez necesiten que alguien los tranquilice diciéndoles que saldrán adelante siendo simplemente ellos mismos”.

sábado, 27 de julio de 2019

Las debilidades de nuestras democracias y las posibilidades que deriven hacia regímenes totalitarios

 Primo Levi
Primo Levi, el escritor judío italiano que sobrevivió a los campos de concentración nazis, ya advirtió de que nadie debería mecerse en la ilusión de que las libertades y los regímenes democráticos y compasivos iban a ser los sistemas que un futuro predeterminado nos ofrecía. “Ha sucedido y por tanto puede volver a suceder”. 

Tzvetan Todorov
El filósofo francés de origen búlgaro, Tzvetan Todorov ha descrito las debilidades de nuestras democracias y las posibilidades muy ciertas de que algunas o todas deriven hacia regímenes totalitarios. Si décadas antes, en plena Guerra Fría, era el pensador Raymond Aron, quien clamaba contra los peligros de la tentación totalitaria comunista, ahora es Todorov quien escribe alarmado sobre las nuevas tentaciones que son el nacionalismo y la xenofobia que genera una inmigración fuera de control.

miércoles, 5 de junio de 2019

Discurrir



Según Santo Tomás de Aquino, el discurrir es señal de poco alcance del entendimiento; es una facultad que se nos ha concedido para suplir a nuestra debilidad, y así es que los ángeles entienden, mas no discurren. Cuanto más elevada es una inteligencia, menos ideas tiene, porque encierra en pocas lo que las más limitadas tienen distribuido en muchas. Así, los ángeles de más alta categoría entienden por medio de pocas ideas; el número se va reduciendo a medida que las inteligencias creadas se van acercando al Creador, el cual como ser infinito e inteligencia infinita, todo lo ve en una sola idea, única, simplicísima, pero infinita, su misma esencia.

domingo, 26 de mayo de 2019

No se puede ganar en el amor



No se puede ganar en el amor. Si hay triunfo, no hay amor sino egoísmo. Y tampoco se puede acordar en el amor. Si hay acuerdo, no hay amor sino negocio, dice el filósofo Sztajnszrajber. No es dando, no puede ser un dar que ya posea un objetivo en el otro porque así lo contamina. El movimiento siempre es de uno en contra de uno. Y para que el otro sea. Me retiro para que el otro sea…

Comte-Sponville citando a Adorno dice que serás amado el día que puedas mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de ella para afirmar su fuerza.

sábado, 14 de abril de 2018

Sólo el débil se vuelve intransigente y grosero.


Franz Kafka decía que la agresión sólo es un artificio, una maniobra con la que normalmente no queremos más que disimular nuestra debilidad ante nosotros mismos y ante el mundo. La fuerza duradera de verdad sólo está en quien resiste. Sólo el débil se vuelve intransigente y grosero, y normalmente expulsa con su actitud toda su dignidad humana. 
Cada insulto, continua Kafka, contribuye a demoler la mayor invención del hombre, el lenguaje. Quien insulta injuria al alma. Es un atentado contra la piedad que también cometen quienes no miden correctamente sus palabras. 

Cada insulto contribuye a demoler la mayor invención del hombre, el lenguaje.

lunes, 1 de enero de 2018

Superar la autorreferencialidad del yo.

Agustín es bautizado por el obispo Ambrosio
El catedrático de filosofía Manuel Cruz Rodríguez cuenta que el retraso en recibir el bautismo San Agustín no se debió a que no comprendiera la excelencia de la castidad predicada por la Iglesia católica, sino a la dificultad que le representaba practicarla. Una dificultad que era vivida por el propio Agustín como una auténtica condena (cuando no como una fatalidad). En realidad, los problemas que le plantea su lujuria evocan lo que los griegos llamaban akrasia, o debilidad de la voluntad. Efectivamente, a pesar de desear de manera ferviente liberarse de las cadenas de la carne, Agustín se declaraba impotente para superar las tentaciones. El Enemigo, según propia expresión, se había apropiado de su voluntad, de la perversión de la voluntad había nacido la lujuria y de la lujuria la costumbre, y la costumbre, ante la que había cedido, había creado en él una especie de necesidad cuyos eslabones, unidos unos a otros, le mantenían “en cruel tentacion”.



Culpa vinculada al pecado y, sobre todo, a una impotencia para vencer las propias pasiones (no en vano eros es el amor que no nace de la voluntad, sino que se impone al ser humano) que termina por sumir al pecador en una profunda desesperación, cuenta Cruz Rodríguez. Pero ese sentimiento de culpa, que en muchos momentos de su vida amenazó con atenazar por entero a Agustín, parece quedar desactivado merced a una interpretación del hecho amoroso que introduce, por así decirlo, la segunda gran novedad respecto a las concepciones heredadas; la novedad de poner precisamente determinados aspectos del pensamiento de Platón al servicio de una específica visión cristiana del amor, que pasará a ser entendido en términos de ágape  esto es, como don orientado al bien del otro y capaz, por tanto, de superar la autorreferencialidad del yo, característica del deseo erótico.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

En esencia, el terrorismo es un espectáculo.


¿Qué pasa con el terrorismo? A esta pregunta Yuval Noah Harari, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén, contesta que  aunque los gobiernos centrales y los estados poderosos han aprendido a moderarse, los terroristas podrían no mostrar tales escrúpulos a la hora de usar armas nuevas y destructivas. Esta es ciertamente una posibilidad preocupante. Sin embargo, el terrorismo es una estrategia de debilidad que adoptan aquellos que carecen de acceso al poder real. Al menos en el pasado, el terrorismo operó propagando el miedo en lugar de causar daños materiales importantes. Por lo general, los terroristas no tienen la fuerza necesaria para derrotar a un ejército, ocupar un país o destruir ciudades enteras. Mientras que en 2010 la obesidad y las enfermedades asociadas a ella mataron a cerca de tres millones de personas, los terroristas mataron a un total de 7.697 personas en todo el planeta, la mayoría de ellos en países en vías de desarrollo. Para el norteamericano o el europeo medio, la Coca-Cola supone una amenaza mucho más letal que al-Qaeda. 

Barcelona.
¿Cómo es posible, pues, que los terroristas consigan copar los titulares y cambiar la situación política en todo el mundo? Porque provocan, dice Yuval Noah Harari, que sus enemigos reaccionen de manera desproporcionada. En esencia, el terrorismo es un espectáculo. Los terroristas organizan un espectáculo de violencia pavoroso, que capta nuestra imaginación. En consecuencia, los estados suelen sentirse obligados a reaccionar frente al teatro del terrorismo con un espectáculo de seguridad y orquestan exhibiciones de fuerza formidables, como la persecución de poblaciones enteras o la invasión de países extranjeros. Los terroristas son como una mosca que intenta destruir una cacharrería. La mosca es tan débil que no puede mover siquiera una taza. De modo que encuentra un toro, se introduce en su oreja y empieza a zumbar. El toro enloquece de miedo e ira, y destruye la cacharrería. Esto es lo que ha ocurrido en Oriente Medio en la última década. Los fundamentalistas islámicos nunca habrían podido derrocar por sí solos a Sadam Husein. En lugar de ello, encolerizaron a Estados Unidos con los ataques del 11 de septiembre, y Estados Unidos destruyó por ellos la cacharrería de Oriente Medio.

martes, 4 de julio de 2017

La religión es la conciencia de la insuficiencia humana.

La idea de un único creador bueno, implica de forma natural que lo que es, es bueno; así, el mal no tiene realidad positiva y hay que considerarlo como una pura falta, carencia, un agujero ontológico, por así decirlo. El mal es la ausencia de algo que tiene que ser, por tanto, sólo podemos conocer y definir el mal haciendo referencia a Dios y al Ser. Lógicamente, el bien tiene una precedencia obligatoria; el mal o no-ser es conceptualmente dependiente del bien.

Leszek Kolakowski
En una experiencia que no está iluminada por la sabiduría divina, el bien y el mal, en cuanto que distintos del placer y el dolor, no aparecen, dice el filósofo polaco Leszek Kolakowski, podemos conocer el sufrimiento, el temor y la muerte, pero los conocemos como hechos naturales, como algo que hay que evitar. Debemos la distinción moral a nuestra participación en los tabúes. Y la distinción aparece en la experiencia como consecuencia de aquéllos de nuestros actos que violan un tabú y traen así el desorden al mundo. Dicho de otro modo, sabemos realmente lo que es bueno al saber lo que es malo y conocemos el mal haciéndolo.



El Dios del Génesis vio que Su creación era buena, pero las criaturas carecían de ese conocimiento y añade Kolakowski: “Nuestros primeros padres tuvieron que hacer el mal antes de saber lo que era el bien y el mal; su pecado les llevó al conocimiento y les hizo humanos. Esto puede expresarse de un modo más general. Lo Sagrado se nos revela en la experiencia de nuestro fracaso. La religión es la conciencia de la insuficiencia humana, se la vive en la admisión de nuestra debilidad. Esto era lo que hacía tan odioso el cristianismo para Nietzsche, como lo testimonia su Anticristo y sus otros escritos”.

martes, 20 de junio de 2017

La política de mano dura de Reagan.

Reagan 
La política de mano dura de Reagan se vio favorecida por la constatación de que el adversario soviético mostraba síntomas cada vez más evidentes de debilidad. Las señales eran especialmente patentes tras la muerte del anciano Brézhnev en 1982 y su sustitución por el antiguo jefe del servicio secreto KGB Yuri Andrópov, que a su vez apenas duró año y medio en el poder, al fallecer en 1984 y ser sustituido por Konstantín Chernenko. 

La incapacidad del sistema político soviético para regular mecanismos de sucesión razonables había desembocado
La incapacidad del sistema político soviético
en una patética gerontocracia. El sistema de economía planificada se enfrentaba a varios de sus problemas estructurales, agravados por el creciente peso de los gastos militares en el PIB soviético. La URSS, además, había perdido ya la capacidad de igualar al bloque occidental en el terreno tecnológico. Reagan ordenó suprimir la exportación de tecnología civil al bloque soviético, y la principal fuente de divisas de la URSS pasó a ser la exportación de gas y petróleo, cuya dependencia inhibía los intentos de reformas estructurales, dice el profesor Núñez Seixas.

Accidente nuclear de la central de Chernóbil
Cuando Mijaíl Gorbachov, a los 53 años, se convirtió en el máximo dirigente de la URSS en marzo de 1985, las tornas comenzaron a cambiar. La economía soviética se hallaba en un estado de estancamiento estructural, agravado por la falta de divisas consecuencia de la caída de los precios del petróleo en la década de 1980.El accidente nuclear de la central de Chernóbil, en Ucrania, en abril de 1986 puso al descubierto el estado de deterioro de la economía soviética y sus vetustas infraestructuras.

viernes, 18 de noviembre de 2016

A Hillary Clinton.


Pasado algunos días desde el triunfo de Donald Trump, la lección que debería aprender Hillary Clinton es que no hay que subestimar jamás el potencial de un adversario. Al adversario no hay que valorarlo por lo que parece, sino por lo que pueda hacer. 

Clinton debería haber permanecido en todo momento alerta y no haberse confiado, aunque percibiera una aparente debilidad en su oponente y considerara que Trump se encontraba al borde de la derrota.Las tumbas están llenas de tipos demasiado confiados.